jueves, 29 de septiembre de 2011

DOS MONUMENTALES OPORTUNISTAS



"Indignado de tener  tantos motivos para desdeñar a tanta gente, digo la verdad desnuda. Tal vez sea ella la mejor política para hombres y tiempos como estos."

Con esta sentencia dicha por uno de los más grandes patriotas  Puertorriqueños iniciamos  la publicación del siguiente artículo escrito por el Profesor Luciano Castro Barillas, quien en un artículo anterior publicado en este espacio, bajo el titulo de Chasco y Fiasco Juntos, anticipaba algo de lo que actualmente estamos presenciando en el circo politiquero guatemalteco.  

En La Cuna del Sol no juzgamos a nadie por sus filiaciones políticas, como tampoco por su condición y procedencia. Juzgamos  y denunciamos, eso sí, sus actuaciones sobre todo cuando estas contravienen los más elementales principios de la dignidad humana. Cuando sus actuaciones  e intereses particulares se contraponen a los intereses de las mayorías. Marvin Najarro.



DOS MONUMENTALES OPORTUNISTAS, 
RIGOBERTA MENCHÚ Y PABLO MONSANTO, 
SE ZURRARON NUEVAMENTE EN LA REVOLUCIÒN GUATEMALTECA

Por Luciano Castro Barillas


Como era de esperarse, estas dos personas que en su momento dieron importantes aportes al desarrollo de la lucha social en nuestro país, incurren nuevamente en lo que les ha caracterizado en los últimos años: su flagrante, descarado y vergonzante oportunismo. La primera, Premio Nobel de la Paz, cuyo reconocimiento le fuera conferido por su lucha a favor de los derechos humanos, pero en lo fundamental su imagen es producto de la labor político-diplomática de los revolucionarios de la década de los 70 y 80. Víctima con su familia de la represión contrainsurgente de las clases oligárquicas, situación que no obsta para que en el momento actual asume su papel más indigno e inconsecuente, como lo es aliarse, darle su respaldo, a toda esa sarta de politicastros oportunistas que dimanan de la fracción de clase del capital emergente y que tienen por único ideal la búsqueda del poder para finales exclusivamente personales, resultado de la profunda descomposición de la sociedad guatemalteca. El otro, Monsanto (Manzana, por sus encarnados mofletes), heroico guerrillero que desde su juventud se formó en las filas de las Fuerzas Armadas Rebeldes, FAR,  y cuyas ejecutorias político-militares fueron objeto de admiración de la generación de revolucionarios de esos años, es quizá el más patético de los casos: cuando no ganó la reelección para la Secretaría General de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, URNG, rompió la unidad por haberse sentido lastimado en su egocentrismo, ignorando e irrespetando la decisión de la asamblea general que consideraba conveniente su relevo, creando, acto seguido, la Alianza Nueva Nación, ANN, entidad segregacionista y sectaria. Pero no todo acabaría. Los últimos cuatro años fue asesor del presidente Colom, es decir, un funcionario de la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE, y responsable en una grande medida de las desorientaciones dadas  -muy seguramente-  al desenergizado mandatario guatemalteco. Allí estuvo a bajo perfil, haciéndose literalmente el tacuacín, y devengando un jugoso salario para vivir cómodamente, más lo que ha vivido a partir de la suscripción de los Acuerdos de Paz. La adhesión a Baldizón era una conducta política previsible, enmarcada en el oportunismo de estas personas que han perdido totalmente la perspectiva del quehacer revolucionario y han caído en las despreciables posiciones izquierdistas de la UNE. Quieren justificarse este par de atorrantes presentando al candidato presidencial de LIDER una propuesta -según ellos de genial lucidez política- como lo es crear una procuraduría de asuntos rurales y una reforma fiscal. No podemos sentir indignación o disgusto por ese despreciable proceder, solo pena, por el daño que estas dos personas siguen haciendo a la imagen de la Revolución Guatemalteca. Pues ya ve usted, la pérdida de prestigio les vuelve a decir en esta elección que ni los indígenas ni las personas de mentalidad democrática cree en ellos. Creo, al final, que llegaron al justo lugar que les corresponde, al lugar que como dijera la abogada Laura Reyes, vicepresidencial del CREO del doctor Suger;  “son las aguas negras menos pestilentes” del tinglado político nacional y que, sin embargo, ella practicaría la inmersión, “por su profundo sentido de responsabilidad cívica”. ¡Vaya descaro de profesional y mujer indígena!

          
El gran perjudicado nuevamente es URNG, que cuenta en su interior todavía con distinguidos y honestos revulucionarios. Y aunque es chocante y grosera citar una frase acuñada por los racistas ladinos guatemaltecos, permítame escribirla, no porque la comparta, sino porque define perfectamente las relaciones indebidas y con las que se debería tener cuidado: “No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace su compadre”.          









Publicado por: Marvin Najarro

CT, USA.           


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