viernes, 4 de diciembre de 2015

“Erdogan puede estar con la cara manchada de petróleo y siempre lo negará todo”, Vladimir Putin, dixit.

El mundo estaría ya hecho añicos, pero afortunadamente hay personas como Putin y Xi Jinping, capaces de anteponer los intereses de la humanidad a sus aspiraciones personales. Todo lo contrario del presidente turco quien aparte del enriquecimiento  familiar por la venta de petróleo robado a Irak y Siria, como todo bandido, “antes de que me digan, digo”. Resulta que ahora él es el ofendido. ¡Vaya granuja! ¡Vaya desaprensión tan descarada! Con pruebas irrefutables servidas a la comunidad internacional por la inteligencia espacial rusa sigue negando su complicidad con los terroristas del Estado Islámico.


“ERDOGAN PUEDE ESTAR  CON LA CARA MANCHADA
DE PETRÓLEO Y SIEMPRE LO NEGARÁ TODO”,
Vladimir Putin, dixit.


Por Luciano Castro Barillas

Solo la prudencia, la sensatez, la paciencia, el amor al pueblo ruso, el respeto y aprecio a la humanidad entera de parte del presidente Vladimir Putin, presidente de la Federación de Rusa, ha permitido conjurar, por el momento  -y no se sabe hasta cuándo pueda hacerlo-  un incendio del mundo con una Tercera Guerra Mundial, catastrófica, destructiva, de la cual ningún bando saldrá ganando, pues cualquiera de las grandes potencias militares del mundo al verse acorralada en una guerra convencional hará, ineluctablemente, uso del arma nuclear.

Ninguna de las naciones con armas atómicas permitirá ser  destruida por sus enemigos sin responder. Eso es precisamente lo que intenta, con grandes esfuerzos de tolerancia pero con firmeza, ese formidable gigante político y moral como lo es el señor Putin. ¿Qué hubiera pasado ya en el mundo, en el Medio Oriente, si locos e irresponsables como los Bush o como la familia mafiosa turca de los Erdogan tuvieran el poder de Rusia, China o los Estados Unidos? El mundo estaría ya hecho añicos, pero afortunadamente hay personas como Putin y Xi Jinping, capaces de anteponer los intereses de la humanidad a sus aspiraciones personales. Todo lo contrario del presidente turco quien aparte del enriquecimiento  familiar por la venta de petróleo robado a Irak y Siria, como todo bandido, “antes de que me digan, digo”. Resulta que ahora él es el ofendido. ¡Vaya granuja! ¡Vaya desaprensión tan descarada!

Con pruebas irrefutables servidas a la comunidad internacional por la inteligencia espacial rusa sigue negando su complicidad con los terroristas del Estado Islámico. Es un personaje impresentable, cínico, con decididas y francas hormonas de marrano para luego de realizar un acto terrible de perfidia, como lo fue el derribamiento del bombardero ruso SU-24, de un pueblo, como el ruso, que solo ha beneficiado a los ciudadanos turcos otorgándoles oportunidades de trabajo en Rusia. Ese es el pago que recibe Rusia, ese noble y valiente pueblo que ya salvó a también a la humanidad de otra gran catástrofe cuando derrotó a las huestes de Adolfo Hitler al altísimo costo (lea con detenimiento esto, por favor) de 26 millones personas de la antigua Unión Soviética. ¿Pudo pueblo alguno a lo largo de la historia de la humanidad hacer semejante sacrificio? Esa es la grandeza de Rusia y de los rusos. Y Putin lo dice con humildad y con sinceridad: “Rusia no aspira a ser superpotencia, ni enseñar a otros cómo vivir”. Solo aspira, dijo Putin este miércoles 2 de diciembre, a que todos los ciudadanos rusos tengan servicios de salud gratuitos, crear más escuelas, promover la natalidad y hacer descender la mortalidad infantil y encontrar una solución política, no militar,  a los problemas nacionales e internacionales.

Si el imperialismo de los Estados Unidos y sus secuaces (la Unión Europea) buscan o quieren la guerra, la excusa la tendrán de hoy a mañana. Buscarán el pretexto si ya todo está definido por las fuerzas imperiales de llevar al mundo a la guerra. Provocando un accidente cuando aviones de guerra inconsultamente violen el espacio sirio y Rusia (ya advirtiéndolo desde el derribo de su avión SU-24) haga uso de sus cohetes S-400 capaces de derribar a un tiempo 32 objetivos en vuelo, o sea aviones en vuelo. Con esta alta tecnología militar que dispone Rusia, de antemano se sabe quién, sino Rusia, ganaría una guerra convencional.

Es imprevisible lo que pueda pasar en el Oriente Medio con todos los esfuerzos de prudencia de la dirigencia política y militar rusa. Diríamos, con gran pesimismo, que hay una percepción inevitable del desencadenamiento de la guerra; lamentablemente. ¿Qué se puede esperar cuando el destructor de los Estados Unidos, Ross, se adentra a los espacios, digamos naturales, del pueblo ruso, como lo es el Mar Negro? Es como si los rusos enviaron un portaviones al Golfo de México,  y lo posicionaran frente a Houston o Nueva Orleáns, por ejemplo. Es una franca amenaza o una temeraria provocación, aunque, como siempre cuando los politiqueros gringos preparan una celada hacen uso de un lenguaje anfibológico, antidiplomático, poco claro, tal lo dicho por el portavoz del Departamento de Estado cuando emitió declaraciones con respecto a la movilización del destructor: “Es para asegurar la paz y la estabilidad en toda la región, así como para aumentar la combatividad con nuestros socios y aliados. (¿?).

Mark Torner agregó algo muy hiriente para la sensibilidad del pueblo ruso, al intentar justificar el asesinato e intento de asesinato de los dos paracaidistas rusos eyectados del SU-24 derribado: (…) los terroristas sirios dispararon contra los pilotos rusos que estaban descendiendo en paracaídas para defenderse. Increíble cinismo. Descaradas declaraciones. Tan propias o iguales a las de Erdogan, como consumados reaccionarios en total empatía, enemigos de la paz y de la razón. Por eso Putin dijo en un inhabitual gesto de ironía que: “Alá le quitó a la dirigencia política turca la inteligencia y la razón”.


Y la inestabilidad promovida por el imperialismo de los Estados Unidos alcanza ya también a América Latina. El acoso mediático contra el proceso electoral es toda una conspiración de las fuerzas oscuras de la derecha internacional, quizá preparando lo que se espera que ocurra: desconocer los resultados electorales en Venezuela, promover el desorden y crear las debidas justificaciones para una intervención. Ha sido el modus operandi invariable del imperio USA. Nadie se llama al engaño. Por eso Putin decidió que el portaviones Kuznetsov recale frente a las cosas de Venezuela para disuadir una eventual agresión gringa. Y lo mis ha hecho China, al tenor de los tratados militares con su aliado: va en camino el portaviones Chin Gan 7 con siete fragatas con armamento de alta tecnología. Esperamos que pase lo mejor al pueblo ruso, al pueblo sirio, al pueblo irakí, así  como al pueblo venezolano, en estos momentos duros de fiereza imperialista.






Publicado por La Cuna del Sol
USA. 

No hay comentarios.: