lunes, 2 de febrero de 2015

La actividad política y la campaña electoral, conceptos falaces de los políticos guatemaltecos

Los dos conceptos, actividad política y propaganda política, tienen una necesidad lógica. Uno es el complemento del otro. Uno no puede existir independiente del otro. Pero tampoco es distinto, diferenciado, hablar de campaña electoral que en todo caso tiene como fin conseguir el poder, es pues parte del concepto subsidiario de propaganda electoral. Pero como todo el mundo sabe, los políticos guatemaltecos son pésimos cuando se trata de gobernar con capacidad y honestidad, no así cuando se trata de sus ambiciones personales y de perpetuarse en el poder, por eso es que se dedican a inventar diferencias conceptuales para su mutua complacencia.
                                                                                                                                                           
LOS INÚTILES LLAMADOS DEL TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL A LOS
PARTIDOS POLÍTICOS PARA NO HACER PROPAGANDA POLÍTICA


Por Luciano Castro Barillas

Se ha creado por los políticos y por las autoridades electorales dos conceptos artificiosos, falaces, sobre lo que es la actividad política y la propaganda electoral. Ambas ideas creadas para la mutua complacencia de los dos sujetos actuantes en la vida política nacional. Los dos conceptos, actividad política y propaganda política, tienen una necesidad lógica. Uno es el complemento del otro. Uno no puede existir independiente del otro. Pero tampoco es distinto, diferenciado, hablar de campaña electoral. La campaña es ir con todas las fuerzas disponibles para conseguir un fin, en este caso, el poder. Estar en campaña, que es un término militar y que significa que los ejércitos están fuera de sus cuarteles para hacer la guerra; o en este caso los partidos políticos se alistan cual soldados para guerrear y destrozar a sus enemigos y no simples adversarios, es parte del concepto subsidiario de propaganda electoral.

Toda actividad política tiene un objetivo fundamental: la búsqueda del poder. Tomar el poder para ejercer el mandato dado por el pueblo a través del voto en el caso de los esquemas democráticos occidentales. La actividad política es difundir ideas sobre la manera de conducir una sociedad y su economía y contar con el mayor número de afiliados, de adherentes, que legitimen el ejercicio del poder. Todas las acciones políticas serán siempre propaganda, por la transmisión de ideas o propuestas de gobierno y la búsqueda de afiliados. Como toda propaganda será siempre una acción política, para la búsqueda de los fines indicados.

Pero como los dirigentes de los partidos políticos son muy despiertos y avisados en estas cosas y no se andan con reflexiones conceptuales o filosóficas, aplican el sentido práctico de las cosas, aunado a una irrefrenable ambición personal; pues pasan por alto las exhortativas de las autoridades del Tribunal Supremo Electoral que casi sin ninguna fuerza coercitiva real, llama la atención, no sanciona, no ejerce una sanción punitiva contra los violadores de la ley electoral. La convocatoria formal de campaña electoral es solo eso. Una convocatoria, una declaratoria formal para que los partidos políticos apresten sus fuerzas, alisten sus filas para darse duro en seis meses de campaña electoral. Pero en Guatemala la campaña misma empieza cuando toma posesión el nuevo gobierno, desde el momento en que NO SE DEDICA A GOBERNAR sino a emplear todos los mecanismo disponibles para perpetuarse en el cargo. Por eso sus desaciertos y por esos sus fracasos en reelegirse, en darse continuidad. Porque no gobiernan realmente, sino todas sus acciones van destinadas a perpetuarse en el cargo, es decir, son pura propaganda electoral.

Por eso “Guatemala no está adelante”, sino está atrás. En los últimos lugares de inversión pública en América Latina y en primer lugar en desnutrición infantil. Con un deshonroso segundo lugar en el mundo en asesinato de mujeres, en el último lugar de rendimiento escolar en América Latina y hay muchas cosas negativas más y que se han dicho tanto o escrito tanto, que ya no es ninguna sorpresa para nadie.

Actividad política, propaganda política y campaña electoral son, pues, sustancias, esencias y accidentes de la misma realidad. Las diferencias conceptuales la inventan los políticos para su mutua complacencia.






Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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