Todo indica que los militares del FCN buscan
reactivar las redes que dejó el FRG y el PP
JIMMY APELA A LA VIEJA
POLÍTICA:
EXPAC Y MILITARES EN EL
ALTIPLANO
Por Rodrigo Véliz
Santa Cruz del Quiché, junto a la antigua capital k’iché, es una metáfora
de los cambios electorales. Jimmy Morales (FCN) logró 7,296 votos. Quedó
segundo lugar detrás de Líder, y le sacó 5,000 votos a Sandra Torres (UNE). El
FCN no tenía en ese momento sede en el municipio. Según el coordinador del partido
en Santa Cruz, Luis Zapeta, solamente cuatro personas se encargaron de hacer el
trabajo de Morales en todo el municipio.
“La gente se reía de nosotros, y tal vez tenían razón. Yo no había escuchado
de Jimmy hasta enero de este año. Acá no suena mucho”, recuerda en medio de
blocks, tablas y un profundo olor a pintura fresca. La nueva sede del partido
recibe cada vez más visitas y personas buscando afiliarse. “Es un fenómeno. No
nos sumamos, nos multiplicamos”, continúa con cada vez más entusiasmo.
Zapeta es nuevo en la política. Y como muchas otras personas a lo largo del
país, ve en Morales una salvación a todo lo que odia del actual sistema
político. Desplazado Manuel Baldizón (Lider), Sandra Torres parece la heredera
de un voto de castigo generalizado luego de la crisis política. “Nosotros
confiamos en las promesas de un gobierno diferente. Estamos convencidos que el
plan de gobierno se va a cumplir”.
Un Quiché de militares
Pero esos 7,296 votos logrados en Santa Cruz no fueron solo por el
entusiasmo de 4 integrantes del FCN. En un departamento dominado por Lider y
PP, hubo una ayudita para el FCN. Tres semanas después de las elecciones, 11
alcaldes de los dos partidos (de los 21 del departamento) anunciaron que
brindarían la organización de su partido a FCN en la segunda vuelta. El
arreglo, según un alcalde quichelense que pidió el anonimato, se dio antes de
las elecciones: el diputado por el PP, Estuardo Galdámez, dijo en una reunión
que “los militares debían apoyarse entre sí”, y había que apoyar a Morales para
llegar a la presidencia, en alusión al grupo de militares del FCN. En una
conversación con Nómada, Galdámez negó esas instrucciones a sus alcaldes.
La influencia del diputado Galdámez viene de atrás. Oriundo de Tiquisate,
Escuintla, el diputado que intentó sobornar a un periodista de elPeriódico
llegó a Quiché como militar durante la guerra. Después llegó a la Dirección de
Inteligencias en 1992 junto al expresidente Otto Pérez Molina. Cuando se formó
el Partido Patriota, Galdámez fue destacado nuevamente a Quiché, ahora para
retomar las bases políticas que había dejado la guerra: comisionados militares
y patrulleros de autodefensa civil (PAC).
Estas redes formadas por el ejército se transformaron en los noventa en
Comités de Agua y de Mejoramiento. En Quiché respondían a Mario Rivera,
diputado electo desde 1999 por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG); y
reelecto en 2015 con Lider, pero con una investigación de la CICIG y el MP
abierta en su contra por enriquecimiento ilícito.
Estuardo Galdámez recuerda cómo esas bases del FRG, a partir del 2000 como
Comités Comunitarios de Desarrollo (Cocodes), migraron a ser las bases del
Partido Patriota en Quiché. “Quiché es un pueblo militarista. La gente le tiene
cariño a los militares, lo que me llena de satisfacción”, dice el diputado en
las afueras del Congreso.
Como parte de esa tradición militarista están los grupos de expatrulleros.
Oswaldo Osorio es uno de los dirigentes patrulleros más reconocidos en Santa
Cruz del Quiché. Ellos apoyaron desde las elecciones de 2011 el proyecto del
PP. Pero dice que ahora buscan alejarse del Patriota por todos los problemas de
corrupción que tuvieron. Ahora se dedica a generar apoyo por Morales y el FCN
en las aldeas de Santa Cruz.
También en septiembre, el expatrullero Osorio fue a una reunión del FCN en
donde un diputado electo y el vicepresidenciable, Jafeth Cabrera, les
ofrecieron a los exPAC un pago que llevan esperando desde que se los
prometieron Alfonso Portillo y Efraín Ríos Montt hace quince años: su servicio
“voluntario” durante la guerra sería remunerado. Q5,200 dividido en tres pagos.
US$675. Más o menos lo mismo que esperan las víctimas del conflicto armado.
El fantasma de los
paramilitares
Jimmy Morales y su partido no son los primeros que ven con ojos electorales
a los exPAC. Hace casi quince años, el gobierno de Alfonso Portillo, Efraín
Ríos Montt y los militares del FRG los reorganizaron para convertirlos en su
base electoral.
