Este pícnico es un estúpido, totalmente enajenado por la religión y aliándose desde un principio con la ultraderecha fascista en el Congreso de la República ha jugado un papel pernicioso en contra de la democracia endeble de Guatemala. Antes de hacer su viaje a los Estados Unidos oró en uno de los pasillos del Congreso porque no se aprobara el Estado de Calamidad solicitado por el presidente Bernardo Arévalo para atender la emergencia de las lluvias.
JULIO PORTILLO:
OTRO DIPUTADO MAFIOSO Y ADEMÁS PASTOR
EVANGÉLICO
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Este caradura, hijo legítimo de Satanás, sin
lugar a dudas, fue un reputado pastor evangélico en Zacapa. Le iba bien desde
entonces pues su sobrepeso daba cuenta de ello. Era un legítimo representante
de la oligarquía ganadera de ese departamento y gracias a eso, el reverendo
Julio, quien no conocía la palabra frugalidad, moderación; disponía en su mesa
de los mejores cortes de carne de res, gratis, gracias a la “fuerza
espiritual, la gracia” que el buen Dios derramaba sobre él.
El Altísimo o el Diablo lo había proveído del
don de la palabra, la profecía y la sanación. ¡Vaya hermano maravilloso este!
Pero no todo iba bien por su glotonería. Su esposa, prácticamente salió huyendo
del lecho conyugal por las noches porque la sometía este gordo cochino, como en
las trincheras de la Primera Guerra Mundial, a insufribles ataques de gas, solo
que en este caso el gas no venía envasado en las rudimentarias latas de
principios de siglo XX, el Zyklon “B”, sino le reverberaban y los expelía del
mismísimo fondillo.
Este émulo de Allan Rodríguez, por lo gordo y
por lo mafioso, ha presentado iniciativas de ley disparatadas como lo fue su
reciente propuesta de ley de exonerar o bajar al mínimo los impuestos “a los
pobrecitos ganaderos”, según lo dicho por él. Por supuesto, este falso
profeta, tiene mucho apego a las cosas materiales, las de este mundo, y su
preocupación por las cosas espirituales es una cínica impostación. ¿Cómo
concilian estos sujetos-basura su “cristianismo” con su codicia? Vaya usted a
saber… Más que consideraciones de orden político estas personas, como este
gordo despreciable, son casos clínicos de auténticos enfermos emocionales sino
mentales.
Este gordo superó a Alfonso Portillo en la
dimensión de sus cachetes, pero a Alfonso nadie la quita que era un sujeto
inteligente; ahora Julito El Pícnico, me temo que su cerebro trabaja con una
media docena de neuronas. Este hombre es un estúpido, totalmente enajenado por
la religión y aliándose desde un principio con la ultraderecha fascista en el
Congreso de la República ha jugado un papel pernicioso en contra de la
democracia endeble de Guatemala. Antes de hacer su viaje a los Estados Unidos
oró en uno de los pasillos del Congreso porque no se aprobara el Estado de
Calamidad solicitado por el presidente Bernardo Arévalo para atender la
emergencia de las lluvias. ¿Al final, a quién perjudica este pícaro pícnico?
Pues al pueblo de Guatemala cuyos caminos están colapsados por las lluvias y
por la mala obra vial ejecutada por el corrupto Giammattei, ese otro sujeto
hacedor de fechorías, un auténtico Urdemales.
Guatemala sigue agobiada por la oposición
sistemática e irracional del Congreso, de la Corte de Constitucionalidad, de la
Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Público, brazo ejecutor del Pacto de
Corruptos y limpiabotas del gran capital guatemalteco y ahora se descara el
gordo Portillo quien, fíjese usted, para no hacer cola o fila en el aeropuerto
llegó en silla de ruedas, condición que le otorga una prerrogativa entre los
viajantes. El “enfermito”, por supuesto, fue pasado en primer lugar, con tal mala
suerte que por su voluminosa humanidad le dobló la rueda a la silla y tuvo,
pues, que caminar este holgazán. No tenía nada. Podía movilizarse totalmente
bien.
Y más aún de este pillo. Solicitó al
Ministerio de Gobernación le fueran asignados veinte policías para su seguridad
personal y cada uno de sus hijos y esposa. ¿A qué le teme? Sólo él sabe. Eso
sí, quiere morir comiendo sus asados gorditos de puyazo que sus ovejas le
proveen gratis. ¿Para dónde va Guatemala con semejantes sujeto? Para ningún
lado, lamentablemente. Buscan en sus locuras el derrocamiento de Arévalo,
hacerlo quedar mal como gobernante. Toda una conspiración impulsada desde los
órganos del poder público. Pero el pueblo de Guatemala no es tonto. Ya sabe
quiénes son sus enemigos.
Publicado por La Cuna del Sol
No hay comentarios.:
Publicar un comentario