Treinta y siete años más
tarde otra demócrata estadounidense, la aspirante a la Presidencia Hillary
Clinton, cuenta entre sus colaboradores con una joven llamada Anastasia Somoza
¿Coincidencia? En absoluto. Se trata de la sobrina nieta del feroz ex
mandatario nicaragüense, ajusticiado por un comando guerrillero argentino en
Paraguay, su país de exilio, el 17 de setiembre de 1980.
ANASTASIA SOMOZA
Por: Juan Gaudenzi
El demócrata Jimmy Carter (presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981)
fue una pieza clave para terminar con la dictadura somocista tras casi 40 años
en el poder en Nicaragua.
Primero suspendió la ayuda militar al último de la sangrienta dinastía,
Anastasio Somoza Debayle ("Tachito"). Después, cuando fracasaron sus
intentos para detener la marea insurgente del Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN) mediante la intervención de una fuerza interamericana de paz,
convenció al dictador para que renunciara, en 1979.
Treinta y siete años más tarde otra demócrata estadounidense, la aspirante
a la Presidencia Hillary Clinton, cuenta entre sus colaboradores con una joven
llamada Anastasia Somoza ¿Coincidencia? En absoluto. Se trata de la sobrina
nieta del feroz ex mandatario nicaragüense, ajusticiado por un comando
guerrillero argentino en Paraguay, su país de exilio, el 17 de setiembre de
1980.
Anastasia es hija de Gerardo Somoza Urcuyo, uno de los siete hijos de Luis
Somoza Debayle, hermano mayor de Anastasio.
Después del asesinato de Anastasio Somoza García (a) "Tacho" – en
la cumbre del poder político y militar durante 16 años gracias al apoyo
estadounidense – el 21 de septiembre de 1956, a manos del poeta Rigoberto López
Pérez, lo sucedió Luis Somoza Debayle, abuelo de Anastasia y uno de los hombres
más ricos del continente, quien gobernó con puño de hierro hasta 1963.
Al asumir el cargo el Cardenal de Nueva York, Francis Joseph Spellman, le
envió un mensaje diciéndole: "Estoy seguro que su padre hubiera estado muy
complacido de saber que usted será su sucesor".
Entre la gestión de Luis y la de su hermano "Tachito" gobernaron
dos incondicionales de la familia Somoza: René Schick Gutiérrez, probablemente
asesinado en agosto de 1966, y Lorenzo Guerrero Gutiérrez, responsable de la
represión de una manifestación opositora al somocismo, con un saldo de entre
mil y mil quinientos muertos.
Luis Somoza Debayle murió el 13 de abril de 1967 por un ataque al corazón,
siendo sepultado en la cripta de los oficiales de la Guardia Nacional al lado
de los restos de su padre en el Cementerio General (u Occidental) de la capital
Managua.
La estrecha relación de los Somoza con el poder estadounidense es de larga
data. Como el muro fronterizo con el que actualmente Donald Trump amenaza a
México, pretendiendo que sea este país quien lo pague, a principios de los años
30´s Washington retiró a los marines con los que había intervenido en los
enfrentamientos internos de Nicaragua y los reemplazo por una Guardia Nacional
que ese país debía sufragar. Para ello el entonces presidente Juan Bautista
Sacasa tuvo que desviar fondos destinados a la educación pública. Anastasio
Somoza García quedó al frente de la nueva fuerza armada y por medio de ella
logró lo que las tropas estadounidenses no habían podido conseguir: el
asesinato del patriota y líder de la resistencia contra el invasor: Augusto
Cesar Sandino. El comando de la Guardia Nacional también le permitió a Somoza
derrocar a Sacasa y desde la Presidencia convertirse en el principal aliado del
demócrata Franklin D. Roosevelt en la región.
Todos o casi todos los miembros de la familia-mafia somocista estudiaron en
Estados Unidos y algunos de ellos pasaron por la Academia Militar de La Salle
en Oakdale (Nueva York) y West Point. "Tacho" hablaba mejor el inglés
que el español. En su libro "Los Somoza; una estirpe sangrienta",
Pedro Joaquín Chamorro, propietario y director del periódico "La
Prensa", asesinado por órdenes de Anastasio Somoza Debayle el 10 de enero
de 1978, relata como las torturas que sufrió durante sus encarcelamientos e
interrogatorios fueron lecciones bien aprendidas por la Guardia Nacional de sus
asesores estadounidenses.
