miércoles, 16 de abril de 2014

¿Morderá Putin el Anzuelo?

La represión del gobierno golpista de rusos étnicos en Donetsk y Kharkiv podría conducir a una intervención rusa que proporcionaría la justificación que Washington está buscando. Por doloroso que sea para Putin ver que los ucranianos de habla rusa son golpeados y tal vez asesinados por matones nazis y mercenarios extranjeros disfrazados de las Fuerzas de Seguridad de Ucrania, él debe evitar el envío de tropas. Es una trampa.


¿MORDERÁ PUTIN EL ANZUELO?


Por Mike Whitney

El ardid de Obama

"Rusia... es ahora reconocida como el centro del 'motín' mundial contra la dictadura global de los EE.UU y la UE. Su generalmente pacífico... enfoque está en contraste directo con los métodos brutales y desestabilizadores utilizados por los EE.UU y la UE…. El mundo está despertando a la realidad de que en verdad existe, repentinamente, un poco de fuerte y decidida resistencia al imperialismo occidental. Después de décadas de oscuridad, la esperanza está surgiendo" -Andre Vltchek,  Ukraine: Lies and Realities, CounterPunch

Rusia no es responsable de la crisis en Ucrania. El Departamento de Estado de EE.UU ha diseñado el golpe fascista que derrocó al presidente democráticamente electo de Ucrania, Viktor Yanukovich, y lo ha reemplazado con el títere de los EE.UU Arseniy Yatsenyuk, un ex banquero. Llamadas telefónicas pirateadas revelan el papel fundamental que Washington jugó en orquestar el golpe de Estado y en la selección de los líderes del golpe. Moscú no participó en ninguna de estas actividades. Vladimir Putin, lo que sea que uno piense de él, no ha hecho nada para atizar la violencia y el caos que se ha extendido por todo el país.

El principal interés de Putin en Ucrania es comercial. El 66 por ciento del gas natural que Rusia exporta a la UE transita por Ucrania. El dinero que Rusia obtiene por las ventas de gas ayuda a fortalecer la economía rusa y elevar los niveles de vida. También contribuye a que los oligarcas rusos se hagan más ricos, al igual que lo hacen en Occidente. A la gente en Europa le satisface este arreglo, ya que pueden calentar sus hogares y negocios a precios basados ​​en el mercado. En otras palabras, se trata de un buen negocio para ambas partes, comprador y vendedor. Así es como se supone que trabaje el libre mercado. La razón de que no funciona de esa manera en la actualidad se debe a que los Estados Unidos lanzó una llave inglesa en los engranajes cuando depuso a Yanukovich. Ahora nadie sabe cuándo las cosas volverán a la normalidad.

Échele un vistazo a esta tabla en Business Insider y verá por qué Ucrania es importante para Rusia.

El objetivo primordial de la política de EE.UU en Ucrania es detener la integración económica de Asia y Europa. Eso es todo de lo que en realidad se trata la disputa. Los Estados Unidos quiere controlar el flujo de energía de Oriente a Occidente, quiere establecer un peaje de facto entre los continentes, quiere asegurarse de que esos acuerdos sean negociados en dólares estadounidenses y reciclados en bonos del Tesoro de Estados Unidos, y busca situarse él mismo entre los dos mercados más prósperos del próximo siglo. Cualquier persona que tenga el mínimo conocimiento de la política exterior de los EE.UU -en particular la relacionada con el "pivote hacia Asia" de Washington -sabe que esto es así. Los EE.UU están decididos a desempeñar un papel dominante en Eurasia en los próximos años. Causar estragos en Ucrania es una parte central de ese plan.

El teniente coronel retirado de la Fuerza Aérea Alemana, Jochen Scholz resumió la política de EE.UU en una carta abierta que apareció en el sitio de noticias Neue Rheinische Zeitung la semana pasada. Scholz dijo que el objetivo de Washington es "negar a Ucrania un papel de puente entre la Unión Euroasiática y la Unión Europea.... Quieren a Ucrania bajo el control de la OTAN" y sabotear las posibilidades de "una zona económica común desde Lisboa hasta Vladivostok".

