El asesinato premeditado de
una figura de la talla del general Soleimani, en clara violación a su papel de diplomático de alto rango, y a la soberanía de Iraq, que para Estados Unidos
nunca ha existido desde que fue invadido, y bajo ocupación de facto hasta el
día de hoy, no es otra cosa que una declaración de guerra contra la República
Islámica de Irán.
ESTADOS UNIDOS LE HA DECLARADO
LA GUERRA A IRÁN
El reciente asesinato en Bagdad del mítico general iraní, Qassen Soleimani,
comandante de la Fuerza Quds (Jerusalen) de los Guardianes de la Revolución
Islámica de Irán (IRGC), y de Abu Mahdi al-Muhandis, segundo al mando de la
Unidades de Movilización Popular de Irak (PMU), por parte de Estados Unidos, al
parecer será la chispa que provocará el estallido definitivo de la guerra total
entre Estados Unidos e Irán. El ataque aéreo sobre el aeropuerto internacional
de Bagdad, en el que resultó muerto el más reconocido y admirado estratega
militar iraní, el general Soleimani, realizado por el pentágono, con la autorización
del presidente Donald Trump, es la provocación más grave que los EE.UU ha
llevado a cabo contra Irán desde la ruptura de relaciones en 1979, tras la Revolución
Islámica. Este último incidente es la culminación de una serie de ataques y
contraataques que se han venido desarrollando últimamente, particularmente en
el Golfo Pérsico, Siria e Iraq donde Enastados Unidos e Israel, hasta ahora,
han estado envueltos en una guerra de baja intensidad contra Irán y sus
aliados, y que ya ha provocado graves daños materiales y humanos.
Sin embargo, las características de los más recientes acontecimientos, como
los violentos ataques contra las instalaciones de la embajada estadounidense en
Bagdad por simpatizantes de las milicias apoyadas por Irán, las cuales habían
sido el blanco de los letales ataques imperialistas, y el posterior asesinato
del general Soleimani, indican que se está llegando a un punto donde la
confrontación a gran escala parece será inevitable. A estas alturas y por el
nivel de agresividad que los EE.UU han venido manifestando contra la República
Islámica Irán, que ha tenido que responder apropiadamente, resulta casi un
imposible una desescalada ya que el nivel de tensión alcanzado, pero sobre
todo, el grado de beligerancia extrema o el apetito por la guerra que muestra
el imperialismo estadounidense ha sobrepasado el límite de lo que puede ser
considerado como tolerable dentro del contexto de esa guerra de desgaste que los
EE.UU han venido librando contra Iran.
El asesinato premeditado de una figura de la talla del general Soleimani,
en clara violación a su papel de diplomático de alto rango, y a la soberanía de
Iraq, que para Estados Unidos nunca ha existido desde que fue invadido, y bajo
ocupación de facto hasta el día de hoy, no es otra cosa que una declaración de
guerra contra la Republica Islámica de Irán. El argumento falaz de que los
EE.UU actuaron en defensa propia antes los ataques terroristas perpetrados en su
contra por el maligno régimen de los ayatolas iraníes, es parte de la
tradicional retorica imperialista para justificar ante el mundo sus constantes
agresiones militares; esta vez contra Irán. Al parecer el fanatismo excepcionalista
del que se ufanan las perversas elites estadounidenses, no les permite ver que
la principal fuente de desestabilización, del terrorismo, destrucción y muerte
en el Medio Oriente proviene precisamente de su ambición desmedida por dominar
esa región del mundo. Irán está prácticamente sitiado, sometido a un régimen de
máxima presión económica con el objetivo de doblegarlo, sin embargo, según la retorcida
y criminal lógica imperialista, Irán es el culpable por negarse a aceptar los
términos de rendición que le impone el benevolente Tío Sam. Según esa misma
lógica, Irán tampoco tiene el derecho a defenderse de las agresiones en su
contra, sus respuestas son consideradas como un comportamiento criminal que
amenaza la paz mundial.
La muerte del general Qassen Soleimani, representa una grave pérdida para
Irán y sus aliados, su eliminación física ha sido un golpe muy severo, pues su enorme
estatura como estratega militar y su gran capacidad de negociación y
convencimiento lo llevaron a convertirse en pilar fundamental de la proyección,
en el terreno de las acciones, del poder y la influencia político-militar iraní
en el Medio Oriente, tanto es así que se le considera la figura clave en la
derrota de los ejércitos de terroristas, auspiciados por el imperialismo, en
Siria, Irak y Líbano. Su compromiso por liberar el Medio Oriente del
destructivo intervencionismo y la rapiña estadounidense lo llevaron a
convertirse en el enemigo número uno y objetivo principal en la lista de
líderes políticos y militares a ser eliminados por el Pentágono y la CIA. Su
asesinato, el plan para ejecutarlo, el lugar y el momento, dejan ver que se
trata, no de los arrebatos de un presidente desquiciado, sino de la ejecución
de un plan para provocar la guerra. Es
absurdo creer en lo que dice el jefe de la Casa Blanca, que se hizo para evitar
la guerra, no para iniciarla.
Independientemente de las medidas de represalia que pueda tomar el
liderazgo iraní, o de los contratiempos que pueda enfrentar el gobierno estadounidense,
como el juicio político a Trump, la tibia oposición de algunos políticos en el
Congreso, o la posible expulsión de la tropas de Irak, la decisión de atacar a la
Republica Islámica y llevarla a la guerra es unan cuestión de tiempo; en el
corto o en el mediano plazo la agresión militar contra Irán será una realidad.
La preparación del escenario para justificar la guerra (casus belli) contra
Irán, está en marcha, basta observar como el público estadounidense poco a
poco, con la complicidad de los medios de comunicación del imperio, se vuelven
perceptibles a la campaña anti-Irán y el discurso guerrerista que emana de la
Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado. Lo que queda por saber
es que medidas tomará Irán para enfrentar la agresión imperialista en ciernes,
o de si podrá contar con el apoyo de sus supuestos aliados, Rusia y China (o los
recientes ejercicios navales en el océano Índico y el golfo de Omán, fueron un
puro cuento) que parecen más preocupados en seguir apaciguando al monstro que,
al final también los devorará a ellos.
El imperialismo ha entrado en su fase más peligrosa y destructiva. Su gran
crisis interna y la pérdida de su hegemonía absoluta sobre el mundo lo está
conduciendo a atacar sin misericordia todo aquello que se mueva en contra de
sus intereses en cualquier rincón del mundo; aliados y no aliados.
Actualización:
Irán ha despejado cualquier duda a cerca de su determinación de atacar a
Estados Unidos como represalia por el asesinato del general Qassen Soleimani.
El día de hoy la Guardia Revolucionaria de Irán ha lanzado un ataque con decenas misiles sobre bases
militares estadounidenses en Iraq. El presidente de los EE.UU, Donald Trupm, ha
manifestado que esperará la evaluación de los daños antes de responder.
Publicado por La Cuna del Sol
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