“Para mí, los exPAC son héroes, porque han salvado a la patria y han
ayudado a la libertad. La compensación no vale nada pero es el símbolo de que
ustedes son héroes, es un reconocimiento y mi gratitud eterna a los exPAC del
país, que merecen todo mi amor y todo el amor de la patria”, dijo en septiembre
de 2003 Alfonso Portillo, a días de las elecciones.
Las PAC tuvieron un crecimiento vertiginoso cuando Ríos Montt ocupó a la
fuerza la presidencia del país, entre marzo de 1982 y agosto de 1983. Fueron el
arma de los militares para derrotar a la guerrilla, con muchas masacres y
asesinatos de civiles a cuestas.
Durante el gobierno del FRG, en agosto de 2002, hubo una conferencia en el
Club de Oficiales en la zona 13 capitalina. Demandaban a Portillo el dinero que
había ofrecido. La conferencia fue organizada por la Asociación de Veteranos
Militares de Guatemala (Avemilgua). Su vocero de entonces, el coronel retirado
Héctor Rosales, pidió un reconocimiento directo para los 60 mil patrulleros
movilizados, y no los programas de desarrollo que ofertaba Alfonso Portillo.
Para asegurarse su voto en las elecciones, el gobierno hizo el primer pago y
prometió dar los otros dos después de las elecciones, si reelegían al FRG.
Pero los otros candidatos también ofrecieron lo mismo. Óscar Berger, el
siguiente presidente, inventó un programa de reforestación para pagarles. El
programa resultó en un fracaso.
Doce años después, en agosto de 2015, la historia parecía repetirse, pero
con otros papeles. En el mismo Club de Oficiales, el coronel retirado Édgar
Justino Ovalle, miembro de Avemilgua, fundador del FCN y primero en el listado
de diputados, se dirigió a su público con palabras cálidas.
Recordó sus años en el ejército, llamó a los patrulleros héroes por el
trabajo que hicieron durante al guerra, y les recordó que hoy tenían una nueva
misión: combatir “el color verde” y defender a la “patria, como lo hicimos hace
años”, según un reportaje de elPeriódico.
Ovalle es el mandamás en el partido.
Sus palabras tenían el mismo fin que las de Portillo: votos. En la primera
vuelta, en la que participaron 5 millones de votantes, la diferencia fueron 200
mil votos entre FCN y UNE. Para asegurar su victoria, el FCN necesita más votos
en los departamentos de mayoría indígena. Ahí, Sandra Torres aventaja por los
programas sociales de su administración (2008-2011). Jimmy Morales espera que
algunos de los 800 mil exPAC que aparecen registrados lo ayuden. Oswaldo
Osorio, el líder patrullero de Quiché, recordó que el pago entusiasmó a los
viejos patrulleros.
Todo indica que los militares del FCN buscan reactivar las redes que dejó
el FRG y el PP.
Las armas del ejército
Juan Pablo Chanay Pablo tenía 64 años cuando fue muerto a golpes. 64 años.
Regresaba de una manifestación en la plaza central del municipio de
Colotenango, en el fronterizo Huehuetenango. En la pequeña plaza, en la parte
media de un cerro, y rodeada de negocios, la casa municipal y una parroquia, se
habían reunido campesinos, viudas y familiares de desaparecidos o desplazados
durante la represión estatal. Demandaban la disolución de las PAC en
Colotengango. Era el tres de agosto de 1994.
Según la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH), patrocinada por las
Naciones Unidas, varios patrulleros siguieron a Juan Pablo Chanay y a otros
luego de la manifestación. Cerca del río que marca la división del municipio
con San Rafael Petzal, Chanay fue asesinado por los patrulleros. Según relató
un patrullero a la CEH, el oficial de Asuntos Civiles de la zona militar de
Huehuetenango metió una granada y una pistola en la bolsa de Chanay luego de
morir para justificar el acto.
En 1999 fueron declarados culpables 12 patrulleros por la muerte de Chanay.
Unos días después fueron liberados de una estación de policía por otros
patrulleros armados con palos, machetes, explosivos y bombas de humo, según el
reporte de derechos humanos del Departamento de Estado estadounidense para el
2000. El gobierno de Bill Clinton lamentó los pocos avances para juzgar al
acusado de ser el autor intelectual del crimen, el general retirado Luis Felipe
Miranda Trejo. La PDH de Mario García Laguardia lo había nombrado como autor
intelectual: el general Miranda era Comandante de la Zona Militar No. 19 (de
Huehuetenango) cuando se realizó el asesinato de Chanay.