Bingo. En pocas palabras, esa la política de EE.UU. No tiene nada que ver con la democracia, la soberanía, o los derechos humanos. Se trata de dinero y poder. Quiénes son los grandes protagonistas que van a estar en el centro de mayor crecimiento en el mundo, eso es todo lo que importa. Desafortunadamente para Obama y compañía, los EE.UU han sido superados por  Rusia en la adquisición de los recursos esenciales y la infraestructura de oleoductos para tener éxito en una competición de este tipo. A cada paso han sido superados por Putin y Gazprom. Mientras que Putin ha fortalecido las relaciones diplomáticas y económicas, ha expandido los corredores de los oleoductos vitales y líneas de tránsito, y desbaratado todos los obstáculos que le han puesto los títeres estadounidenses de la CE; los EE.UU se han arrastrado de un atolladero a otro, destruyendo países enteros sin conseguir ninguno de sus objetivos económicos.

Así es que ahora los EE.UU han echado por la borda toda su estrategia de negocios y han pasado al Plan B, el cambio de régimen. Washington no pudo vencer a Putin en una combate limpio, por lo que ahora se han quitado los guantes. ¿No es eso lo que realmente está pasando? ¿No es esa la razón por la que las ONG de Estados Unidos, y las agencias de Intel, y el Departamento de Estado fueron desplegados para lanzar su torpemente diseñado golpe nazi que ha dejado al país sumido en el caos?

Una vez más, Putin no tuvo que ver en nada de esto. Todo lo que hizo fue honrar la voluntad de la gente de Crimea que votó abrumadoramente (97%) para reunirse con la Federación Rusa. Desde un punto de vista puramente pragmático, ¿qué otra opción tenían ellos? Después de todo, ¿quién en su sano juicio querría alinearse con la confederación económicamente más mal gestionada de todos los tiempos (la UE), frente a la posibilidad real de que su nación podría verse reducida en cuestión de unos pocos años a algo similar a los escombros y la miseria de Irak? ¿Quién no optaría por una disposición de este tipo?

Como señalamos anteriormente, el principal objetivo de Putin es ganar dinero. En contraste, los EE.UU quiere dominar la masa continental euroasiática, fracturar a Rusia en unidades más pequeñas que no representen ninguna amenaza, y controlar el ascenso de China. Esa es la estrategia básica. Además, los EE.UU no quieren tener competidores, lo cual podemos ver en esta declaración de Paul Wolfowitz que evolucionó en la Estrategia de Defensa Nacional de EE.UU:

"Nuestro primer objetivo es prevenir el resurgimiento de un nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en otra parte, que represente una amenaza sobre el orden del tipo planteado anteriormente por la Unión Soviética. Esta es una consideración dominante que subyace en la nueva estrategia de defensa regional y requiere que nos esforcemos para evitar que cualquier potencia hostil domine una región cuyos recursos, bajo control consolidado, serían suficientes para generar poder global”.

Esta es la doctrina imperante por la que se guía Washington. Sin rivales. Sin competencia. Somos el jefe. Lo que decimos, va. Los EE.UU es el Numero Uno, le grande fromage. ¿Quién no sabe esto ya? Aquí hay algo más de Wolfowitz:

"Los EE.UU deben mostrar el liderazgo necesario para establecer y proteger un nuevo orden que mantenga la promesa de convencer a competidores potenciales  de que no necesitan aspirar a un papel más importante o buscar una postura más agresiva para proteger sus legítimos intereses. En las áreas no defensivas, debemos tener en cuenta adecuadamente los intereses de los países industriales avanzados para disuadirles de desafiar nuestro liderazgo o de tratar de revertir el orden político y económico establecido. Debemos mantener los mecanismos para disuadir a competidores potenciales incluso de aspirar a un papel regional o global más grande”.

En otras palabras, "ni siquiera piensen en ser más poderosos o vamos a tener que aplastarlos como a una mosca". Ese es el mensaje, ¿no? La razón por la que llamamos la atención a estas citas no es meterse con Wolfowitz, sino mostrar cómo las cosas no han cambiado con Obama, de hecho, han empeorado. La llamada Doctrina Bush está más vigente hoy que nunca, esa es la razón por la que necesitamos ser  recordados de sus principios centrales. El ejército de EE.UU es el ejecutor de facto del capitalismo neoliberal o lo que Wolfowitz llama "el orden político y económico establecido". Correcto. La declaración proporciona una justificación general para las guerras en Irak, Afganistán, Libia, Siria y ahora en Ucrania. Los EE.UU pueden hacer lo que consideren necesario para proteger los intereses de sus constituyentes, las corporaciones multinacionales y las grandes finanzas.  Estados Unidos es el dueño del mundo y todos los demás son sólo visitantes. Así que cállate y haz lo que te dicen. Ese es el mensaje. Aquí está Wolfowitz una vez más:

"Seguimos reconociendo que, en conjunto las fuerzas convencionales de los Estados que anteriormente fueron parte de la Unión Soviética retienen el mayor potencial militar en toda Eurasia; y no desestimamos los riesgos para la estabilidad en Europa a partir de una reacción nacionalista adversa en Rusia o los esfuerzos para incorporar a Rusia a las nuevas repúblicas independientes de Ucrania, Bielorrusia, y posiblemente otras”.

