Sucedió que una importante
porción del pueblo venezolano decidió ir a votar y reelegir a Nicolás Maduro
GANO MADURO. ¿Y AHORA?
Por Guillermo Cieza
El pueblo venezolano ha realizado algunos hechos que lo convierten en un
país excepcional. Según parece fue el único caso donde un pueblo en la calle derrotó
un golpe de Estado.
Ahora suma otra hazaña. No se conocían antecedentes de un país donde un
presidente que haya soportado un proceso de hiperinflación fuera reelegido. Y
la hiperinflación en Venezuela en los últimos 12 meses fue record mundial, mas
del 2.000 por ciento.
Para sumar dificultades, esto se ha realizado en un país sancionado por
EEUU y la Unión Europea, bloqueado, reducido casi a la supervivencia. Peor aún,
amenazado. En el último mes, en la última semana, el Departamento de EEUU, el
Comando Sur, lo conminaron, le ordenaron suspender las elecciones. El
impresentable Secretario General de la OEA, la liga de los peores gobiernos de
America Latina, Argentina, Colombia, Panamá, Paraguay, Perú, Chile, les
anticiparon que no iban a reconocer los resultados electorales (salvo que
ganara la derecha).
Todos ellos, desde hace tiempo están conspirando para concluir la campaña
para “liberar a Venezuela y a Cuba”. Por todos lados aparecen documentos,
planes, declaraciones que hacen referencia a una invasión de fuerzas combinadas
de distintos países coordinadas por EEUU, una reedición de lo que fue la Guerra
de la Triple Alianza contra Paraguay en el siglo XIX. Y como ocurrió con el
Paraguay, el objetivo principal es mucho más ambicioso que apoderarse de bienes
naturales o anexar territorios. El objetivo principal es erradicar “el mal
ejemplo”, que no queden ni cenizas de aquellos que se atrevieron a desafiar al
sistema capitalista mundial y a los imperios occidentales.
Y sucedió que una importante porción del pueblo venezolano decidió ir a
votar y reelegir a Nicolás Maduro.
¿Que mueve a un pueblo a tomar semejantes decisiones?
Tuve el privilegio de estar brevemente en La Habana en 1993, en plena
crisis por la caída abrupta del sector externo de la economía cubana a raíz del
desplome de la Unión Soviética y los países del Este. Persisten en mi memoria
las imágenes de aquel pueblo que se volcaba a las calles y las plazas a
discutir con pasión lo que estaba sucediendo, que nos mostraban fotografía del
tiempo que fueron gordos o gordas y que compartían con nosotros la última
cerveza o refresco que les quedaba en la heladera.
También recuerdo esa decisión que expresaban sobre todo los más viejos, los
veteranos de las misiones internacionalistas. No puedo olvidar el orgullo con
que un viejo cubano me mostraba su uniforme de combatiente en Angola y sus
palabras: - Vamos a resistir, nos moriremos de hambre, pero nos moriremos como
cubanos.
Defender la Revolución se asentaba en el sustrato más íntimo, más visceral
de sus convicciones. Defender la Patria.
¿Que mueve a los que persisten en la heroica resistencia del Pueblo de
Palestina? ¿Que movía a ese hombre sin piernas, que siguió tirando piedras
hasta que fue abatido por los francotiradores del ejercito israelí?
Estoy convencido que la decisión del pueblo venezolano se asienta en
motivaciones parecidas. Nos cagaremos de hambre pero enfrentaremos a los
gringos como lo que somos, como venezolanos, como dignas hijas e hijos de Simon
Bolívar.
Si quieren saber que es lo que mueve estas decisiones que parecen suicidas
o masoquistas, si quieren saber cómo se ha ido forjando esa convicción
profunda., que parece madurada en siglos, pregúntenle a las mujeres venezolanas
de los barrios populares, a las campesinas. Las que han sostenido hogares,
consejos comunales, Claps y hoy se alistan en las milicias. A las que,
incomodándose y poniendo el cuerpo, reviven al Che.
Lo que sigue en Venezuela va a depender del chavismo que, como muy bien
aclara Reinaldo Iturriza, no es sinónimo del gobierno bolivariano. Es un
concepto mucho más amplio y fervoroso en la decisión de avanzar con la
Revolución.
“Me preocupa mas el lunes que el domingo”, me comentaba un compañero
venezolano. Pero fue preciso este domingo victorioso para tener lunes.
¿Podrá el chavismo derrotar a sus demonios internos?
¿Se resolverá la lucha de clases que hoy también traspasa al chavismo y el
gobierno de Maduro a favor de una continuidad del proyecto revolucionario?
¿Como se desarrollarán esas disputas enmarcadas en la batalla urgente de
enfrentar a la agresión imperial?
Seguro no depende del diagnostico, la opinión, o las sugerencias de quien
escribe este texto emocionado a diez mil km. de distancia.
Depende de los millones de héroes y heroínas que hoy vuelven a cargar sobre
sus espaldas la responsabilidad de ser dignos, los que levantan las banderas
prohibidas por el sistema capitalista, los que han construido un sueño lo
suficientemente potente para volver a ilusionarnos y quitarle el sueño a los
poderosos del mundo..
Pertenezco a una generación que se animó a ser radical y desafiar al
sistema capitalista; que creyó en la actualidad de la Revolución y le puso el
cuerpo. Pertenezco a una generación que pagó su osadía con 30.000
desaparecidos. Puedo valorar lo que se arriesga cuando se toman decisiones como
las que tomó este domingo el pueblo venezolano.
Mi admiración y mi solidaridad.
Patria y socialismo.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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