miércoles, 11 de noviembre de 2015

Si el ataque en el Sinaí fue terrorismo, el momento fue perfecto para la estrategia geopolítica occidental

Expulsar a Rusia, y volver el poderío aéreo estadounidense y británico abierta y decisivamente contra el Estado sirio, se ha convertido en un objetivo clave para los estrategas occidentales. ¿Pero cómo hacerlo? ¿Qué haría que los rusos se volvieran contra la intervención?


SI EL ATAQUE EN EL SINAÍ FUE TERRORISMO, 
EL MOMENTO FUE PERFECTO PARA LA ESTRATEGIA 
GEOPOLÍTICA OCCIDENTAL


Por Dan Glazebrook

Tras  la guerra del Golfo de 1991, el malogrado comediante Bill Hicks realizó una rutina de un general estadounidense en una conferencia de prensa. "Irak tiene armas increíbles, increíbles", dijo el general. "¿Cómo sabe usted eso?", se le preguntó. "Oh, bueno, uh -miramos el recibo".

A raíz del accidente de avión ruso en Egipto la semana pasada, Gran Bretaña, en particular, se ha apresurado a afirmar que el accidente fue el resultado de una "bomba terrorista", supuestamente plantada por el EIIL. Entonces, ¿qué es lo que hace a Cameron tan seguro de que el grupo terrorista creado por su política en Siria tiene la capacitación, equipo y los medios necesarios para llevar a cabo ese ataque? ¿Miró él el recibo?

Después de todo, la débil "evidencia" con la que en efecto hemos sido agraciados hasta aquí por los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña no es evidencia en absoluto. La pretensión británica de haber interceptado "parloteo" sobre el ataque entre las operaciones del EIIL en Siria y el Sinaí, que incluso el Times admite fue "probablemente plantada deliberadamente para demostrar a los estadounidenses y británicos que los operativos del EIIL estaban detrás del complot de la explosión". Por supuesto que el EIIL querría adjudicárselo; pero tales afirmaciones están lejos de confirmar que realmente lo hicieron. Los EE.UU, por su parte, afirman que su satélite recogió un “destello de calor”, lo que sugiere una explosión. Pero, como el Times señala una vez más, una bomba no es la única causa posible de una explosión de esa naturaleza: "el avión experimentó un evento súbito y violento -probablemente una falla estructural que desprendió la cola. La pregunta es si la causa fue una bomba o una fractura en el fuselaje. La explosión de un tanque de combustible es también una posibilidad externa". El Reino Unido parece estar bastante seguro de que fue el terrorismo y, presumiblemente, tienen razones para creer esto. Pero cualquiera que sea la razón, no es la que se nos ha dado.

Lo que está claro es que si el avión fue derribado por una bomba, y que la bomba fue plantada por el EIIL, esto marca un avance importante para el grupo. Según Raffaello Pantucci del Royal United Services Institute, un ataque de este tipo por parte del EIIL "señalaría un nivel no visto de sofisticación en su capacidad de fabricación de bombas, así como la capacidad de introducir furtivamente un dispositivo a bordo". Pero así como constituye un nueva proeza técnica, tal ataque representaría un cambio alarmante en la táctica. El día de ayer el Times argumentó que "si el accidente de avión llegara a ser el trabajo de un afiliado del Estado Islámico en el Sinaí, marcaría un cambio significativo para el grupo yihadista, que aún tenía que lanzar un ataque a gran escala contra la población civil". Por lo tanto, si el avión fue derribado por una bomba del EIIL en el Sinaí, o ya sea que el grupo ha sido repentinamente  bendecido con una nueva e increíble tecnología, o de repente han decidido cambiar de táctica a los asesinatos en masa de civiles. En este último caso, ¿no es un poco extraño que, después de más de un año de ataques aéreos occidentales aparentemente destinadas al EIIL, el grupo ha evitado lanzar tal ataque contra civiles occidentales -sin embargo, son capaces de responder a las pocas semanas de una campaña de ataques aéreos rusos que, según Occidente, ni siquiera son dirigidos al ISIS?

