Sin duda, lo sucedido el
viernes pasado en Viena fue un giro inesperado que cambió las reglas del juego cuando las discusiones, relativamente
cordiales, se convirtieron en el colapso de facto de la OPEP +.
COMO LOS CISNES NEGROS ESTÁN
CONFIGURANDO EL PLANETA
PÁNICO
OPEP, Viena |
Por Pepe Escobar
¿Está el planeta bajo el hechizo de una serie de Cisnes Negros -una crisis
de Wall Street causada por una supuesta guerra petrolera entre Rusia y la Casa
de Saud, más la propagación incontrolada de Covid-19- que está conduciendo a un
“cross-asset pandemónium” o “pandemonio de activos cruzados”, según lo descrito
por el holding japonés Nomura?
¿O, como sugiere el analista alemán Peter Spengler, cualquier cosa que “se
haya evitado hasta aquí en el Estrecho de Ormuz, podría suceder ahora a través
de las ‘fuerzas del mercado’”?
Comencemos con lo que realmente sucedió después de cinco horas de discusiones
relativamente cordiales el viernes pasado en Viena. Lo que resultó en un
colapso de facto de la OPEP + fue, sin duda, un cambio radical de las reglas
del juego.
La OPEP + incluye a Rusia, Kazajstán y Azerbaiyán. En esencia, después de
años de soportar que la OPEP fijara los precios -el resultado de la presión
implacable de los EE.UU sobre Arabia Saudita- mientras reconstruía
pacientemente sus reservas de divisas, Moscú vio la oportunidad perfecta para
atacar, apuntando a la industria del esquisto estadounidense.
Las acciones de algunos de estos productores estadounidenses cayeron hasta
un 50 por ciento en el “Lunes negro”. Ellos simplemente no pueden sobrevivir
con el barril de petróleo en los $ 30, y hacia ahí es donde se encamina esto.
Después de todo, estas compañías se están ahogando en deudas.
Un barril de petróleo a $30 debe verse como un valioso regalo / paquete de estímulo
para una economía global en crisis, especialmente desde el punto de vista de
los importadores y consumidores de petróleo. Esto es lo que Rusia hizo posible.
Y el estímulo puede durar un tiempo. El Fondo Nacional de Riqueza de Rusia
ha dejado en claro que tiene suficientes reservas (más de $ 150 mil millones)
para cubrir un déficit presupuestario de 6 a 10 años, incluso con el petróleo a
$ 25 por barril. Goldman Sachs ya ha apostado por un precio probable, $ 20 por
barril del crudo Brent.
Como enfatizan los comerciantes del Golfo Pérsico, la clave de lo que se
percibe en los Estados Unidos como una “guerra del petróleo” entre Moscú y Riad,
es principalmente sobre derivados. En esencia, los bancos no podrán pagar a aquellos
especuladores en posesión derivados asegurativos contra una fuerte caída en el
precio del petróleo. Hay presión adicional proveniente de los operadores en
pánico con el Covid-19 extendiéndose a través de naciones que no están
preparadas para enfrentarlo.
Observar la jugada rusa
Moscú debe haber apostado de antemano que las acciones rusas que se cotizan
en Londres, como Gazprom, Rosneft, Novatek y Gazprom Neft, colapsarían. Según
el copropietario de Lukoil, Leonid Fedun, Rusia puede perder hasta $ 150
millones por día a partir de ahora. La pregunta es por cuánto tiempo será
aceptable.
A pesar de ello, desde el principio la posición de Rosneft ha sido que para
Rusia, el acuerdo con la OPEP + era “insignificante” y solo “despejaba el
camino” para el petróleo de esquisto estadounidense.
El consenso entre los gigantes energéticos rusos fue que la configuración
actual del mercado -masiva “demanda negativa de petróleo”, “shock de oferta”
positivo, y ningún productor pendular- inevitablemente tenía que llevar al
derrumbe del precio del petróleo. Ellos observaban, impotentes, como Estados
Unidos estaba vendiendo petróleo a un precio más bajo que la OPEP.
La maniobra de Moscú contra la industria del fracking de los EE.UU, fue en
retribución por la intromisión de la administración de Trump en el Nord Stream
2. La inevitable devaluación abrupta del rublo fue orquestada -considerando además
que el rublo ya estaba a la baja de todos modos.
Aún así, lo sucedido después de Viena, en lo fundamental, tiene poco que
ver con una guerra comercial entre Rusia y Arabia Saudita. El Ministerio de
Energía de Rusia se mostró imperturbable: vamos, nada que ver aquí. Riad, de
manera significativa, ha estado emitiendo señales de que el acuerdo de la OPEP
+ puede realizarse en el futuro cercano. Un escenario factible es que este tipo
de terapia de choque continuará hasta el 2022, y luego Rusia y la OPEP volverán
a la mesa para llegar a un nuevo acuerdo.
