sábado, 20 de octubre de 2018

Jimmy Morales le rezonga a Trump ante la crisis migratoria y porque no se ve claro lo de los $15 mil millones solicitados

No se pudo escuchar la pelada de cara que le dio Trump a Jimmy, pero ha de haber sido severa, para que nuestro actor tan risueño le dijera, rezongando, “que ninguna ayuda debe ser condicionada”.  Y que no les han dado ni un colón, ni una lempira, ni un quetzal; para eso del Plan de la Prosperidad como para que los gringos estén tan exigentes.


JIMMY MORALES LE REZONGA A TRUMP
ANTE LA CRISIS MIGRATORIA Y PORQUE NO SE VE CLARO
LO DE LOS $15 MIL MILLONES SOLICITADO


Por Luciano Castro Barillas

De plano, ser presidente es una buena manera de vivir. ¿Quién no quiere ser presidente en los países más atrasados de América Latina? Es una vida de riqueza, dispendio, de reyezuelos con cuatro años de vigencia pero con abundante dinero para él y para varias generaciones de su familia luego de dejar el cargo. ¿Quién no quiere ser presidente en Guatemala, Honduras o El Salvador? Es vivir en otro mundo donde no basta con la opulencia, la riqueza escandalosa, sino se da un paso más adelante en el atropello contra los humildes; se es opulento pero serlo sin ostentación, no tiene ninguna gracia.

Ser opulento y no ser ostentoso, no exhibir la riqueza ante los miserables y los amigotes, como que no encaja. Se necesita llevar un Rólex de 35 mil dólares, un auto de alta gama por las calles agujereadas de ciudades y pueblos de Guatemala; tener un helicóptero o un avión (como la “Balita” a reacción de la ladrona Roxana Baldetti) o poseer inmuebles incontables de inimaginable lujo. Por eso es un buen negocio se presidente de cualesquiera de estos tres países donde sus veinticinco millones de habitantes sobreviven comiendo escaso y mal. Sin educación, sin salud, ni vivienda.

Hoy que estalló la burbuja humanitaria en Honduras, en Centro América, la “la inteligencia americana” , que es omnipresente y todo lo sabe,  como que no percibió lo que se venía y cogió a las respectivos embajadores norteamericanos del Triángulo Norte adscritos al Plan de la Prosperidad; con los calzones bajos. No pudieron en la frontera entre Guatemala y Honduras ser contenidos, pues todo un alud humano de 4 o 5 mil personas hizo que a cambio de pedirles documentos de identidad y autorizarles permisos de tránsito, las autoridades guatemaltecas optaron por mejor cerrar las oficinas y se refugiaron en su interior, temerosos, zurrados, que había llegado el final de sus días. No estaban para detener a nadie sino para salvar el pellejo. Pero destacó la incapacidad de las autoridades policiales para contener a los migrantes.  Algo quedó en claro de todo esto: son fuerzas armadas civiles de lealtad limitada.

Jimmy adujo respeto a sus derechos humanos, de migración, lo cual no es creíble. Sencillamente se debatió en un dilema: reprimir o dejar pasar. Y optó, ante tantos desaguisados que rondan su existencia, que era mejor que los hondureños siguieran su camino y que viera México cómo salía. Pero el costo por su vacilación le salió y le devendrá caro. Trump perdió la compostura ante su “aliado” guatemalteco y le espetó sin ningún miramiento, con la boca llena de espuma, que le iba a suspender la ayuda económica inmediatamente por ese actuar tan patoso. En el fondo también contento porque los migrantes portadores de mano de obra barata, llegan en un momento de lo más oportuno, lindo de verdad, para su politiquería ramplona. Son, en la coyuntura de las elecciones de medio tiempo en USA, una riqueza fina, diamantes sin pulir y pepita de oro puro.

Con el miedo que ha difundido el presidente norteamericano de que los invade la Mara Salvatrucha y que descuartizarán a cuanto gringo encuentre mal parado por los caminos rurales de los Estados del sur, los votos irán inevitablemente a su caudal.  Como ocurre en Guatemala, que los comunistas están escondidos en la CICIG y difunden el temor entre los guatemaltecos donde muchos, como los hondureños, no tienen nada que perder.  Los políticos gringos trabajan igualmente con el miedo, con la ignorancia de sus electores. Con  las fake news que tanto condena el mandatario Trump pero que tanto le gustan, a escondidas, como el que porta una severa gonorrea o chancro sifilítico.

El Plan de la Prosperidad no tuvo que esperar mucho pues, a los pocos días de la II Conferencia que tuvo lugar en Washington no hace ni quince días, “la estrategia americana” no aguantó ni la quincena. No se pudo escuchar la pelada de cara que le dio Trump a Jimmy, pero ha de haber sido severa, para que nuestro actor tan risueño le dijera, rezongando, “que ninguna ayuda debe ser condicionada”.  Y que no les han dado ni un colón, ni una lempira, ni un quetzal; para eso del Plan de la Prosperidad como para que los gringos estén tan exigentes. Por eso lo del tirito de 15 mil millones de dólares que es un puro sueño guajiro, de nativo mariguano. De ilusiones de esquizofrénico, que ve a los chompipes paseando en bicicleta.





Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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