viernes, 5 de febrero de 2021

La izquierda cerca de ganar las elecciones en Ecuador

A pocos días de las elecciones presidenciales en Ecuador, previstas para el 7 de febrero, aún persisten las amenazas a la candidatura de Andrés Arauz, el favorito para ganar, y al propio proceso electoral democrático.

 

LA IZQUIERDA CERCA DE GANAR
LAS ELECCIONES EN ECUADOR



Lucas Leiroz
InfoBrics

A pocos días de las elecciones presidenciales en Ecuador, previstas para el 7 de febrero, aún persisten las amenazas a la candidatura de Andrés Arauz, el favorito para ganar, y al propio proceso electoral democrático. Es una disputa que enfrenta numerosos obstáculos en el contexto de una persecución política sistemática iniciada por el gobierno de Lenin Moreno.

Arauz es quien tiene mayores posibilidades de victoria según todas las encuestas, es el candidato de la "UNES", una coalición partidaria que representa a los defensores de la llamada "Revolución Ciudadana", movimiento liderado por el expresidente Rafael Correa. Arauz ha señalado que aumentará el gasto público a favor de las reformas sociales y priorizará temas como la reducción de la pobreza, el aumento del poder popular, entre otros temas que marcaron los años de Correa en el poder. Una de sus promesas de campaña es distribuir mil dólares a cerca de un millón de familias tan pronto como tome el poder, con el objetivo de aumentar el poder adquisitivo de la población y elevar los índices sociales del país.

Por otro parte, el candidato que aparece en segundo lugar es el ex banquero Guillermo Lasso, por el partido "CREO" en alianza con el Partido Social Cristiano. Contrario a todas las promesas de Arauz, Lasso defiende las reformas liberales y promete una continuación del legado de Lenin Moreno, con políticas pro mercado, siendo un candidato claramente indiferente a los aspectos sociales y las agendas populares.

En tercer lugar se encuentra Yaku Pérez, candidato del movimiento Pachakutik, quien, a pesar de su posición, está muy lejos de los dos primeros, y su victoria es poco probable. Sus principales promesas son prohibir la actual política minera e imponer límites a las concesiones en la producción de petróleo y gas.

Según la ley ecuatoriana, para que un candidato gane en la primera vuelta, es necesario obtener más del 40% y 10 puntos de diferencia sobre el segundo candidato. De lo contrario, los dos primeros candidatos se volverán a enfrentar en una segunda vuelta. Arauz, que en la mayoría de las encuestas se acerca al 40%, parece estar cerca de ganar en la primera vuelta, y es precisamente en torno a esto que surgen las amenazas de sus oponentes.

A Arauz se le han impuesto varios obstáculos desde el inicio de su campaña. Abundan las denuncias de irregularidades e ilegalidades de parte sus oponentes, casi siempre sin ningún fundamento. De hecho, el legado de Moreno ha sido de persecución política contra sus oponentes, aunque siempre disfrazado de legalismo. Se han impuesto censores a las campañas y está prohibido incluso pronunciar el nombre de Rafael Correa. Además, varias candidaturas, principalmente para el Poder Legislativo que también tendrá sus elecciones este año, fueron vetadas por el simple hecho de que los candidatos apoyan a Correa, lo que significa que, aunque Arauz llegue a la presidencia de Ecuador, Moreno está consiguiendo formar un escenario institucional hostil para obligar al candidato pro-Correa a capitular ante los intereses de la derecha liberal.

Moreno, quien comenzó como aliado de Correa y luego ayudó a su deslegitimación, no solo inició un gran proceso de desmantelamiento nacional a través de reformas neoliberales, sino que también inició una importante judicialización de la política ecuatoriana, creando un aparato policial y judicial para perseguir a sus opositores y justificar cualquier forma de opresión con un discurso de “defensa de la ley”. Esta forma de dictadura judicial es una tendencia reciente en diferentes partes del mundo y funciona perfectamente para garantizar las intenciones dictatoriales de los políticos liberales que aún quieren mantener públicamente el discurso democrático y legalista -un auténtico autoritarismo democrático y legalista.

Con ello, se intenta extinguir toda oposición política mediante sanciones judiciales y represalias. Fue de esta manera como la derecha liberal ecuatoriana logró eliminar a sus mayores opositores, anulando no solo a Correa sino también arrestando a varios de sus aliados, como su ex vicepresidente, Jorge Glas. Los cargos -que generalmente involucran delitos de corrupción- son siempre genéricos y carentes de credibilidad, con varias irregularidades en los procesos legales.

El registro de la candidatura de Arauz en sí fue complicado, habiendo pasado por varias instancias burocráticas legales que normalmente no ocurrirían. Además, una vez obtenida la inscripción, Arauz sufrió amenazas de cancelación de su candidatura por vínculos con Correa. Es poco probable que estas amenazas se detengan en un futuro inmediato. Incluso si es elegido, Arauz será amenazado con acciones legales por parte de sus oponentes y obligado a tomar decisiones que él preferiría no tomar.

En medio de un escenario de un posible resurgimiento de la izquierda, Moreno viajó a Washington en la última semana de enero. Allí se reunió con varios políticos estadounidenses, así como con figuras como Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional y Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, entre otros. Las intenciones reales detrás de estas reuniones aún no están claras y despiertan sospechas entre los opositores de Moreno en Ecuador sobre posibles articulaciones que involucren a agentes internacionales para una anulación del proceso electoral, o agitaciones por una posible destitución de Arauz en los primeros momentos de su presidencia, si es elegido.

Sin duda, la elección de Arauz perjudicará directamente los planes estadounidenses, ya que representará un regreso de la izquierda nacionalista, que defiende la integración política y económica del continente latinoamericano y condena la injerencia extranjera en la región. Washington está interesado en continuar el legado de Moreno, ahora representado por Lasso, pero puede que no sea lo suficientemente fuerte como para contener la voluntad popular de elegir a Arauz. Lo que puede resultar de esto es un gran horizonte de posibilidades, entre ellas un derrocamiento de Arauz mediante alguna maniobra judicial, un intento de cooptarlo como lograron hacer con Moreno, que era aliado de Correa o incluso simplemente invalidar su candidatura antes de que las elecciones se llevan a cabo.




Publicado por La Cuna del Sol

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