Israel, el enemigo ocupante, por todas partes, como los gringos, cometen atrocidades. Guatemala no fue la excepción. Todas las modernas estructuras de inteligencia del ejército guatemalteco fueron diseñadas por El Mossad en la década de los años 80, dando lugar a una represión atroz. Hubo tantas torturas que se vuelven innombrables por lo terroríficas que son donde se incluyeron hombres, mujeres y niños y ancianos. Por eso no es de extrañar el último golpe asestado por El Mossad al pueblo libanés en su conjunto con el asunto de los bípers y los walkie-talkie.
EL MOSSAD:
PERVERSIÓN, EFICIENCIA PARA EL MAL
E INEQUÍVOCA CAPACIDAD DE INFILTRACIÓN
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Con lo desagradables que son los sionistas
por su filiación política fascista y ahora neonazi, realmente no les hace falta
nada de todo lo malo que hay en este mundo. Son seres infernales. Auténticos
bastardos sin gloria. Practican el racismo, xenofobia, nacionalismos
demenciales, crueldades sin límites, pero, sobre todo, son grandes descarados
ladrones. No son amigos de nadie, solo de su avaricia. No hay sionista humano,
en conclusión. Están al borde de otra guerra, ahora nuevamente contra el
Líbano, país múltiples veces agredido, desde los tiempos del entreguista Beshir
Gemayel, gran colaborador de los sionistas y partícipe directo de las masacres
de los refugiados de Zabra y Shatila.
No hay sionista bueno, en conclusión; todos
están desbordados por la maldad. Actualmente las milicias de Hezbolá están bien
pertrechadas por Irán y no son un hueso fácil de roer. Disponen de artillería
ligera como misiles de corto alcance, lanzagranadas y piezas de artillería de
105 milímetros, obuses no interceptables y que puede causar gran daño donde
impactan y, por supuesto, disponen de una dotación ilimitada de municiones,
algo así como para darle gusto al enemigo sionista.
Si la agresión israelí tiene lugar y que así
parece, será un conflicto de importantes proporciones. Hay que tomar en este
casi seguro conflicto bélico el recurso humano, o personal, como le llaman los
militares. Serán miles de voluntarios chiítas de Irán los que se incorporarán a
la lucha contra Israel dada la jurada enemistad entre ambos. En el caso de las
naciones islámicas el militarismo va de la mano del fervor religioso y será el
combustible del enfrentamiento entre ellos. Hoy precisamente Israel, el país
infame, atacó a Beirut en los suburbios o barrios del sur de la capital
libanesa.
Israel, el enemigo ocupante, por todas
partes, como los gringos, cometen atrocidades. Guatemala no fue la excepción.
Todas las modernas estructuras de inteligencia del ejército guatemalteco fueron
diseñadas por El Mossad en la década de los años 80, dando lugar a una
represión atroz. Álgida. Ante el embargo
militar norteamericano los sionistas proveyeron de armas de fusilería y
municiones a las fuerzas represivas guatemaltecas. Se hicieron muy conocidos en
esos años los fusiles Galil, plagio por cierto del fusil ruso AK47. Pero la
colaboración sionista no llegaba hasta allí, con el asunto puramente militar.
El Mossad les enseñó a los oficiales del
ejército guatemalteco las peores vilezas. Los instruyó en el martirio humano
como sacar dientes sin anestesia, quebrantarlos con martillo, insertar agujas
en los ojos, arrancar uñas de pies y manos con tenazas de albañil. En fin, los
horrores fueron variados y extendidos. Claro, los sionistas habían iniciado
estas prácticas con los palestinos del Movimiento para la Liberación de
Palestina, OLP. Pero aquí también los oficiales involucrados en capturas ya
tenían su propia escuela de tormento como la capucha con folidol o gamecsan o
el azote desnudo de los desgraciados con alambre eléctrico o de púas. Se
combinaron los diablos sionistas con los diablos guatemaltecos. Hubo tantas
torturas que se vuelven innombrables por lo terroríficas que son donde se
incluyeron hombres, mujeres y niños y ancianos.
Por eso no es de extrañar el último golpe
asestado por El Mossad al pueblo libanés en su conjunto con el asunto de los
bípers, ese aparatito buscador de personas y muy popular en la década de los
90. Sabotearon los judíos también los walkie-talkie. Los bípers son aparatos de
comunicación desfasados pero todavía de mucho uso en el Líbano, sobre todo para
resguardarse una militancia de la localización a través de los teléfonos
celulares. Pero no funcionó.
El sabotaje de los aparatos no lo hicieron
solo los sionistas. Prestaron sus buenos servicios Taiwán, Japón y Hungría.
Hubo como 35 muertos y dos mil heridos. Y aunque nos disguste la situación de
los crímenes generalizados, inhumanos, lindantes con el terrorismo más brutal;
no puede dejarse de reconocer la eficiencia para el mal de los servicios
secretos de la entidad sionista. Se vienen grandes actos de violencia y
esperamos que las víctimas sean pocas, pero la cuenta trágica ya empezó con los
ataques sionistas en el sur de Beirut. No es predecible lo que pueda pasar,
pero los sionistas vulneran el derecho y la seguridad internacional.
Publicado por La Cuna del Sol
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