El periodismo basura
se desarrolla principalmente en los países con débiles democracias, como el
caso de Guatemala, pero no es exclusivo a este tipo de países ya que en
democracias supuestamente más avanzadas, como en Estados Unidos, es una práctica
deleznable muy común en los grandes medios de comunicación tradicionales donde la
información es descaradamente manipulada en beneficio de agendas e intereses
oscuros.
EL PERIODISMO BASURA
SE MUEVE
A NIVEL NACIONAL E
INTERNACIONAL
Por Luciano Castro Barillas
El periodismo infame o basura, desinformativo, se mueve a dos niveles: nacional a
internacional. Estar bien informado no es estar informado de todos los
incidentes que ocurren a nivel nacional, por ejemplo. Estar bien informado es
estar enterado de los hechos históricos,
de los hechos, no incidentes, que generan verdaderos estados de opinión. No pueden nunca generar estados de opinión
ciudadana de profundidad, relevancia y trascendencia los accidentes de tránsito
o crímenes variados si estos hechos no si sitúan dentro de una palabra clave: el contexto. De allí nace el criterio
periodístico que se llama periodismo con
contexto. Es decir, el narrar un incidente con explicaciones sociales,
económicas y políticas de la manera debida. Eso es hacer periodismo.
Los presentadores de noticia no son
periodistas, aunque pareciera que hacen periodismo porque trabajan en un medio
de divulgación masivo como la radio o la televisión. De allí la abundancia en
los tiempos que corren, gracias a proliferación de medios de comunicación; del seudoperiodismo o periodismo basura. La
difusión de notas rojas, es decir
todo lo relacionado con hechos de sangre o comisión de delitos relacionados con
la persona humana, la vida y la propiedad; saturan los medios de comunicación
escritos, radiales y televisivos, los cuales explotan la morbosidad. La morbosidad no es otra cosa que reacciones mentales moralmente insanas o periodismo
amarillista, de amplio consumo y poco seso. Ese periodismo no está orientado a
formar sino a desorientar. Es un periodismo no orientado a informar sino a
desinformar. Es un periodismo no destinado a divulgar la verdad sino a
ocultarla. Por eso los periodistas insanos tienen las alas cortas y son
portadores de grande desprestigio donde las democracias crecen y se fortalecen.
El periodismo basura se desarrolla
principalmente en los países con débiles democracias, como el caso de
Guatemala. Es el clásico periodista pidón
y servil. Por allí andan extendiendo la mano a los funcionarios públicos, a
los empresarios y principalmente en época de elecciones a los candidatos.
Contra ese tipo de periodismo inescrupuloso es el que se debe luchar porque es
una práctica desinformativa. Y peor aún el periodista chasquero, el que extorsiona con decir mal o bien a cambio de pago.
La chasca es un invento del periodismo local
enseñado a generaciones de periodistas por malos conductores de la prensa. No
se les enseñó la palabra clave en este oficio: la dignidad. No se les enseñó o
no aprendieron la palabra independencia. Y es así a nivel nacional e
internacional.
Las grandes cadenas noticiosas, principalmente
de Estados Unidos, son los grandes conspiradores de la democracia con
presentadores de noticias pagados por los grandes poderes económicos
propietarios de los medios que actúan como incondicionales políticos. A
construir, pues, jóvenes periodistas, un periodismo
democrático, no exento de riesgos; pero altamente realizador cuando se ha
escogido como profesión el manejo de la información. No olviden esto que dijo
don Clemente Marroquín Rojas, fundador del diario la La Hora a la periodista Irma Flaquer, asesinada por la dictadura de
Lucas: “El dinero sucio al final termina
quemando las manos”. Este trabajo, pues, también demanda honradez.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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