martes, 3 de enero de 2017

La malicia de un perdedor: ¿Qué hay detrás de los ataques de Obama contra Putin?

No es de extrañar que el presidente de Estados Unidos esté atacando públicamente a Putin, insultándolo a él ya su país. No es de extrañar que la prensa tradicional esté en armas. ¿Cómo podría este «país más débil... más pequeño» ser más astuto que el todopoderoso Sr. Obama y el gran hegemón estadounidense?


LA MALICIA DE UN PERDEDOR: ¿QUÉ HAY DETRÁS DE
LOS ATAQUES DE OBAMA CONTRA PUTIN?


Por Michael Jabara Carley

Las relaciones entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente estadounidense Barack Obama están envenenadas e irremediablemente dañadas. Por lo tanto, es bueno que Obama abandone el cargo el 20 de enero. Por su puesto que las malas relaciones entre Estados Unidos y Rusia, no son nada nuevo. Desde la guerra anglo-americana contra Irak en 2003, las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se han ido cuesta abajo. Para Obama, parece que todo se ha vuelto personal. El presidente de EE.UU a menudo actúa como un adolescente petulante, celoso de un rival de la escuela secundaria. Es decir, el chico que hace todo mejor que él. El muchacho no lo soporta y no lo dejará pasar. Él desafía a su némesis en cada oportunidad sólo para perder una y otra vez. Eso tiene que ser duro para el ego. Entre Obama y Putin han habido muchos de esos encuentros. Tampoco ayuda el hecho que los caricaturistas occidentales muy a menudo ridiculicen a Obama como incompetente en comparación con Putin.

Consideremos las declaraciones de Obama en su última conferencia de prensa el viernes 16 de diciembre. "Los rusos no nos pueden cambiar o debilitar significativamente", dijo Obama: "Son un país más pequeño. Son un país más débil. Su economía no produce nada que alguien quiera comprar, excepto petróleo, gas y armas. No innovan ». Esto era insultar tanto a Putin como a su país, pero aparentemente no lo suficiente para Obama. "Ellos [los rusos] pueden impactarnos si perdemos el rumbo sobre quiénes somos. Pueden impactarnos si abandonamos nuestros valores. El señor Putin puede debilitarnos, al igual que está tratando de debilitar a Europa, si empezamos a aceptar la noción que está bien intimidar a la prensa, encarcelar a los disidentes, o discriminar a las personas por su fe o por su apariencia ».

¿De qué está hablando Obama? ¿Intimidar a la prensa? Los periódicos de Moscú y los medios televisivos están atestados de «liberales». Muchos rusos los llaman «quinta columnistas». Son <<personas con una visión del mundo más avanzada ‘que no toleran la’ propaganda rusa>>, según un colega en Moscú. Pero Putin los tolera y les hace caso omiso.

«Encarcelar a los disidentes... discriminar a las personas»? ¿En qué realidad alterna vive Obama? ¿No produce algo que la gente quiera comprar? Estados Unidos compra motores de cohetes que ahora no produce en casa. Tal vez los estadounidenses, bromeó un comentarista ruso, pueden usar trampolines de alta tecnología para entrar en el espacio y prescindir de la tecnología rusa.

En una entrevista el otro día  con la American National Public Radio, Obama despotricó contra Putin. Debe haber sido un ensayo para su conferencia de prensa. <<Este es alguien, el ex jefe de la KGB>>, dijo Obama, <<quien es responsable de aplastar la democracia en Rusia... contrarrestar constantemente los esfuerzos estadounidenses de propagación de la libertad; actualmente está tomando decisiones que están conduciendo a una masacre en Siria». Qué hipocresía tan increíble; un verdadero disparate. Putin era un teniente coronel en la KGB, pero nunca su jefe, y ciertamente no ha <<aplastado la democracia en Rusia>>. Incluso trata a su oposición política con respeto en comparación a Obama que desestima al presidente electo Donald Trump como una especie de candidato manchurio de los rusos. Los rusos, según Obama, interfirieron en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y ayudaron a derrotar a la demócrata Hillary Clinton. Ellos hackearon el disco duro del Comité Nacional Demócrata y pasaron miles de correos electrónicos a WikiLeaks, aunque, según otros, un indignado miembro del equipo de Clinton filtro la colección de embarazosos correos electrónicos. Obama ha desechado esa posibilidad. Los rusos ejecutaron el hackeo, insiste, y Putin debe ser considerado como personalmente responsable.

