Lo de responsabilidad
fiscal de Dilma es un pálido reflejo para lo que se le viene encima: hay un
maletín con mucho dinero filmado y de allí no lo salva nadie. Cabal, justo e
incomparable el aforismo cristiano: “Con la vara que midas te medirán, y una
cuarta más”.
MICHEL TEMER, UN
SICARIO POLÍTICO,
QUE EMPIEZA A SER
MEDIDO CON LA MISMA VARA
QUE MIDIÓ A DILMA
ROUSSEFF
Por Luciano Castro Barillas
Para entender lo que pasa actualmente en Brasil
con Michel Temer se tiene que ir al pasado, al desenvolvimiento político de
este país a lo largo del siglo XX, donde la oligarquía terrateniente
agroexportadora y ganadera, más la presencia de inversores nazis, configuraron
la clase dominante blanca, que fue colocando de manera sucesiva a sus
representantes, siendo el más conocido, porque era El Perón Brasileño, don
Getulio Vargas, gobernante legal en ocasiones e ilegal en otras, que impulsaba
políticas de Estado demagógicas (hoy ha dado por llamársele populistas, en una
inapropiada aplicación del término) y que terminara descerrajándose tamaño
plomazo directo al corazón donde ya no aguantó el acoso de sus contradicciones
políticas, en todo caso, existenciales.
Todos los grandes partidos políticos de Brasil
tienen esa herencia maldita, incluso el nuevo Partido de los Trabajadores de
Luiz Inácio Lula de Silva, creado en 1980, y el otro Partido de los
Trabajadores constituido en 1947, cuya convergencia natural, no forzada del
sindicalismo espontáneo y la intelectualidad de la izquierda ilustrada,
hicieron posible ese experimento político de crear un socialismo democrático,
como el que se impulsa en Venezuela y Bolivia, que han tomado al
marxismo-leninismo como un referente ético, axiológico; pero no como modelo
para la edificación de su socialismo real latinoamericano, es decir, se sienten
decepcionados de los procesos de edificación socialistas soviéticos, chinos y
no digamos cubanos, lo que no obsta relaciones cordiales; razón y sentido de la
creación del Foro de Sao Paulo: solidaridades y declaraciones políticas, pero
hasta allí, lo demás, cada cual por su lado.
Es una extraña deformación del
internacionalismo proletario marxista-leninista, light, descafeínado, pero con
afeites de independencia política y sesuda pose doctrinaria de novo
pensamiento. Esa ambivalencia ideológica, no clara en el
posicionamiento político e ideológico, es también su debilidad. Para subsistir
ha necesitado de alianzas variadas donde con tales amigos no se necesita de
enemigos, tal el caso del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, con
mayoría de diputados y senadores. Esa es la razón de la presencia de individuos
como Michel Temer que, proviniendo de una familia de refugiados católicos
maronitas del norte del Líbano, llegaron en 1925 tirados con honda desde su
aldea Btaaboura a la exuberante naturaleza del Brasil. Michel Temer tiene su
ancestro en los antiguos fenicios, los grandes comerciantes de la antigüedad,
donde el valor de cambio, la mercancía y el dinero; es lo único que les
importaba. De allí que Líbano sea actualmente una de las sociedades más
alienadas, más occidentalizadas del Medio Oriente, y sus ciudadanos de los más
avorazados y trinqueteros del mundo árabe. Ese es uno de los contextos
culturales de Michel Temer, abogado de profesión, y mañoso por vocación.
Cuando la predictibilidad del impeachment
contra Dilma Rousseff tomó visos de realidad, alguien dice que le veía en casa
(cuidado con la servidumbre) ensayando frente al espejo el discurso de toma de
posesión. Y bueno, se le hizo y tuvo la ocasión inmadura de quejarse pues, no
siendo socialista y visto como libanés mañoso y de no fiar, se llenó de resentimientos
quejándose de haber sido menospreciado, marginado y humillado.
Pero este viejo rabo verde (pues tiene por esposa a una jovencita 42 años menor
que él, entre otras de sus mañas de asalta cunas), este anciano, está sufriendo
lo indecible a sus 75 años. Se le ha metido una tremenda desconfianza, unos
celos incontrolables con su joven esposa que según parece ya no quiere pellejos
en su lecho sino carne maciza). Todo empezó a salirle mal porque el encargo de
la oligarquía brasileña para destruir la democracia social del Partido de los
Trabajadores le está ahora pasando factura. Lo de responsabilidad fiscal de
Dilma es un pálido reflejo para lo que se le viene encima: hay un maletín con
mucho dinero filmado y de allí no lo salva nadie. Cabal, justo e incomparable
el aforismo cristiano: “Con la vara que midas te medirán, y una cuarta más”.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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