Pero la situación no es como
antes sino mucho peor. Muchos bancos van a quebrar. El capitalismo va de una
recesión hacia otra más profunda.
EL CAPITALISMO VA DE UNA
RECESIÓN HACIA OTRA MÁS
PROFUNDA
La declaración de la ley marcial y las expectativas sobre las vacunas han
frenado la caída de las bolsas, beneficiando a las grandes multinacionales
farmacéuticas, que esperan presentarse como salvadoras de la humanidad... para
ganar mucho dinero a costa de la paranoia.
Hace 12 años, tras la caída que siguió al colapso de Lehman Brothers, las
bolsas tardaron seis meses en tocar fondo, por lo que aún hay que esperar
nuevas caídas.
Las próximas víctimas serán los fondos de cobertura especulativos,
especialmente H2O, una filial de Natixis.
Pero las bolsas, decía Engels, son un mecanismo para que los especuladores
se roben el dinero unos a otros. Por sí mismas, no conducen a la crisis. Son
necesarios otros factores.
Las cadenas de producción se ha parado. En Barcelona ha afectado a 7.000
trabajadores de Volkswagen y en la República Checa a Skoda. Pero esto se
refiere a empresas individuales y, posiblemente, puramente temporales.
Bajo el imperialismo, la característica más importante de la crisis es que
son generales, como decía Lenin. No hay nada que se salve de ellas.
Los Estados, que hace 12 años salieron al rescate de los bancos, también
están en crisis o, mejor dicho, en bancarrota. Casualmente, es Italia quien,
además del coronavirus, padece una epidemia de deudas que no va a poder pagar.
La duda es si la quiebra de Italia arrastrará a toda la Unión Europea, si
los países del sur saldrán del euro, se cerrarán las fronteras y volverán las
aduanas y los pasaportes. ¿No es el coronavirus la excusa perfecta para ello? “Francia refuerza sus controles con
Alemania pero se niega a calificarlos como un cierre de fronteras”, titula
hoy la prensa europea.
Bruselas promete “la máxima flexibilidad” y el Banco Central Europeo se
dispone continuar emitiendo más deuda, por encima de los 20.000 millones de
euros mensuales actuales.
La “ingeniería financiera” seguirá porque ya no les queda ninguna otra
vacuna. Van a recomprar más “activos tóxicos” y bonos de gobiernos en quiebra.
Todos hacen lo mismo porque no pueden hacer otra cosa. En Estados Unidos,
la excepcional inyección adicional de 150.000 millones de dólares en el mercado
monetario se multiplicará por diez.
El Banco Central Europeo seguirá concediendo préstamos a los bancos para
que rescaten a las empresas con un tipo de interés preferencial negativo del
-0,75 por ciento.
Los índices de seguridad de los bancos se han suavizado y las pruebas de
estrés han desaparecido porque en Bruselas creyeron que la crisis de 2008 era
“temporal” y que luego todo volvería a ser como antes.
Pero la situación no es como antes sino mucho peor. Muchos bancos van a
quebrar. El capitalismo va de una recesión hacia otra más profunda.
Afortundamente, gracias a la pandemia nos están acostumbrando al terror con
pequeñas dosis de miedo cotidiano que refuerzan nuestras defensas.
Publicado por La Cuna del Sol
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