Ante el desencanto de la gran mayoría de guatemaltecos por su sistema electoral, pero sobre todo por la democracia, irrumpen cada cuatro años personas oportunistas de diferente signo ideológico y político.
EL PARTIDO HUMANISTA
DE EDMOND MULET:
OTRO TIMO PARA LOS
GUATEMALTECOS
Y LA DEMOCRACIA
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Ante el desencanto de la gran mayoría de
guatemaltecos por su sistema electoral, pero sobre todo por la democracia,
irrumpen cada cuatro años personas oportunistas de diferente signo ideológico y
político. El espectro político guatemalteco se congestiona de tal manera que
irrumpen en el escenario electoral no menos de diez o doce partidos políticos,
como en Honduras, la cual es expresión del agotamiento y total ruina de las
instituciones políticas de Guatemala y Centro América, del quebrantamiento
total de los valores cívicos, de la percepción y práctica política como un
negocio, como corporaciones políticas de derecha pues ahora, ante el descrédito
sin paliativos ante los ciudadanos (dado que decir político es decir
sinvergüenza), los partidos políticos carentes de representatividad y
credibilidad han encontrado ¡pillos que
son! una fórmula salvadora para ser electos a los cargos de elección popular
como presidente, diputado o alcalde; como es la coalición, por empatía
canallesca no por causas ideológicas.
Y aunque todavía no hay convocatoria de campaña
electoral, estos granujas ya andan despabilados buscando sorprender a los
incautos o coludiéndose con los picarazos dirigentes comunitarios para obtener
beneficios personales. Los intereses de la comunidad, al final, poco importan.
Hay nombres de nombres, pero aquí los sustantivos se están volviendo escasos.
Hay partiduchos con nombres tales como VALOR,
VAMOS y ahora, en un intento por desmarcarse de la chusma politiquera; aparece
el partido HUMANISTA, ignorando el promotor de ese partido que aquí, en
Guatemala, lo que menos tienen los partidos es sentido de humanidad. Además, no
tiene por qué un partido asqueroso, como todos los partidos políticos
existentes y los por venir, nada que ver con las HUMANIDADES, alto ideario de
los estudios del hombre, su condición, su desempeño y su comportamiento.
Las humanidades son la historia y la filosofía
como disciplinas académicas y yo me pregunto: ¿En qué momento Cacha Floja [Edmond Mulet] resultó ser
“humanista”? Desde su temprana edad esta
persona estuvo vinculada a partidos reaccionarios y durante la coyuntura de la
lucha revolucionaria, cuya juventud se volcó a la lucha por una Guatemala
mejor, este desabrido señor hizo la contra. Exhibió como parte de las
juventudes de la UCN una posición política oportunista, donde fungió como
incondicional de Jorge Carpio y su proyecto contrarrevolucionario con su
oportunismo centrista y su lema: NI A LA IZQUIERDA, NI A LA DERECHA ¡AL CENTRO!
Quizá este traficante de niños y después
funcionario de la ONU para atender el problema de los refugiados de Haití hizo
lo de siempre: culebrear con los funcionarios más conservadores de la
Organización de las Naciones Unidas y de allí para acá nos resultó de flamante
“humanista”.Este farsante es igual a todos, solo que enarbola la bandera de las
humanidades, algo que no le corresponde. Debiera de dedicarse a aclarar de
manera debida el asunto del comercio de niños, caso que se desjudicializó por
las influencias politiqueras de siempre y que nunca quedaron en claro su
responsabilidad con ese negocito infame.
Publicado por La Cuna del Sol
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