Miembro fundador de Avemilgua, Miranda Trejo se lanzó ese mismo año (1999)
a diputado por Huehuetenango. Sus años en el departamento como comandante y la
organización que hizo de patrulleros y comisionados militares fue determinante
para ser electo de la mano del FRG de Ríos Montt. Una vez en el gobierno, fue
de las piezas clave para gestionar el pago a los ex-PAC. Integró la Comisión Negociadora
y presionó a lo interno del FRG para integrar a los patrulleros al partido.
En 2004 Miranda Trejo dejó su diputación. De 2006 al 2012 fue presidente de
Avemilgua, y en medio de eso, en 2007, fue de los fundadores del FCN, el
partido que lanzó a Jimmy Morales.
Los militares que no querían
la paz
Los militares de Avemilgua son vistos como radicales por sus mismos colegas
militares.
“Avemilgua está constituida por un grupo de militares jubilados. Entre
ellos prevalece una posición dogmática, originada en el hecho que entre ellos
tuvieron una significativa participación en el enfrentamiento armado y nunca
estimaron negociar”, dijo en 2002 Mauricio López Bonilla al semanario
Inforpress.
Las palabras de López Bonilla, el militar que fue mano derecha y ministro
de Pérez Molina, explican las divisiones que existían dentro del ejército en
los noventa: unos querían negociar los acuerdos de paz y otros querían mantener
la guerra hasta eliminar totalmente al enemigo.
Tenían razones de peso. El autor intelectual de aquel crimen de
Huehuetenango, diputado del FRG y fundador del FCN, Luis Miranda Trejo, fue
oficial de inteligencia en las bases militares de San José y de Cobán, y en la
Guardia Presidencial en los años más duros de la guerra (79-83). Cuando estaba
en la base militar de Cobán, compartió puestos con Édgar Ovalle (el ahora
diputado del FCN para 2016-2019) y Ricardo Méndez Ruiz (padre), comandante de
la base de Cobán. La base se hizo famosa en 2012 por estar hecha sobre
cementerios clandestinos.
El paso del tiempo se inclinó a terminar con la guerra fría, y llevó
inevitablemente a que un grupo de militares se vieran las caras y buscaran
apoyarse. Según archivos desclasificados de la Embajada estadounidense en
Guatemala (R071546z), José Quilo Ayuso, fundador de Avemilgua y financista de
Jimmy Morales, manipuló en julio de 1993 una lista de oficiales que serían
removidos o que cambiarían de puesto. Esa lista los señalaba de controversias
que rayaban en lo ilegal. Quilo Ayuso manipuló el listado, y con eso benefició,
entre otros, a Luis Miranda Trejo.
Estos militares radicales han intentado en varias ocasiones acabar con la
democracia. Según documentos estadounidenses desclasificados (R0222027z), en
agosto de 1993 se reunió varias veces un grupo de oficiales bajo el mando de
Quilo Ayuso. Estaban descontentos porque perdió su opción: apoyaban el golpe de
Estado de Jorge Serrano en 1992 y pedían abortar las negociaciones de la paz.
Ese 1993 decidieron formar Avemilgua junto a otros cientos de militares.
La segunda vuelta de 2015
Colotenango no es lo mismo que hace 20 años. Tras el asesinato del Chanay,
en 1996 los PAC fueron desarmados en ese municipio. Pero su trabajo político y
las relaciones continuaron. En la primera vuelta votaron para diputados por el
PP, pero para la presidencia le dieron su apoyo a Jimmy Morales. Y en la
segunda vuelta será aún más fuerte. Buena parte de las bases del PP y Lider
migrarán hacia el FCN. “La UNE hace muchas promesas, sino cumple vamos a quedar
mal con nuestras bases”, dice en medio del cerro donde cuida su cosecha Romeo
Domingo, ex candidato del PP para Colotenango.
Luis Zapeta, el entusiasta militante de Jimmy en Santa Cruz del Quiché,
sabe que la llegada de todos estos “políticos viejos” a su partido puede causar
un desastre. Reconoce que muchos líderes de patrulleros y del partido de Manuel
Baldizón hacen campaña a favor de FCN y dice que lo hacen a sus espaldas.
Varios alcaldes se acercan y ofrecen su apoyo y recursos. Sedes cambian del
color naranja al blanco con líneas azules y rojas. Y ellos no pueden negarse. Como
lo dice el candidato Morales: “él no puede evitar tanto apoyo”. Solo aclarar
ante la gente que cree en Jimmy: no son alianzas, son solamente acercamientos y
apoyos, dice Luis Zapeta, a quien se le cuestiona:
– ¿Y no va a haber problemas cuando esos políticos viejos reclamen puestos
por su apoyo?
– Yo esperaría que no, que no se nos salga de las manos. Si no, se nos va a
caer el partido.
O, quién sabe, quizás incluso el gobierno.
Fuente Original: Nómada
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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