“¡No kidding!” dirían los
gringos o como quien dice en buen Chapín”¡no
chingues!” Tal y como lo
refiere el Profesor Luciano Castro Barillas en la siguiente nota periodística,
Guatemala pasará a formar parte a partir de Enero
del 2012, como miembro no permanente, del anti-democrático Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas. Cinco miembros permanentes o de por vida;
Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia y China son los que ultimadamente
deciden quien será, contrario a velar por la paz y seguridad internacional, el
próximo blanco de sus aventuras imperialistas. Aunque los 5 miembros
permanentes pueden ejercer el derecho al veto sobre cualquier resolución que
ahí se cocine, son los Estados Unidos, en virtud de su poderío, los que tienen
el sartén por el mango.
Será
interesante, aunque ciertamente predecible, como el embajador guatemalteco ante
la ONU el Señor Rosenthal, reacciona y decide su voto cuando enfrente tenga a la
Walkiria Susan Rice (USA) pelándole los colmillos. Si potencias mundiales como
China y Rusia que son miembros permanentes, terminaron rindiéndose a la
exigencias de la embajadora y “guerrerista humanitaria” Susan Rice, en el caso
de la invasión a Libia (aunque después decidieron vetar la resolución en el
caso de Siria), ¿qué se puede esperar de uno de los países más pobres y con
una de las diplomacias más débiles del mundo? Es válido asumir sin
pecar de ser anti-Semita que, el embajador Rosenthal será un SI a la causa
Sionista y a los designios imperialistas de Occidente.----Marvin Najarro.
GUATEMALA ES PARTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU,
NO NOS HAGAN REÍR, POR FAVOR
Por Luciano Castro Barillas
Y bien, sólo eso nos faltaba, para estar en la absoluta ruina y polilla. ¿Guatemala
es parte del Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Qué nueva payasada es ésta? No
cabe la menor duda que el embajador permanente de Guatemala ante las Naciones
Unidas, Gert Rosenthal, busca justificar su bien pagado trabajo, que está en
riesgo pues, ante el cambio de gobierno el 14 de enero de 2012, es poco
probable que continúe en el cargo. El que Guatemala haya sido electa para un
puesto no permanente en el Consejo de Seguridad responde a tres asuntos
cruciales en los próximos meses en la arena política internacional: la
intervención militar en Siria, el reconocimiento de Palestina como Estado de
pleno derecho en la ONU y los preparativos para la desestabilización y agresión
de Irán. Para el caso de Siria e Irán se necesitan países débiles,
dependientes, dóciles y absolutamente alineados a las disposiciones y caprichos
de los Estados Unidos, ante el más mínimo asomo desobediencia o desacato, los norteamericanos
aplican su casi infalible diplomacia
del dólar. Hace apenas una semana se ha hecho patente su chantaje con
la UNESCO. Los USA no sólo amenazaron y chantajearon a este organismo en su
asamblea anual, sino que de hecho suprimieron su aporte de más de 600 millones
de dólares, lo cual creará a dicha institución grandes problemas de
funcionamiento. La decisión de la UNESCO se explica que al interior de dicho
organismo hay funcionarios con más amplitud e independencia de criterio, lo que
no ocurre en el Consejo de Seguridad, lo cual no se da en el Consejo de
Seguridad, instancia esencial donde se cocinan las agresiones imperialistas. Lo
declarativo y las regulaciones en este organismo de la ONU son una cosa, los
hechos son otros. La integración misma del Consejo de Seguridad refleja su
naturaleza antidemocrática. Los cinco miembros permanentes (Estados Unidos,
Inglaterra, Francia, Rusia y China tienen derecho a vetar cualquier iniciativa
política), contrario a lo que mayoritariamente decidan los restantes 10
miembros no permanentes. Todo un brillante ejemplo de libertad y democracia ¿no
cree? La integración de países como Guatemala ocurre en momentos en que las
superpotencias capitalistas y su brazo armado, la OTAN, tendrán que tomar una
decisión crucial, ya inminente: la intervención militar en Siria, con el