Wolfowitz pensó que el momento llegaría cuando los EE.UU tendría que cuadrarse con Moscú con el fin de perseguir su estrategia imperial en Asia. Putin no parece comprender eso todavía. Él todavía se aferra a la noción equivocada de que las personas racionales encontrarán soluciones racionales para poner fin a la crisis. Pero está equivocado. Washington no quiere una solución pacífica. Washington quiere una confrontación. Washington quiere involucrar a Moscú en un conflicto a largo plazo en Ucrania que recreará Afganistán en la década de 1990. Ese es el objetivo , atraer a Putin a un atolladero militar que le desacreditará ante los ojos del mundo, aislar a Rusia de sus aliados, poner presión sobre las nuevas alianzas, socavar la economía rusa, enfrentar a las tropas rusas contra los mercenarios armados y contingentes de Operaciones Especiales apoyados por los EE.UU, destruir las relaciones de Rusia con los socios comerciales de la UE y crear una justificación para la intervención de la OTAN, seguido por el despliegue de armas nucleares en territorio ucraniano . Esa es la estrategia. ¿Por qué Putin no ve eso?

Putin se ha comprometido a una reunión esta semana con los ministros de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos, la Unión Europea y Ucrania. Este es otro error. Originalmente, Putin se negó a reconocer la legitimidad del gobierno producto del golpe de Estado. Ahora ha cambiado de opinión. Ahora él ha acordado reunirse con sus representantes. Esta es una victoria para Washington y una derrota para Rusia. El equipo de Obama va a ver esto como un signo de debilidad, lo que en realidad es.

Según Al Jazeera: "La UE comunicó el martes  que la reunión involucrará al Secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, Catherine Ashton, jefe de política exterior de la UE,  el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andriy Deshchytsia. Un portavoz de Ashton dijo que las conversaciones tenían por objeto "desescalar" la crisis en Ucrania”.

La reunión no tiene nada que ver con "desescalar" la crisis. Es un truco de relaciones públicas. Estas conversaciones tienen toda la credibilidad de las conversaciones de paz entre Israel y Palestina, que es como decir, ninguna.

No tiene sentido hablar con personas que no quieren la paz. Simplemente hace que se vean como que están siendo sinceras, cuando no lo son. Obama y compañía no quieren la paz. Ellos quieren un cambio de régimen. Quieren debilitar y desmembrar a Rusia. Quieren reducir la influencia de Moscú sobre los estados dependientes de la energía en Europa, mediante la interrupción del flujo de gas a través de Ucrania. Y quieren crear una justificación para llevar a cabo su agenda imperial, lo que significa que necesitan hacer que Putin sea visto como un agresor peligroso. La represión del gobierno golpista de rusos étnicos en Donetsk y Kharkiv podría conducir a una intervención rusa que proporcionaría la justificación que Washington está buscando. Por doloroso que sea para Putin ver que los ucranianos de habla rusa son golpeados y tal vez asesinados por matones nazis y mercenarios extranjeros disfrazados de las Fuerzas de Seguridad de Ucrania, él debe evitar el envío de tropas. Es una trampa.

En la actualidad, la moneda de Ucrania se está desplomando, sus deudas y déficits están creciendo, y su economía se está fracturando  y está cerca del default. El FMI se ha comprometido a proporcionar un préstamo de 27 millones de dólares que se utilizará para pagar a los ricos banqueros y tenedores de bonos en Berlín y Salzburgo, pero no hará nada para sacar a la economía ucraniana del estancamiento. Ninguna parte del dinero de los préstamos del FMI se utilizará para pagar los $ 2.2 mil millones en facturas pendientes de pago del gas a Gazprom o para compensar a Rusia por los más de $ 34.4 mil millones en subsidios que Moscú ha provisto para su enfermo vecino en los últimos años. Los tenedores de bonos son lo primero.

De acuerdo con el sitio web World Socialist: "Las ‘drásticas medidas’ que exige el FMI a cambio de un préstamo de 27 millones de dólares están quedando en claro ya  con el alza del 120 por ciento en los precios del gas y de calefacción, el corte de las prestaciones sociales, incluyendo la asistencia médica gratuita, y el cierre de varios hospitales”.

