sábado, 14 de marzo de 2020

Como los cisnes negros están configurando el planeta pánico

Sin duda, lo sucedido el viernes pasado en Viena fue un giro inesperado que cambió las reglas del juego  cuando las discusiones, relativamente cordiales, se convirtieron en el colapso de facto de la OPEP +.


COMO LOS CISNES NEGROS ESTÁN
CONFIGURANDO EL PLANETA PÁNICO

OPEP, Viena
 
Por Pepe Escobar

¿Está el planeta bajo el hechizo de una serie de Cisnes Negros -una crisis de Wall Street causada por una supuesta guerra petrolera entre Rusia y la Casa de Saud, más la propagación incontrolada de Covid-19- que está conduciendo a un “cross-asset pandemónium” o “pandemonio de activos cruzados”, según lo descrito por el holding japonés Nomura?

¿O, como sugiere el analista alemán Peter Spengler, cualquier cosa que “se haya evitado hasta aquí en el Estrecho de Ormuz, podría suceder ahora a través de las ‘fuerzas del mercado’”?

Comencemos con lo que realmente sucedió después de cinco horas de discusiones relativamente cordiales el viernes pasado en Viena. Lo que resultó en un colapso de facto de la OPEP + fue, sin duda, un cambio radical de las reglas del juego.

La OPEP + incluye a Rusia, Kazajstán y Azerbaiyán. En esencia, después de años de soportar que la OPEP fijara los precios -el resultado de la presión implacable de los EE.UU sobre Arabia Saudita- mientras reconstruía pacientemente sus reservas de divisas, Moscú vio la oportunidad perfecta para atacar, apuntando a la industria del esquisto estadounidense.

Las acciones de algunos de estos productores estadounidenses cayeron hasta un 50 por ciento en el “Lunes negro”. Ellos simplemente no pueden sobrevivir con el barril de petróleo en los $ 30, y hacia ahí es donde se encamina esto. Después de todo, estas compañías se están ahogando en deudas.

Un barril de petróleo a $30 debe verse como un valioso regalo / paquete de estímulo para una economía global en crisis, especialmente desde el punto de vista de los importadores y consumidores de petróleo. Esto es lo que Rusia hizo posible.

Y el estímulo puede durar un tiempo. El Fondo Nacional de Riqueza de Rusia ha dejado en claro que tiene suficientes reservas (más de $ 150 mil millones) para cubrir un déficit presupuestario de 6 a 10 años, incluso con el petróleo a $ 25 por barril. Goldman Sachs ya ha apostado por un precio probable, $ 20 por barril del crudo Brent.

Como enfatizan los comerciantes del Golfo Pérsico, la clave de lo que se percibe en los Estados Unidos como una “guerra del petróleo” entre Moscú y Riad, es principalmente sobre derivados. En esencia, los bancos no podrán pagar a aquellos especuladores en posesión derivados asegurativos contra una fuerte caída en el precio del petróleo. Hay presión adicional proveniente de los operadores en pánico con el Covid-19 extendiéndose a través de naciones que no están preparadas para enfrentarlo.

Observar la jugada rusa


Moscú debe haber apostado de antemano que las acciones rusas que se cotizan en Londres, como Gazprom, Rosneft, Novatek y Gazprom Neft, colapsarían. Según el copropietario de Lukoil, Leonid Fedun, Rusia puede perder hasta $ 150 millones por día a partir de ahora. La pregunta es por cuánto tiempo será aceptable.

A pesar de ello, desde el principio la posición de Rosneft ha sido que para Rusia, el acuerdo con la OPEP + era “insignificante” y solo “despejaba el camino” para el petróleo de esquisto estadounidense.

El consenso entre los gigantes energéticos rusos fue que la configuración actual del mercado -masiva “demanda negativa de petróleo”, “shock de oferta” positivo, y ningún productor pendular- inevitablemente tenía que llevar al derrumbe del precio del petróleo. Ellos observaban, impotentes, como Estados Unidos estaba vendiendo petróleo a un precio más bajo que la OPEP.

La maniobra de Moscú contra la industria del fracking de los EE.UU, fue en retribución por la intromisión de la administración de Trump en el Nord Stream 2. La inevitable devaluación abrupta del rublo fue orquestada -considerando además que el rublo ya estaba a la baja de todos modos.

Aún así, lo sucedido después de Viena, en lo fundamental, tiene poco que ver con una guerra comercial entre Rusia y Arabia Saudita. El Ministerio de Energía de Rusia se mostró imperturbable: vamos, nada que ver aquí. Riad, de manera significativa, ha estado emitiendo señales de que el acuerdo de la OPEP + puede realizarse en el futuro cercano. Un escenario factible es que este tipo de terapia de choque continuará hasta el 2022, y luego Rusia y la OPEP volverán a la mesa para llegar a un nuevo acuerdo.

