El 2 de junio de 1982, un grupo de militares guatemaltecos llegaron a la comunidad para registrar viviendas, amedrentar y agredir sexualmente a varias mujeres en una tienda cercana a la escuela de Pambach y llevarse a 80 hombres, bajo el supuesto de prestar servicio militar, pero jamás fueron vistos de nuevo.
A 39 AÑOS DE LA MASACRE DE
PAMBACH,
SIN SOLUCIÓN NI JUSTICIA
PARA LAS VÍCTIMAS
Lourdes Álvarez Nájera
Prensa Comunitaria
Ninguna descripción se ajustará al terror que se atranca en la garganta y
de golpe sube a la cabeza, lacerando los ojos, la boca y los oídos, intentando
escapar. Nadie más que las madres, los padres, las esposas, hermanas, hermanos,
hijos e hijas de unos 80 hombres maya Poqomchi’ de Pambach, en Santa Cruz
Verapaz, Alta Verapaz, pueden poner en palabras y nombrar lo que sienten hoy,
cuando se cumplen 39 años de una masacre que cambió para siempre el rumbo de
sus vidas, pero que se convirtió en una muestra más de la impunidad con la que
operó el Estado de Guatemala y sus fuerzas armadas al asesinar a miles de
personas.
El 2 de junio de 1982, un grupo de militares llegaron a la comunidad para
registrar viviendas, amedrentar y agredir sexualmente a varias mujeres en una
tienda cercana a la escuela de Pambach y llevarse a 80 hombres, bajo el
supuesto de prestar servicio militar, pero jamás fueron vistos de nuevo.
“El 1 de junio de 1982, el ejército de Guatemala llegó directamente a
torturar y llevarse a una familia de la aldea… el padre, la madre y sus dos
hijos continúan desaparecidos desde ese entonces”, se indica en un comunicado
de las familias de víctimas de esa masacre, divulgado este miércoles durante
los actos de conmemoración en la comunidad, donde además se realizaron
ceremonias mayas.
El 2 de junio, desde las 5 de la mañana, los soldados volvieron a la
comunidad, robaron bienes de valor, mataron a los animales de patio y a las
personas las desalojaron de sus casas. Unas fueron torturadas antes de ser
conducidas frente a la escuela y la Ermita de la comunidad, donde separaron a
los hombres de mujeres, niñas y niños, les ordenaron que se colocaran boca
abajo y les gritaban que los iban a matar. Varias mujeres fueron violadas
sexualmente frente a sus esposos, algunas de ellas, que estaban embarazadas,
perdieron a sus bebés y quedaron con graves lesiones, apunta el comunicado.
“Ese día en la tarde, el ejército trasladó a más de 80 hombres de Pambach a
una finca en Tactic donde fueron asesinados y en la noche sus cuerpos fueron
llevados a la Zona Militar No.21 de Cobán”.
La deuda pendiente
Treinta y uno de los hombres de Pambach fueron identificados en una fosa
común, que contiene las osamentas de 64 personas, que se presume podrían ser la
totalidad de los que se llevaron aquel 2 de junio, según el informe CREOMPAZ:
El caso más grande de desaparición forzada en América Latina, de Network in
Solidarity with the People of Guatemala, NISGUA, sobre el hallazgo de 558
víctimas en la base militar del Comando Regional de Entrenamiento de
Operaciones de Mantenimiento de la Paz (CREOMPAZ), conocida anteriormente como
la Zona Militar 21, en Cobán y que funcionaba como un centro de detención y
ejecución clandestino durante el conflicto armado interno.
Desde 2012, la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) inició
las excavaciones en cuatro fosas encontradas en CREOMPAZ. “Posiblemente con
este caso estamos hablando de uno de los mayores de América Latina de
desaparición forzada; de estas 558 osamentas humanas se ha establecido que 90
corresponden a menores de edad, 443 adultos, todavía por definir entre hombres
y mujeres, adultos de la tercera edad y 22 sin determinar en este momento. De
esas 558 osamentas humanas, 97 han sido identificadas por ADN. Eso significa
que tenemos 97 víctimas en este caso”, informaba en el 2016 la exfiscal y jefa
del Ministerio Público, Thelma Aldana, después de que la Fiscalía de Derechos
Humanos dirigiera la captura de 14 exmilitares de alto rango, a quienes se les
señaló de cometer violaciones a los derechos humanos y delitos contra los
deberes de humanidad.
Los exmilitares Manuel Benedicto Lucas García, Byron Humberto Barrientos
Díaz, Gustavo Alonso Rosales García, José Antonio Vásquez García, Carlos
Humberto Rodríguez López, Ismael Segura Abularach, Pablo Roberto Saucedo
Mérida, César Augusto Ruiz Morales, Juan Ovalle Salazar, Édgar Rolando
Hernández Méndez, Carlos Augusto Garavito Morán, Luis Alberto Paredes Nájera,
César Augusto Cabrera Mejía y Raúl Dehesa Oliva fueron conducidos al Juzgado de
Mayor Riesgo A, a cargo de la jueza Claudette Domínguez, en lo que parecía una
luz de esperanza para las familias de las víctimas en su anhelo por obtener
justicia.
No obstante, luego de una serie de resoluciones, amparos y burocracias
judiciales, las familias del caso Pambach siguen con la herida a flor de piel,
porque la esperanza disminuye y siguen esperando justicia.
“En el año 2016 se inició un juicio contra militares de alto rango
vinculados a la Zona Militar No. 21, sin embargo, este juicio ha tenido un
avance demasiado lento”, lamentaron en el comunicado las familias de Pambach.
A 39 años de ese suceso, las víctimas sobrevivientes y familiares de
Pambach recuerdan a sus seres queridos, los conmemoran y también a aquellas
personas que han fallecido en el camino de búsqueda de justicia por la masacre.
“Nuestro profundo agradecimiento a su lucha, honramos su legado y su
memoria. Exigimos que se haga justicia en el caso CREOMPAZ, caso que refleja la
magnitud de las atrocidades cometidas por el ejército de Guatemala en contra de
la población civil, en especial contra el pueblo Maya”, puntualizaron.
Publicado por La Cuna del Sol
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