Naturalmente, las condiciones del FMI conllevaran más privatizaciones de los bienes y servicios públicos, más recortes de las pensiones y de los salarios, un mayor relajamiento ("flexibilidad") de las protecciones laborales, y más canibalización de la economía. La economía de Ucrania, sin duda caerá en la misma severa depresión experimentada en todas aquellas partes en las que estas políticas fallidas han sido implementadas. Al mismo tiempo, los voraces bancos de inversión y los especuladores de capitales privados, como bandidos, saldrán bien librados esquilmando miles de millones de dólares del saqueo del atribulado y vulnerable país.

Los medios de EE.UU han hecho un gran escándalo del hecho de que Putin "ha amenazado con cortar el suministro de gas a Ucrania". Mientras que la acusación es cierta, no hemos visto titulares similares sobre los productores de energía en los EE.UU que cortan el combustible a las familias estadounidenses que están demasiado pobres para pagar su factura de gas y que han sido "abandonados para que mueran de frío en la oscuridad". Tampoco hemos visto una cobertura similar de los 7 millones de estadounidenses que han sido expulsados de sus hogares como parte de una estafa de blanqueo de hipotecas que fue inventado por los corruptos banqueros de Wall Street. Putin está realmente buscando una manera de evitar cortar el gas y ha pedido ayuda al respecto de los líderes de los EE.UU y la UE. Esto es lo que dijo la semana pasada:

"Rusia está dispuesta a participar en el esfuerzo para estabilizar y restaurar la economía de Ucrania. Sin embargo, no de una manera unilateral, pero en igualdad de condiciones con nuestros socios europeos. También es fundamental tener en cuenta las inversiones actuales, las contribuciones y los gastos que Rusia ha asumido por sí sola durante tanto tiempo en  apoyo a Ucrania. A nuestro entender, sólo este planteamiento sería justo y equilibrado, y sólo ese enfoque puede conducir al éxito”.

Está claro que Putin no quiere seguir cargando con el peso por sí solo, razón por la  hizo la declaración en primer lugar. El nuevo gobierno golpista ha fallado en varias ocasiones en cumplir con los plazos para el pago de los suministros de gas. Algunos creen que deliberadamente han dejado de pagar para que Putin corte el suministro de gas exponiéndose así a las duras críticas de los medios de comunicación occidentales. Si es verdad o no, es imposible saberlo, pero hasta ahora, Washington ha tenido poco éxito en vender la idea de que Putin es "el nuevo Hitler". Los EE.UU siguen siendo vistos como el país que representa la mayor amenaza a la paz mundial, mientras que el presidente ruso es ampliamente admirado como un líder sobrio y comedido. Sin embargo, eso podría cambiar rápidamente si Putin envía tropas para defender a los manifestantes en Donetsk y Lugansk. Aun así, el domingo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, advirtió al secretario de Estado John Kerry que si el gobierno golpista utiliza la fuerza contra los manifestantes que han tomado los edificios del gobierno entonces Rusia no participará en las próximas conversaciones del grupo de los cuatro  sobre la crisis. Lavrov añadió que "la aguda crisis política en Ucrania en general y en sus regiones del sudeste, en particular, se debió a la incapacidad de las actuales autoridades de Kiev" para tener en cuenta las necesidades y los intereses legítimos de la población de habla rusa".

El domingo, el impostor ucraniano -Presidente Oleksandr Turchynov anunció un plan para poner en marcha una "operación antiterrorista a gran escala" en Donetsk y Lugansk para evitar una "repetición del escenario de Crimea en el este de Ucrania". La operación involucraría a "las fuerzas militares, fuerzas antiterroristas y policiales de Ucrania" y estaba programada para comenzar a las 9 am del lunes por la mañana.

Está claro, que Turchynov está tratando de atraer a Rusia a una confrontación, al igual que está claro que el presidente no habría aprobado la represión sin la luz verde de Washington.

Putin no va a permitir que las personas de habla rusa sean sacrificadas en Ucrania, esa es la línea roja que la junta de gobierno no debe cruzar si quieren evitar una confrontación con Rusia. Desafortunadamente, Washington quiere que Rusia invada para que pueda poner su plan de "guerra delegada" en movimiento.


Traducción de Marvin Najarro


Mike Whitney, reside en el Estado de Washigton.  Es colaborador de Hopeless: Barack Obama y  Polítics of Illusion (AK Press). Hopeless también está disponible en una edición Kindle. Él puede ser contactado en  fergiewhitney@msn.com.







Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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