¿Dónde está la evidencia? En Moscú, un enojado Putin desafió a Obama mostrar la evidencia o callarse. Esto es algo muy difícil para Obama. Los rusos, dice, <<constantemente están contrarrestando los esfuerzos estadounidenses para propagar la libertad>>. Uno se pregunta dónde tendría lugar. En Ucrania, donde los Estados Unidos y la Unión Europea apoyaron y dirigieron el golpe de estado contra el gobierno ucraniano elegido democráticamente? ¿O en Siria, donde los Estados Unidos y sus vasallos regionales y de la OTAN llevan a cabo una guerra de agresión contra el gobierno legítimo en Damasco, apoyando a los terroristas yihadistas? ¿Contra cuántos gobiernos democráticos o movimientos políticos que han contado con el apoyo popular, ha complotado o destruido Estados Unidos desde 1945? La lista es larga, incluyendo la elección presidencial rusa de 1996.

Durante su entrevista con NPR, Obama tocó directamente la cuestión de Siria. La liberación del Este de Aleppo de la ocupación de Al-Qaeda y otros yihadistas ha enfurecido a occidente. Para la eterna vergüenza de Francia, la Torre Eiffel se oscureció para dolerse por la derrota de Al-Qaeda. Los medios tradicionales (MSM) están en armas. Rusia, Irán, Hezbolá, las milicias palestinas e iraquíes han ayudado al ejército árabe sirio a limpiar Aleppo de terroristas yihadistas y frustrar a Estados Unidos y a sus vasallos. Esto es lo que irrita a Obama, el ser superado por un hombre inferior a él y un país inferior a los Estados Unidos. ¡Qué deplorable es hablar de la liberación del Este de Alepo como «una matanza en Siria».

Las frustraciones de Obama comenzaron hace varios años. ¿Recuerdan en 2013, cuando el gobierno estadounidense inició una campaña de propaganda sobre las armas químicas sirias y advirtió de <<líneas rojas>> que no se podían traspasar? Al parecer, el gobierno de los Estados Unidos estuvo a punto de lanzar ataques aéreos masivos contra Siria. Putin intervino y el gobierno sirio renunció a sus armas químicas, eliminando el pretexto estadounidense para la intervención. La prensa escrita tuvo un día de campo mostrando como Putin ayudaba a Obama a salir del atolladero de su propia creación. Mientras tanto, Putin continuó instando a la cooperación ruso-estadounidense contra los yihadistas en Siria, tratando de alejar a Estados Unidos de sus ruinosas políticas. En vano. ¿Quién actuó entonces con mayor habilidad política, Putin u Obama?

Frustrado en Siria temporalmente, Estados Unidos abrió un nuevo frente en la frontera sur de Rusia en Ucrania. Apoyó el golpe de Estado en Kiev y se hiso de la vista gorda ante la vanguardia fascista, que mantuvo en el poder a la nueva junta ucraniana. <<Los fascistas son sólo unas pocas manzanas podridas>>, dijeron los funcionarios en Washington, pensando que la OTAN había logrado una gran victoria al conseguir poner sus manos sobre Sevastopol para poder echar a la flota rusa del Mar Negro, fuera de su tradicional base.

Tenemos que darle crédito a Obama; él era ambicioso, aspirando a un gran premio y a la humillación de Rusia y de su presidente. De nuevo, se vio frustrado no tanto por el presidente Putin, sino por el pueblo ruso de Crimea que movilizó inmediatamente sus unidades locales de autodefensa respaldadas por <<gente amable>>, infantes de marina rusos estacionados en Sebastopol, para expulsar a los ucranianos con apenas unos disparos. Organizaron un referéndum para aprobar la entrada en la Federación Rusa. La reunificación fue rápidamente aprobada por una gran mayoría y celebrada en Moscú. Putin pronunció un discurso notablemente sincero, explicando la posición rusa. «La OTAN sigue siendo una alianza militar -dijo- y estamos en contra que una alianza militar este instalándose en nuestro patio trasero o en nuestro territorio histórico. Simplemente no puedo imaginar que viajaríamos a Sevastopol para visitar a los marinos de la OTAN. Por supuesto, la mayoría son chicos maravillosos, pero sería mejor que ellos vinieran a visitarnos, ser nuestros invitados, y no al revés>>.