De cualquier manera, el accidente no pudo haber ocurrido en un mejor momento desde el punto de vista de la geopolítica occidental. Después de cuatro años de retrocesos, la operación del “cambio de régimen” de Occidente en Siria (ese eufemismo para la destrucción total del estado) ahora enfrenta la perspectiva de la inminente derrota total cortesía de la intervención de Rusia. Y las opciones para  salvar esa operación son muy limitadas por cierto. La ocupación completa es imposible; tras Irak y Afganistán, los ejércitos estadounidenses y británicos son ahora oficialmente incapaces de montar este tipo de aventuras. La opción Libia -el apoyo a escuadrones de la muerte con cobertura aérea de la OTAN- siempre ha tropezado con la oposición de Rusia, pero ahora se ha vuelto prácticamente imposible. Y confiar en escuadrones de la muerte contra el gobierno por sí solo es simplemente muy improbable que tenga éxito, sin importar que tantos TOWs y MANPADS estén febrilmente siendo arrojados al fuego; después de todo, sólo hay tantos terroristas y mercenarios que pueden ser enviados, y, como lo dice Mike Whitney, el mundo ya han alcanzado "el apogeo terrorista". Expulsar a Rusia -y volver el poderío aéreo estadounidense y británico abierta y decisivamente contra el Estado sirio- por lo tanto se ha convertido en un objetivo clave para los estrategas occidentales. ¿Pero cómo hacerlo? ¿Qué haría que los rusos se volvieran contra la intervención? El Times ayer: "Hasta ahora la guerra en Siria ha sido bastante popular... [pero] si resulta que la guerra motiva a los terroristas a vengarse sobre los rusos comunes y corrientes mediante el uso de explosivos ocultos en los aviones, esa actitud entusiasta podría cambiar" -o, al menos, eso es presumiblemente lo que espera el Times.

¿Y derribar el avión en suelo egipcio justo antes de la primera visita de Estado de Sisi a Gran Bretaña? No podría haber servido mejor a la estrategia británica si la bomba hubiera sido colocada directamente por el mismo MI6 (que ciertamente no debe ser descartado, y desde luego, no simplemente por motivos racistas que "por supuesto que nosotros no hacemos ese tipo de cosas" -en otras palabras, que sólo las personas de piel oscura son capaces de una atrocidad tan horrible).

Egipto se encuentra en una encrucijada histórica. Después de haber pasado del campo socialista a la 'órbita' de Occidente durante la era de Sadat en la década de los años 1970, el liderazgo de Egipto se ha vuelto cada vez menos dispuestos a ser dictado por Washington y Londres: un proceso que comenzó en la última parte del gobierno de Mubarak, y ha continuado bajo Sisi. Junto con Rusia, Egipto ha jugado un importante "papel de aguafiestas", como lo indica Sukant Chandan, en la operación de cambio de régimen de Occidente en Siria -y no ha sido perdonado por ello. Además, el gobierno de Mubarak había estado arrastrando sus pies sobre la privatización y el "ajuste estructural" exigido por el FMI. Y el turismo ha sido y es una importante fuente de ingresos para ayudar a reducir la dependencia del país respecto de la mafia de los banqueros internacionales. Pero desde el pasado sábado, todo eso está ahora en la balanza; como comentó el Financial Times, las sospechas de que el accidente fue causado por una bomba "pueden resultar ser desastrosas para la abrumada industria turística del país". "Por supuesto que esto tendrá un enorme impacto negativo en Egipto", anunció espontáneamente el secretario de Relaciones Exteriores británico, Philip Hammond, tras la decisión de Gran Bretaña de suspender los vuelos británicos a Egipto -aparentemente sin una pizca de remordimiento. Es interesante, en este sentido, que las primeras sugerencias de que el avión podría haber sido derribado por un misil lanzado desde el hombro (del tipo que se está suministrado por la CIA a la insurgencia en Siria, según el Wall Street Journal) -como afirmó el EIIL haberlo hecho- fueron reemplazadas muy rápidamente con la especulación de que debe haber sido una bomba a bordo. Esta fue una manera muy útil de desviar la atención sobre la culpa de los capacitadores del terrorismo poniéndola sobre el “perezoso y corrupto personal del aeropuerto egipcio” que permitió el paso del portador del explosivo –nada mejor para humillar a Egipto y socavar su industria turística. La probable pérdida masiva de ingresos turísticos obligará a los egipcios a volver al FMI, que, por supuesto, exigirá lo suyo en forma de privatizaciones masivas y  "austeridad".

