martes, 2 de febrero de 2021

Los crímenes crecientes contra las mujeres

El no va más ya hace días que tuvo lugar en Guatemala. Los crímenes contra las mujeres, sean éstas ancianas, adultas o niñas, va desde hace algunos años en un crecimiento escalofriante. Los crímenes contra las mujeres empiezan por el secuestro, les sigue la violación y terminan en el asesinato.

 

LOS CRÍMENES CRECIENTES CONTRA LAS MUJERES
NO SON MÁS QUE EXPRESIÓN DE UN ESTADO Y UNA
SOCIEDAD EN TOTAL DESCOMPOSICIÓN



Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
La Cuna del Sol

El no va más ya hace días que tuvo lugar en Guatemala. Los crímenes contra las mujeres, sean éstas ancianas, adultas o niñas, va desde hace algunos años en un crecimiento escalofriante. Los crímenes contra las mujeres empiezan por el secuestro, les sigue la violación y terminan en el asesinato. Unas con tiros en la cabeza, otras con cortes profundos en el cuello del típico degollamiento y lo peor, es la mutilación. Descuartizamiento en piezas y lanzados a las calles en bolsas de basura. No quisiera pensar que esto lo realizan los psicópatas estando vivas las personas, pero es lo más seguro que así sea, porque ellos disfrutan de la crueldad.

La mayoría de los casos se trata de humildes mujeres que luchan en su calidad de madres solteras por sacar adelante a sus hijos. Se da el caso menos frecuente de las rencillas de amor. O porque no encontrando un verdadero trabajo que las provea del mínimo vital se dedican a delinquir vendiendo droga al menudeo y, cuando las cuentas no salen, pues sencillamente las matan los operadores de los narcotraficantes mayores. Los verdaderos macizos pocas veces son identificados y capturados pues trabajan de la mano con las fuerzas civiles y militares. Esta aseveración no es un secreto para nadie.

Todo el mundo lo sabe en Guatemala como se mueven las cosas en este país. Son los oligarcas los propietarios de los grandes contingentes de droga. Ningún pobre o poquitero puede comprar una avioneta o un jet para transportar droga a nivel internacional. Aquí hay muchos Señores de los Cielos que nunca o casi nunca son detectados por los radares y cuando las autoridades civiles o militares llegan al punto del aterrizaje no encuentran nada del alijo. Solo la aeronave incendiada para borrar evidencias. Dentro de ese contexto es que se produce el mayor número de crímenes contra las mujeres. Los menos son los de la prostitución y los mayores los de la extorsión. Hace unas 72 horas asesinaron a una vendedora de fruta en el mercado de la zona 4 de la ciudad capital y resulta muy conmovedor ver a la joven señora inerte sobre los sacos. Desangrándose por los impactos de bala. Y todo queda en la impunidad porque son  tantos los crímenes diarios que rebasan estos hechos horrendos las capacidades de investigación y aprehensión de la policía.

El guatemalteco, la juventud, la niñez ya perdieron con estos hechos diarios su capacidad de asombro. Estos criminales les han robado la inocencia y la fe en el futuro. Esa es también la razón de las migraciones irregulares hacia los Estados Unidos. No dejan los bandidos trabajar a las personas. Los extorsionistas, que en esencia son también grandes holgazanes, quieren vivir sin trabajar. Comer, vestir bien, habitar y desplazarse en autos de lujo robados. Y ese mal ejemplo lo siguen los jóvenes a quienes les atrae esa vida fácil.

Los antiguos carteristas desaparecieron, esos ladrones con estilo que no lastimaban a nadie. Los ladrones de ahora son de baja estofa. Gachos de una vez. Te dan un tiro entre palabras groseras sin pedirte previamente tus bienes. Así está Guatemala, hecha un desastre y sin esperanza. Y la peor parte la llevan en estos tiempos las mujeres, esas dignas representantes de la vida que en este país pareciera que no valen nada.




Publicado por La Cuna del Sol

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