Todo pasó tan rápido, Obama debió de mirar, atónito, balbuceando con airada frustración el haber sido superado por los rusos de Crimea que después de todo sabían una cosa o dos sobre «innovar» y defender su tierra. Los rusos en el este de Ucrania también resistieron, tomando las armas para defenderse contra los batallones fascistas de Kiev.

Eso fue demasiado. Putin se convirtió en enemigo de Obama. El presidente estadounidense contraatacó con sanciones económicas, que sus vasallos europeos respaldaron rápidamente. Cuando el vuelo MH17 de Malasia Airlines, fue derribado sobre el este de Ucrania, Obama y la UE acusaron inmediatamente a Putin de ser responsable sin una pizca de evidencia. De hecho, la evidencia disponible apunta a la junta de Kiev como el culpable, pero la prensa tradicional no prestó atención. Se encargó de orquestar una campaña de propaganda que condujo a sanciones más duras contra Rusia con la intención de sabotear su economía rusa y quebrar su gobierno.

Una vez más Obama y sus consejeros calcularon mal. El gobierno ruso instituyó sus propias sanciones contra la UE, y buscó otras fuentes de suministro o sustituyó las importaciones extranjeras por productos rusos. <<Podemos prescindir de las manzanas polacas y del queso francés>>, pensó la mayoría de los rusos. Los <<liberales>> se pusieron de mal humor por la pérdida de su queso camembert, pero eso es un pequeño precio a pagar por la independencia rusa. Obama fue superado de nuevo por los rusos que, el insiste, no pueden innovar. En cuanto a la UE, sufrió enormes pérdidas económicas debido a las sanciones, por órdenes estadounidenses, en un ejemplo clásico de dispararse en el pie. Se está convirtiendo en un hábito; la UE ha renovado nuevamente sus sanciones contra Rusia.

Mientras la crisis ucraniana se prolongaba, Obama tuvo que volver su atención a Siria. En el otoño de 2015, Putin ordenó a las fuerzas aeroespaciales y navales rusas intervenir en nombre del fuertemente presionado gobierno sirio que pidió ayuda contra la invasión yihadista respaldada por Occidente. Lentamente el curso de la batalla empezó a cambiar. Otra vez, Obama fue cogido desprevenido; una vez más, el plan de Estados Unidos para derrocar al gobierno sirio fue frustrado por el enemigo de Obama. Estados Unidos intentó falsas treguas para permitir que sus mercenarios yihadistas se rearmaran y reabastecieran. Al principio, los rusos parecían no captarlo, aceptando las propuestas estadounidenses como genuinas. Tenían que aprender de la manera más difícil, pero lo hicieron al final. La liberación del Este de Alepo, aunque eclipsada por la pérdida simultánea de Palmira, es otro golpe a las políticas de Obama ya su frágil ego.

No es de extrañar que el presidente de Estados Unidos esté atacando públicamente a Putin, insultándolo a él ya su país. No es de extrañar que la prensa tradicional esté en armas. ¿Cómo podría este «país más débil... más pequeño» ser más astuto que el todopoderoso Sr. Obama y el gran hegemón estadounidense?

Al igual que la URSS, Rusia siempre ha tenido que emprender una politique du faible, las políticas de un pobre, sin tener nunca los abundantes recursos de los adversarios occidentales. A tiempo los rusos aprendieron a innovar. El zorro tiene que avanzar en un mundo lleno de lobos peligrosos.


Lo que Obama debe odiar más que nada es que Putin haya expuesto ante el mundo el apoyo estadounidense a Al-Qaeda y el Estado Islámico. ¿Quién en realidad es el responsable de la <<matanza>> en Siria? Obama lo llama luchando por la democracia. "Democracia de los bombardeos aéreos", replicó burlonamente  Putin en una ocasión. << ¿Se dan cuenta de lo que han hecho? >>    Preguntó Putin en la ONU en 2015,  estremeciendo a la prensa tradicional. Obviamente no, a juzgar por las declaraciones de Obama de los últimos días. Él sigue siendo el adolescente obsesivo con dudas sobre sí mismo, e incomprensiblemente, contra un verdadero estadista. Gracias a Dios Obama está a punto de salir de la Casa Blanca. No es demasiado tarde. El famoso comentario de Olliver Cromwell en 1653 al Rump Parliament parece apropiado. «Ustedes se han sentado durante demasiado tiempo sin utilidad alguna en tiempos recientes... yo digo que deben irse; y que nos liberemos de ustedes. En nombre de Dios, ¡váyanse!».






Publicado por La Cuna del Sol
USA. 

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