Los nexos políticos, económicos, militares y criminales entre Managua,
Washington y Nueva York impiden considerar casual que el presidente Bill
Clinton haya elegido el aula a la que asistía la entonces niña Anastasia para
escuchar de ella un dificultoso pedido de ayuda para que su hermana menor
(igualmente discapacitada) también pudiese estudiar.
Desde entonces la carrera de Anastasia fue en continuo ascenso hasta
terminar, hace algunos días, compartiendo el podio con Hillary Clinton en el
cierre de la Convención Demócrata.
Estas son sólo algunas de sus actividades y logros dentro de un extenso
curriculum:
Apoyó la postulación de Hillary para el Senado y su campaña presidencial
del 2008.
Entre abril del 2008 y septiembre del 2012 se desempeñó como tutora
bilingüe en alfabetización, matemáticas y comunicación no verbal para jóvenes y
adultos con y sin discapacidad.
En el 2010 se incorporó como voluntaria a la Fundación de William J.
Clinton y desde allí respondió los correos electrónicos recibidos después del
terremoto en Haití, además de encargarse de tareas administrativas adicionales.
En el 2013 y 2014 trabajó en la promoción y recaudación de fondos para la
Iniciativa Global Clinton destinada a la Educación para Padres y Centro de
Recursos para niños con discapacidades en China.
En el 2015 participó como panelista en un congreso del Education Center
Training, en Beijing, con una ponencia sobre la discapacidad de una mujer con
parálisis cerebral.
Con su historia familiar y su incapacidad a cuestas Anastasia ha logrado
transitar exitosamente por el mundo de la política, las ONG’s, la academia,
etc. Ella no es responsable ni de la monstruosidad de sus antepasados ni de su
enfermedad. Está claro que ha luchado frontalmente contra esta al punto que en
lugar de un obstáculo parece ser un estímulo para superarse a sí misma y ayudar
a otros. El interrogante consiste es saber cómo puede lidiar con su nombre y
con unos padres que la bautizaron así en homenaje a uno de los seres más
siniestros de la historia.
Puede especularse con que, dada su incapacidad, Anastasia ignora todo sobre
sus ancestros o que, como los padres adoptivos de los hijos de asesinados o
desaparecidos por la dictadura militar argentina, los suyos optaron por el
silencio o la mentira. Pero, ¿y los Clinton? Ellos conocen perfectamente sus
orígenes ¿Qué los motivó entonces a ayudar y promover a Anastasia? En la más
ingenua de las hipótesis: el mismo razonamiento de que los hijos o nietos no
tienen por qué pagar las consecuencias de la maldad de los mayores.
Quienes piensan que los sentimientos tienen poco que ver con la política
consideran otra posibilidad mucho menos inocente. Cuando en 1984 la enmienda
Boland en el Congreso estadounidense acabó con la ayuda a los
contrarrevolucionarios nicaragüenses ("la contra") algunos de los
funcionarios más cercanos al presidente Ronald Reagan organizaron una compleja
red de financiamiento y abastecimiento ilegal con dos fuentes principales de
alimentación: el dinero generado por la introducción masiva de drogas en
Estados Unidos y el proveniente de la venta de armas a Irán (por entonces en
guerra con Irak).
Para el primer propósito el aeropuerto de Mena, en Arkansas, pasó a tener
una importancia estratégica. ¿Y quién era el entonces gobernador de Arkansas?
Bill Clinton, sospechoso de hacer la vista gorda al desembarque de toneladas de
narcóticos procedentes de Colombia y México y el embarque de armas y pertrechos
para la contra. A cambio de esto Clinton habría recibido fuertes sumas de
dinero para el financiamiento de su campaña presidencial por parte de los
principales dirigentes somocistas ansiosos por recuperar el poder. La cadena de
favores mutuos bien podría haber incluido la ayuda a las hijas discapacitadas
de Gerardo Somoza Urcuyo
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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