La geopolítica, asimismo la
geoeconomía, toman expresión concreta en estos escenarios
económico-financieros; los actores involucrados recientemente son Venezuela y
sus aliados euroasiáticos China y Rusia, como se notó en la llamada Conferencia
Internacional por la Democracia en Venezuela.
LA GEOPOLÍTICA DEL CONFLICTO
VENEZOLANO
DESPUÉS DEL EMBARGO
El aislamiento de países del circuito comercial dominado por la oligarquía
financiera estadounidense fue una movida usada en varias ocasiones para
asfixiar económica y financieramente a los Estados-nación y, por ende, a sus
poblaciones.
En América Latina, los casos de Cuba, Nicaragua y Panamá son emblemáticos
por cómo se desarrollaron sus conflictos y conclusiones, a excepción de la isla
que aún sufre las consecuencias del bloqueo total a su economía.
Contra Irán, Siria, Irak también se han efectuado embargos similares, y no
digamos el resto de países que se han visto incendiados por la guerra con
Estados Unidos y sus aliados en las últimas décadas.
No debe haber otro fin para Washington, luego de implementar acciones
económicas de ese calibre con sus rivales declarados, que no sea la guerra o el
golpe. Su voluntad expresa.
Por ello el espacio por excelencia en la pugna para que ocurra o no el plan
estadounidense es el internacional. La geopolítica, asimismo la geoeconomía,
toman expresión concreta en estos escenarios económico-financieros; los actores
involucrados recientemente son Venezuela y sus aliados euroasiáticos China y
Rusia, como se notó en la llamada Conferencia Internacional por la Democracia
en Venezuela.
GRUPO DE LIMA EN ACCIÓN
Lima fue el escenario de reunión entre cancilleres, representantes
diplomáticos y otros operadores involucrados en el cambio de régimen en
Venezuela. El anfitrión peruano, canciller Néstor Popolizio, dio las
conclusiones del encuentro que reunió a unos 50 países, los mismos que Estados
Unidos presionó para reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de
Venezuela.
Popolizio dijo que ellos esperan que el bloqueo estadounidense
"permita más pronto que tarde la salida" de Nicolás Maduro del poder.
"Todos los países hemos escuchado las medidas que tomó Estados Unidos
anoche (lunes). Las han planteado en la reunión y lo que hemos hecho es tomar
nota de ellas, porque sabemos que van a tener un impacto real dentro del
régimen de Maduro y esperamos que permitan más pronto que tarde la salida de
ese régimen", declaró el canciller peruano a la prensa.
Básicamente, la denominada Conferencia Internacional sirvió como operación
de blanqueamiento de las medidas coercitivas de Washington, con John Bolton, el
asesor de Seguridad Nacional de Trump, en escena asegurando que los dictados se
lleven a cabo junto con el secretario de Comercio, Wilbur Ross.
Para impedir una reacción de rechazo como ha ocurrido durante décadas con
el bloqueo cubano, Popolizio aseguró que el embargo "no es contra el
pueblo de Venezuela" como lo hace Estados Unidos y sus satélites, aupando
de esta manera una narrativa contraria a la realidad en un escenario
internacional pensado para concretar un golpe de Estado.
Con el esfuerzo de incorporar a una misma agenda a decenas de países, se
une la posibilidad de que ese bloque expanda las medidas contra Venezuela como
parte de la adhesión a la política exterior estadounidense.
En este punto de persecusión económica y financiera es que se nota la
importancia del Grupo de Lima, en tanto funcione como plataforma capaz de
orientar el cuadro de agresión hacia el aislamiento producido por Estados
Unidos.
En vista de que no todos los presidentes y cancilleres consideraron la
"opción militar" como una legítima para deponer al gobierno de
Nicolás Maduro, sí parece una vía de su agrado la extorsión y ahogo económico,
financiero y comercial. No importa si millones se ven afectados por eso.
LA PRESIÓN DE BOLTON
El Asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, figura clave en el
endurecimiento de la agresión estadounidense, habló para sus comensales en Perú
en torno al embargo declarado.
En efecto, Bolton dejó claro que la nueva orden ejecutiva de la Casa Blanca
"autoriza al gobierno estadounidense a identificar y convertir en blanco
de sanciones a personas que sigan brindando apoyo al ilegítimo régimen de
Nicolás Maduro".
Con un discurso de relaciones públicas internacionales, se enfocó en China
y Rusia, a quienes "les decimos que el apoyo que brindan al régimen de
Maduro es intolerable, en particular para el régimen democrático que
reemplazará a Maduro. A Rusia, y sobre todo a quienes que controlan sus
finanzas, les volvemos a decir lo siguiente: 'No redoblen una apuesta
equivocada'".
Con ello quiere decir que las nuevas medidas de bloqueo y embargo intentan
presionar (algunos lo llamarían chantaje) el cuadro geopolítico y geoeconómico
que permite a Venezuela seguir con normalidad sus relaciones internacionales
con potencias como China y Rusia.
