Al final, si los ex Patrulleros
de Autodefensa Civil perturban de tal
manera las elecciones, las elecciones de los oligarcas conste, pienso, les
estarían dando una buena cucharada de su propia medicina. Y nada gana el pueblo
de Guatemala con elegir a los mismos.
LOS EX PAC LE DAN AL RÉGIMEN OLIGÁRQUICO
DE SU PROPIA MEDICINA
Por Luciano Castro Barillas
Los veteranos militares de Guatemala, que no
son otra cosa que ex PAC soliviantados por Zury Ríos y como herencia maldita de
su padre, andan amenazando al ya maltrecho proceso electoral, declarando que
son un millón setecientos mil y piden ala general asimilado Jimmy Morales 85
mil quetzales y una casa. Poca cosa les pide el cuerpo a estos extorsionistas.
Siempre han hecho lo mismo. El Jueves Negro fue
un día de terror en la ciudad capital donde hordas de ex PAC con machetes y
garrotes comprados en ferreterías (eran cabos de palas y piochas) los blandían
contra los vecinos. Sembraron el caos,
la anarquía, a vista y paciencia de las autoridades policiales y del ejército.
Los energúmenos bajaban de las palanganas de los pick ups o camionetas tal
cantidad de instrumentos de trabajo transformados en armas contundentes por
esta morralla de descerebrados. Había neumáticos ardiendo por todas partes y
como bandidos embozados, amedrentaban y golpeaban a vecinos que lamentablemente
coincidían con los hijos de Ríos Montt, a quien le urgía ser inscrito para ser
candidato presidencial y al final, con su habitual abuso y prepotencia, fue
inscrito, solo para tener una humillante derrota en las urnas electorales.
¿Qué pensaba, que se imaginaba, este señor
desalmado? Su inclinación por la violencia y el abuso lo llevó a un humillante
tercer lugar en esas elecciones, pero su heredera política de mentalidad igual
solo que en mujer, intentó irrespetar la Constitución Política la cual es
directa y concreta en que ningún golpista puede ser candidato presidencial.
Acostumbrados al abuso, al irrespeto con todo, poco le importó mancillar la
constitución. Y para todo hay gente. Allí estaban los magistrados de la Corte
de Constitucionalidad, como siempre; serviles, cobardes y sin dignidad.
Durante el régimen de Alfonso Portillo, el
pillo ilustrado, porque es doctor en economía y abogado, se les dieron a estas
fuerzas oscuras resarcimientos económicos a cambio de dar una contribución a la nación sembrando árboles. Nunca lo hicieron pero, claro, si se comieron el
dinero. Hoy vuelven a lo mismo en su supuesta condición de “veteranos
militares”.
Son gente de 60 años y quienes prestaron el
servicio militar obligatorio de acuerdo
a la normativa de las décadas de los ochenta y más atrás (ahora ya no es obligatorio)
y no una relación contractual de trabajo como para pedir indemnización. Ofrecen
“construir bombas” para lanzárselas a las fuerzas de seguridad, de las que
dicen no temer. Son puras bravuconadas de cobardes y extorsionadores, del mismo
calibre que los mareros.
Al final, si perturban de tal manera las
elecciones, las elecciones de los oligarcas conste, pienso, les estarían dando
una buena cucharada de su propia medicina. Y nada gana el pueblo de Guatemala
con elegir a los mismos.
Publicado por La Cuna del Sol
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