Pero no sólo es la dependencia económica de Egipto con Occidente que se profundizará con el accidente -Gran Bretaña, en particular, parece estar usando el accidente como palanca para reintroducirse en el aparato militar y de seguridad de Egipto. En primer lugar, las autoridades británicas han estado usando cada oportunidad para humillar a Egipto, tratando de convencer al mundo de que Egipto es peligrosamente inestable, y que sólo mediante la subcontratación de la seguridad a Occidente puede estar a salvo de nuevo. Cuando Sisi arribó al país esta semana, señaló el Times, "Gran Bretaña abiertamente contradijo al líder egipcio y sugirió que él no estaba en control total de la península del Sinaí", mientras que un funcionario egipcio, "comentó que el envío de seis funcionarios para verificar los dispositivos de seguridad en el aeropuerto de Sharm el-Sheikh fue "como tratarnos como niños". Y he aquí que, tras la visita de Sisi, el secretario de Defensa Michael Fallon anunció que "el Reino Unido establecería un pequeño equipo militar en Egipto para combatir el terrorismo y el extremismo".

Como ya he escrito acerca de eso aquí, la propagación del terrorismo en la región MENA por medio de la operación de la OTAN en Libia ha sentado las bases para un renovado empuje occidental para convencer a los estados del Sur global de que necesitan profundizar “la cooperación militar” con Occidente. De esta manera, donde la dependencia económica en las finanzas y los mercados occidental está en declive terminal (en gran parte debido al ascenso de China), se está fomentando una nueva dependencia militar. Esto es especialmente cierto para estados como Nigeria, Egipto e Irak -otrora estados clientes de Occidente que poco a poco están saliendo de su órbita- con Occidente utilizando la amenaza del terrorismo como medio de forzarlos de nuevo al redil occidental. En otras palabras, un clásico chantaje.

Finalmente, por supuesto, el gobierno británico no ha perdido la oportunidad de utilizar la tragedia para presionar por una más profunda intervención británica en Siria. Michael Fallon, el ministro de Defensa de Gran Bretaña, ha estado en los últimos dos días explicando cómo se fortalecería el caso para bombardear Siria si se demostrara que el avión fue derribado por ISIS. Lo que no se explica de manera tan profunda es como uno de los principales estados patrocinadores de los escuadrones de la muerte en Siria, de alguna manera reducirá el poder de los escuadrones de la muerte. Eso, por supuesto, no se explica; tal es la naturaleza del imperialismo.

Entonces, en un mundo donde el poder occidental está en declive pronunciado, el terrorismo se está convirtiendo rápidamente en una de las últimas opciones viables para extender su hegemonía y debilitar el poder creciente del Sur global. Si este ataque fue llevado a cabo por el EIIL, entonces, que amable de su parte al poner sobre sus hombros la responsabilidad para actuar como la vanguardia de los intereses imperiales occidentales. Y cuan diligente de parte de los cientos de agentes occidentales en la organización al no hacer nada para detenerlos.



Dan Glazebrook es un periodista político y autor de Divide and Ruin: The West’s Imperial Strategy in an Age of Crisis.






Publicado por La Cuna del Sol
USA

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