Siendo estos dos actores euroasiáticos los principales aliados del país,
que mantienen un estatus de diplomacia, economía en alza y tecnología militar
de punta, el mensaje es claro: dejen de apoyar a Venezuela o escalaremos la
guerra multiforme entre los dos bloques sin remedio.
Son estas las intenciones de John Bolton, quien hizo fama de guerrerista
desde la Administración Bush hijo, pero ¿son las del presidente Trump?
EL RECHAZO DE LA UNIÓN
EUROPEA
"En lo que se refiere a las medidas de Estados Unidos, no hacemos
comentarios al respecto. Pero, en general, nuestra posición es bien conocida y
consiste en que nos oponemos a la aplicación extraterritorial de medidas
unilaterales", dijo un portavoz de la Comisión Europea sobre el embargo
declarado contra Venezuela.
De esta forma se une una nueva voz contraria a las agresiones asesinas de
Washington, esta vez de un actor que suele acompañar a Estados Unidos en sus
incursiones imperiales.
De hecho, la Unión Europea (UE) subrayó que las sanciones no deberían
afectar a la situación económica del pueblo venezolano y sólo al gobierno de
Maduro. Enunciado imposible de sostener debido a que desde 2017, cuando Trump
firmó la orden ejecutiva contra PDVSA y los activos estatales en el exterior,
las medidas de la Casa Blanca afectan directamente a la población, como
demostró un estudio del estadounidense Centro de Investigación Política y
Económica.
Eso se conecta con la afirmación de que la UE, por su parte, podría tomar
restricciones individuales adicionales contra varios venezolanos, o revisar
estas sanciones, dependiendo del progreso de diálogo en Barbados, dinamitado de
antemano por Washington.
Aunque las últimas consideraciones parecen más bien hipócritas, la UE
acompaña el comunicado de la ALBA-TCP en solidaridad con Venezuela.
Probablemente el bloqueo total a la economía venezolana sea rechazado por
la mayoría mundial, sin embargo, como ha hecho en los últimos 60 años, al
gobierno estadounidense no le importará la animadversión expresada por los
actores geopolíticos contrahegemónicos mientras tenga entre ceja y ceja el
cambio de régimen en Venezuela.
MIENTRAS TANTO, EL COMANDO
SUR
Los rusos y los chinos se mostraban satisfechos por lo que ocurría con el
diálogo en Noruega y luego Barbados entre el gobierno venezolano y el
antichavismo, que se suponía impondrían acuerdos electorales, políticos y
económicos, sin embargo el embargo de Trump dio sin efecto cualquier
negociación y Rusia llamó a levantar el bloqueo.
Por otro lado, mientras sucedía el anuncio de la Casa Blanca y se daba la
puesta en escena de la Conferencia Internacional para el Cambio de Régimen en
Venezuela (como realmente debería llamarse), el Comando Sur coordinaba sus
esfuerzos por "contrarrestar grupos armados ilícitos" en Colombia
junto con el ejército local.
Los "problemas securitarios" de que habla el Comando Sur se
refieren a las facciones de las FARC-EP que no se subordinaron a los acuerdos
de paz y al ELN colombiano, actores relacionados por el Centro de Estudios
Internacionales y Estratégicos (CSIS, por sus siglas en inglés) de manera
forzosa con el gobierno de Nicolás Maduro.
Ambas agrupaciones son consideradas terroristas por el Estado colombiano y
Estados Unidos, tal como lo propone el CSIS con respecto a la Administración
Maduro.
En relación a esto, el presidente Iván Duque afirmó recientemente y de
manera hipócrita que "Venezuela es santuario para terroristas y
narcotraficantes", en una nueva afrenta declarativa.
Asimismo, los esfuerzos del Comando Sur por espiar los sistemas militares
venezolanos se han intensificado en las últimas semanas con incursiones aéreas
ilegales e incluso a través de la guerra cibernética dan un vuelco sospechoso a
la visita personal del almirante Craig Faller al ejército colombiano.
Lo que no resulta sorprendente es que el Comando Sur continúe con sus
acciones de espionaje y guerra no convencional contra la FANB y las
infraestructuras venezolanas, en vista de que la geopolítica en este caso está
dando el tono del conflicto en el país de manera irremediable.
Todo se traza en un tablero donde lo militar (incluida la guerra
irregular), el asalto y aislamiento económico a un país y lo geopolítico se
entrecruzan como armas no convencionales para destruir la mesa de diálogo, a la
que el chavismo ha decidido no asistir debido a las agresiones en curso contra
la nación venezolana. Es lo que está sucediendo, teniendo en cuenta que era un
reservorio para la solución política a lo interno del conflicto venezolano.
Publicado por La Cuna del Sol
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