No hay cifras definitivas, pero el mercado del petróleo representa menos
del 10 por ciento del PIB de Rusia (solía ser del 16 por ciento en 2012). Las
exportaciones de petróleo de Irán en 2019 cayeron un 70 por ciento, y aún así,
Teherán pudo adaptarse. Sin embargo, el petróleo representa más del 50 por
ciento del PIB saudita. Riad necesita el barril de petróleo a no menos de $ 85,
para pagar sus cuentas. El presupuesto de 2020, con el crudo a un precio de $
62-63 por barril, todavía tiene un déficit de $ 50 mil millones.
Aramco declara que, comenzando en abril, ofrecerán no menos de 300,000
barriles de petróleo por día más que su “capacidad máxima sostenida”.
Consideran que podrán producir la friolera de 12.3 millones de barriles por
día.
Los comerciantes del Golfo Pérsico, abiertamente expresan que esto es
insostenible. Lo es. Pero la Casa de Saud, desesperada, usará sus reservas
estratégicas para descargar la mayor cantidad de crudo lo antes posible, y
mantener la guerra de precios en toda su plenitud. La (oleosa) ironía, es que
las principales víctimas de la guerra de precios son una industria que pertenece
al protector estadounidense.
Arabia-ocupada Saudita es un desastre. El Wall Street Journal informó el
viernes que uno de los hermanos del rey, el príncipe Ahmed bin Abdulaziz al
Saud, y un sobrino, el príncipe Mohammed bin Nayef, dos poderosos saudíes, fueron
arrestados y acusados de traición por supuestamente conspirar contra el rey
Salman y su hijo, el príncipe heredero, Mohammed bin Salman (MbS).
Cada grano de arena en el desierto de Nefud sabe que el amigo whatssapp de
Jared de Arabia Kushner, MbS, ha sido el gobernante de facto durante los
últimos cinco años, pero el momento exacto de su nueva purga en Riad lo dice
todo.
La CIA está furiosa: Nayef era y sigue siendo el principal activo de
Langley. El hecho de que la propaganda del régimen saudí denunció a los
"estadounidenses" como socios en un posible golpe de Estado contra
MBS, debería interpretarse como la "CIA". Es solo cuestión de tiempo
antes de que el Estado Profundo estadounidense, junto con elementos descontentos
de la Guardia Nacional, vayan por la cabeza de MbS -incluso cuando habla de
tomar todo el poder antes de la cumbre
del G-20 en Riad el próximo noviembre.
¿La caída del Halcón Negro?
¿Y qué es lo que viene después? En medio de un tsunami de escenarios, desde
Nueva York a todos los puntos de Asia, el diagnóstico más optimista es que
China está a punto de ganar la “guerra popular” contra Covid-19, y las últimas
cifras lo confirman. En este caso, la demanda mundial de petróleo puede
aumentar en al menos 480,000 barriles por día.
Bueno, eso es mucho más complicado.
El juego ahora apunta a una confluencia de un Wall Street en pánico;
histeria colectiva en relación al Covid-19; persistentes e innumerables
sacudidas resultantes del caos comercial global desatado por el presidente Donald
Trump; el circo electoral estadounidense; y la inestabilidad política en
Europa. Estas crisis entrelazadas se traducen en la Tormenta Perfecta. Por otra
parte, el ángulo del mercado se explica fácilmente, como quizás el comienzo del
fin de las inyecciones, por parte de la Reserva Federal, de decenas de billones
de dólares a la economía a través de la expansión cuantitativa (QE, en inglés) y reportos desde el 2008. La estratagema de
los banqueros centrales ha quedado en evidencia.
Se podría argumentar que el pánico financiero actual disminuirá solo cuando
se contenga el último Cisne Negro, el Covid-19. Adoptando el famoso adagio de
Hollywood -"nadie sabe nada"- cualquier cosa puede suceder. En medio
de una espesa niebla, y descontando la habitual cantidad de desinformación, un
analista de Rabobank, entre otros, ha propuesto cuatro escenarios posibles del
Covid-19. Reconoce que se está poniendo "feo" y el cuarto escenario,
lo "impensable", ya no resulta tan descabellado.
Esto implica una crisis económica mundial de una magnitud impensable.
En gran medida, todo dependerá de cuán rápido China, el vínculo crucial
ineludible en la cadena de suministro global just-in-time o justo a tiempo,
regrese a una nueva normalidad, compensando las interminables semanas de
cierres sucesivos.
Denostada, discriminada, demonizada las 24 horas del día, los 7 días de la
semana por el “líder del sistema”, China evocando a Nietzsche, está a punto de
demostrar que “lo que no te mata te hace más fuerte” cuando se trata de la
"guerra popular" contra el Covid-19. Mientras tanto, en el frente
estadounidense, hay pocas esperanzas de que el reluciente “dinero
helicóptero” Halcón Negro se desplome definitivamente. El último cisne negro
tendrá la última palabra.
Publicado por La Cuna del Sol
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