propósito de erradicar un régimen no proclive a los Estados Unidos y crearle de
paso una frontera norte segura para Israel, además de congraciarse con la
entidad sionista ante el reconocimiento por parte de la comunidad internacional
del nuevo Estado Palestino. Guatemala llega al Consejo de Seguridad de la ONU
no por la eficacia e independencia de su política exterior, como pretender
hacerlo creer la aristocracia burocrática encabezada por el señor Rosenthal. El
puesto lo ocupa Guatemala porque en el actual momento no se le puede dar a El
Salvador, cuyo voto no es seguro para los Estados Unidos dado que es un régimen
de izquierda. El Salvador es menos
manejable que Guatemala, pues el próximo gobierno guatemalteco de enero de
2012, cualquiera de los dos candidatos que van al balotaje, son de derecha: uno
de extrema derecha y el otro de derecha a secas. Además el puesto que ocupa
Guatemala es resultado que estos dos países centroamericanos son los únicos dos
de América Latina que no han pertenecido al Consejo de Seguridad. Le tocaba
a Guatemala, pues, por orden de espera y no por el prestigio de su política
internacional, asunto que sólo se lo creen Gert Rosenthal y Julio Ligorría
Carballido, personaje del entrañable círculo de periodistas reaccionarios de
Miami. La política exterior guatemalteca estará totalmente subordinada a los
intereses del imperialismo y de los oligarcas nacionales. No podrá ser visto
como un logro, mérito o realización de la política guatemalteca el hecho de
pertenecer a un ente señalado de ser un simple instrumento de la política
intervencionista de los Estados Unidos, como lo ejemplifica de manera dolorosa
el caso de Libia, donde la sed insaciable de energía petrolera fue la causa,
razón y motivo de la agresión contra el pueblo libio, tal como sucediera en
Guatemala en 1954. Las resoluciones del Consejo de Seguridad o de la Asamblea
General no son acatadas cuando ellas contravienen los intereses de los Estados
Unidos y sus aliados. Por eso y mucho más los guatemaltecos no podemos
sentirnos orgullosos que se nos haya tomado en cuenta para ser parte de dicho
organismo desprestigiado. ¿Para qué? En Guatemala estamos urgidos de mejorar
nuestra seguridad interna por los 20 homicidios diarios. Guatemala en el actual
momento necesita reconstruir toda su red de caminos destruidos por las lluvias
inclementes del efecto invernadero. Necesita reparar gran cantidad de escuelas
arrasadas por las correntadas de lodo, conjurar el hambre pues no poca cosa es
ocupar el cuarto lugar a nivel mundial en desnutrición infantil. Guatemala
necesita salvar su democracia restringida y sin futuro, copada por pillos de
diferente estofa que van desde candidatos presidenciales, diputados, alcaldes y
magistrados. Guatemala no necesita de esos cargos. Lo requieren los oligarcas
nacionales que viven como reyezuelos en el servicio diplomático.
Me recuerda esta alharaca del Consejo de Seguridad lo acontecido hace unos
15 años durante el gobierno del protestante y consumado ladrón, Jorge Serrano
Elías, cuando decidió sustituir del servicio diplomático al papá de Acisclo
Valladares, a la sazón embajador por más de 25 ante la Santa Sede. Este viejito
comodón y su familia puso el grito en el
cielo cuando se le notificó su sustitución y divulgaron por todos los medios
escritos y televisivos la gran
pérdida para Guatemala de la decanatura representada por el anciano Valladares.
Bueno, al final, esta controversia que cogió aire a nivel nacional, terminó
con la muerte del viejito, muy seguramente de pesar, por habérsele quitado
luego de 25 años de residir en Roma, de un placentero modo de vivir.
No sé si usted crea que Guatemala perdió algo. Igual pasa con el asunto del
Consejo de Seguridad: Guatemala no gana nada, por el contrario, suben los gatos
para los contribuyentes guatemaltecos que mantiene a una cohorte de atorrantes
en el exterior.
Publicado por Marvin Najarro
CT,USA.
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