(…) son un ejército opresor,
un ejército de ocupación, un ejército al servicio de nuestros enemigos, los
enemigos de nuestro pueblo.
Un ejército que aunque habla nuestro mismo idioma y tiene una
retórica “nacionalista” está
al servicio del imperialismo.
Por eso, junto al Che,
rechazamos todas las reconciliaciones, todos los perdones, todas las
paces con nuestros verdugos.
Nada de diálogo ni de mejillas ingenuas, ofrecidas mansamente
a nuestros enemigos de ayer,
de hoy y de siempre.
¿POR
QUÉ EL CHE?
Nos educaron para la obediencia.
Nos enseñaron a bajar la cabeza y no mirar a los ojos.
Nos disciplinaron para decir siempre que sí.
Nos indujeron a rechazar todo camino que no sea el electoral-parlamentario.
Nos intentaron convencer, de manera “científica” y “pragmática”, que no es
viable el
socialismo y, menos que nada, en un continente del Tercer Mundo.
Nos demostraron una y mil veces que América latina es subdesarrollada y
vive en crisis
permanente por la falta de capitalismo, por la falta de inversiones, por la
falta de capitales.
Nos machacaron con que “El Estado somos todos”.
Nos volvieron a insistir con que “Todos somos iguales ante la ley”.
Nos castigaron y nos golpearon en nombre de “La división de poderes”.
Nos reclamaron comprensión.
Nos pidieron que apoyemos a la burguesía nacional “en nombre de la Patria”.
Nos censuraron.
Nos reprimieron.
Nos ilegalizaron.
Nos endeudaron. Nos explotaron. Nos expropiaron. Nos dejaron sin trabajo.
Nos persiguieron.
Nos secuestraron. Nos humillaron. Nos violaron. Nos torturaron.
Nos desaparecieron.
Más tarde...
Nos mostraron el camino de la reconciliación.
Nos volvieron a solicitar comprensión.
Nos inculcaron el culto a la PAZ.
Nos pidieron todos los días la otra mejilla.
Nos volvieron a obligar, ahora en nombre de “La Democracia”, a bajar la
cabeza y obedecer.
Nos dieron mil ejemplos y uno más de que la Revolución hoy es imposible.
Pero el ejemplo del Che sigue vivo. Insoportablemente vivo. Por eso lo
recordamos en esta
Cátedra Libre. Por eso lo homenajeamos junto a las queridas Madres de Plaza
de Mayo y
todas las compañeras y compañeros con las que hacemos, día a día, esta
Universidad Popular.
Por eso estudiamos cómo el Che desnudó el camino del atraso, la miseria, la
desocupación, el
hambre y el subdesarrollo latinoamericanos: no como un destino metafísico
inmodificable
sino como la consecuencia necesaria y estructural del desarrollo desigual,
combinado y
dependiente del capitalismo mundial y el imperialismo.
Por eso insistimos con el Che en que no hay que apoyar nunca más a la
burguesía nacional,
que sólo tiene de “nacional” la escarapela y sólo se acuerda de la patria
en tiempos del
mundial de fútbol.
Por eso insistimos con el Che en que las Fuerzas Armadas y el Ejército
argentino son un
ejército opresor, un ejército de ocupación, un ejército al servicio de
nuestros enemigos, los
enemigos de nuestro pueblo. Un ejército que aunque habla nuestro mismo
idioma y tiene una
retórica “nacionalista” está al servicio del imperialismo.
Por eso, junto al Che, rechazamos todas las reconciliaciones, todos los
perdones, todas las
paces con nuestros verdugos. Nada de diálogo ni de mejillas ingenuas,
ofrecidas mansamente
a nuestros enemigos de ayer, de hoy y de siempre.
Por eso, de la mano del Che, seguiremos insistiendo en que el único camino
de las
transformaciones sociales no pasa necesariamente por el Parlamento y el
consejo deliberante.
Por eso, caminando al lado del Che, continuamos creyendo en el socialismo
como la única
alternativa mundial, política y ética al mismo tiempo, frente a la barbarie
capitalista
globalizada.
Por eso, querido Ernesto Che Guevara, hoy te recordamos con alegría y
esperanza. Porque tu
proyecto sigue siendo el nuestro. En la política y en la vida cotidiana.
Texto leído en el auditorio
de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo el viernes 14 de junio de
2002 en un homenaje al Che en el día de su nacimiento.
Tomado de la primera parte
de la segunda edición (aumentada) del libro de Nestor Kohan, “Ernesto
Che Guevara: el sujeto y el poder”
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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