No hay cifras definitivas, pero el mercado del petróleo representa menos del 10 por ciento del PIB de Rusia (solía ser del 16 por ciento en 2012). Las exportaciones de petróleo de Irán en 2019 cayeron un 70 por ciento, y aún así, Teherán pudo adaptarse. Sin embargo, el petróleo representa más del 50 por ciento del PIB saudita. Riad necesita el barril de petróleo a no menos de $ 85, para pagar sus cuentas. El presupuesto de 2020, con el crudo a un precio de $ 62-63 por barril, todavía tiene un déficit de $ 50 mil millones.

Aramco declara que, comenzando en abril, ofrecerán no menos de 300,000 barriles de petróleo por día más que su “capacidad máxima sostenida”. Consideran que podrán producir la friolera de 12.3 millones de barriles por día.

Los comerciantes del Golfo Pérsico, abiertamente expresan que esto es insostenible. Lo es. Pero la Casa de Saud, desesperada, usará sus reservas estratégicas para descargar la mayor cantidad de crudo lo antes posible, y mantener la guerra de precios en toda su plenitud. La (oleosa) ironía, es que las principales víctimas de la guerra de precios son una industria que pertenece al protector estadounidense.

Arabia-ocupada Saudita es un desastre. El Wall Street Journal informó el viernes que uno de los hermanos del rey, el príncipe Ahmed bin Abdulaziz al Saud, y un sobrino, el príncipe Mohammed bin Nayef, dos poderosos saudíes, fueron arrestados y acusados de traición por supuestamente conspirar contra el rey Salman y su hijo, el príncipe heredero, Mohammed bin Salman (MbS).

Cada grano de arena en el desierto de Nefud sabe que el amigo whatssapp de Jared de Arabia Kushner, MbS, ha sido el gobernante de facto durante los últimos cinco años, pero el momento exacto de su nueva purga en Riad lo dice todo.


La CIA está furiosa: Nayef era y sigue siendo el principal activo de Langley. El hecho de que la propaganda del régimen saudí denunció a los "estadounidenses" como socios en un posible golpe de Estado contra MBS, debería interpretarse como la "CIA". Es solo cuestión de tiempo antes de que el Estado Profundo estadounidense, junto con elementos descontentos de la Guardia Nacional, vayan por la cabeza de MbS -incluso cuando habla de tomar todo el poder  antes de la cumbre del G-20 en Riad el próximo noviembre.

¿La caída del Halcón Negro?

¿Y qué es lo que viene después? En medio de un tsunami de escenarios, desde Nueva York a todos los puntos de Asia, el diagnóstico más optimista es que China está a punto de ganar la “guerra popular” contra Covid-19, y las últimas cifras lo confirman. En este caso, la demanda mundial de petróleo puede aumentar en al menos 480,000 barriles por día.

Bueno, eso es mucho más complicado.

El juego ahora apunta a una confluencia de un Wall Street en pánico; histeria colectiva en relación al Covid-19; persistentes e innumerables sacudidas resultantes del caos comercial global desatado por el presidente Donald Trump; el circo electoral estadounidense; y la inestabilidad política en Europa. Estas crisis entrelazadas se traducen en la Tormenta Perfecta. Por otra parte, el ángulo del mercado se explica fácilmente, como quizás el comienzo del fin de las inyecciones, por parte de la Reserva Federal, de decenas de billones de dólares a la economía a través de la expansión cuantitativa (QE, en inglés)  y reportos desde el 2008. La estratagema de los banqueros centrales ha quedado en evidencia.

Se podría argumentar que el pánico financiero actual disminuirá solo cuando se contenga el último Cisne Negro, el Covid-19. Adoptando el famoso adagio de Hollywood -"nadie sabe nada"- cualquier cosa puede suceder. En medio de una espesa niebla, y descontando la habitual cantidad de desinformación, un analista de Rabobank, entre otros, ha propuesto cuatro escenarios posibles del Covid-19. Reconoce que se está poniendo "feo" y el cuarto escenario, lo "impensable", ya no resulta tan descabellado.

Esto implica una crisis económica mundial de una magnitud impensable.

En gran medida, todo dependerá de cuán rápido China, el vínculo crucial ineludible en la cadena de suministro global just-in-time o justo a tiempo, regrese a una nueva normalidad, compensando las interminables semanas de cierres sucesivos.

Denostada, discriminada, demonizada las 24 horas del día, los 7 días de la semana por el “líder del sistema”, China evocando a Nietzsche, está a punto de demostrar que “lo que no te mata te hace más fuerte” cuando se trata de la "guerra popular" contra el Covid-19. Mientras tanto, en el frente estadounidense, hay pocas esperanzas de que el reluciente “dinero helicóptero” Halcón Negro se desplome definitivamente. El último cisne negro tendrá la última palabra.






Publicado por La Cuna del Sol

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