sábado, 19 de enero de 2019

Los mafiosos del pacto de corruptos ahora atacan con nuevos bríos: promueven una amnistía para los genocidas

La aprobación de una ley que promueva la impunidad contra gente juzgada por crímenes de lesa humanidad significa el paso final. La conducta atroz de los corruptos. La inexistencia de una “democracia formal”, vaciada de contenidos reales de vida.


LOS MAFIOSOS DEL PACTO DE CORRUPTOS
AHORA ATACAN CON NUEVOS BRÍOS:
PROMUEVEN UNA AMNISTÍA PARA LOS GENOCIDAS


Por María de los Ángeles Roca
La Cuna del Sol

Vivir fuera de Guatemala nos da un respiro. Nos da tiempo para gozar de una palabra que se llama tranquilidad. Aquí, en la tierra del Tío Sam, hay grandes problemas, pero no tienen punto alguno de comparación con lo que acontece en Guatemala, “La tierra del Quetzal y de la marimba”, que ahora podría parodiarse como “La Tierra de los Corruptos y la Dictadura Civil”. Por todos los flancos atacan esta estirpe de dioses por un día la institucionalidad y la justicia que tanto ha costado procurarla contra militares y ricos intocables. Y por si ellos no lo saben, su victoria pírrica fraguada entre los más infames corruptos de Guatemala y su cohorte de incondicionales, no les alcanzará ni para doblar la esquina. Ese aparente “triunfo” político es flor de un día.

Aunque hay injusticias que perduraron por siempre porque sus pueblos se resignaron a vivir de esa manera, sin libertades civiles. Ahí están los ejemplos de Francisco Franco en España, de Anastasio Somoza, Tacho y Tachito por otros cuarenta años en Nicaragua; Porfirio Díaz en México reelecto siete veces como presidente y 30 años en el poder y Manuel Estrada Cabrera de Guatemala, abogado, enterado del derecho, que no lo hizo un hombre cuyos principios fuera fuente de derecho e ilustrara sus pasos. Todo lo contrario, la educación superior hizo de él, el ser más malvado, codicioso y ladrón que se tiene noticia, vengándose quizá, por su profundo resentimiento social por ser fruto de un furtivo matochazo de su desventurada madre, que la vida le dio esa auténtica porquería tal si fuera una maldición. Molestaba, enfadaba tanto a la pobre madre que muchas veces la señora, quien le preparaba los alimentos en su finca de La Palma, le lanzó por la cara los platos de carne guisada. Eran seres únicos esta pareja, madre e hijo. Escribo este antecedente histórico porque fue necesaria la cooperación del gobierno de México para ayudar a los guatemaltecos sumidos en el miedo, el silencio y la delación.

Así le pasa a los pueblos que callan, que permiten que los tiranos hagan lo que quieran, pues los tiranos trabajan principalmente con el silencio de sus ciudadanos. Pero no basta con decir. Se necesita hacer y eso es lo que tímidamente hace el pueblo de Guatemala: ir de picnic a la plaza de la Constitución todos los sábados a desfogar sus frustraciones sonando bombos, cantando, bailando o ejecutando performances en el caso de los artistas. No, así no se derrumban los tiranos. Se necesita movilización y atrevimiento. Se necesita ser visto con respeto. Pero el pueblo de Guatemala tiene en las elecciones de julio la gran oportunidad, el gran momento para hacer contundente sus posturas pacíficas: votar por doña Telma Aldana, la única candidata respetable. Los demás son personas desacreditadas que ya no tienen nada que ofrecer. ¿Qué puede prometer la derecha a los ciudadanos?


Son 64 años de gobiernos de la derecha y el país no está mejor, sino peor. Ha crecido, porque hay autopistas, grandes inversiones inmobiliarias con las torres y torres de apartamentos; pero no hay desarrollo, no hay ese impulso civilizador integral para una vida de todos los ciudadanos. Claro, tal vez hay desarrollo, pero para las elites, no para los sectores marginados de siempre. La aprobación de una ley que promueva la impunidad contra gente juzgada por crímenes de lesa humanidad significa el paso final. La conducta atroz de los corruptos. La inexistencia de una “democracia formal”, vaciada de contenidos reales de vida.





Publicado por La Cuna del Sol
USA.

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