Washington cree que “la
guerra moderna” implica apoyo encubierto a ejércitos mercenarios constituidos
por neo nazis y extremistas islámicos. Moscú cree que la guerra moderna
significa socavar la capacidad del enemigo para hacer la guerra a través de los
ataques sostenidos a su moneda, sus instituciones, su mercado de bonos, y su
capacidad para convencer a sus aliados de que es un administrador responsable
del sistema económico global.
LE APUESTO A PUTIN
Por Mike Whitney
“La historia demuestra que los Estados Unidos se ha beneficiado política y
económicamente de las guerras en Europa. La enorme salida de capitales de
Europa después de la Primera y Segunda Guerras Mundiales, transformó a los
EE.UU en una superpotencia. ...Hoy, ante el declive económico, los EE.UU están
tratando de precipitar una nueva guerra europea para lograr el mismo objetivo”. Sergey Glaziev, político y economista ruso
“El descubrimiento en el Golfo Pérsico de las reservas de gas más grandes
del mundo compartidas por Qatar e Irán, y las nuevas evaluaciones que encontraron un 70 por ciento más de gas en el
Levante en el 2007, son la clave para entender la dinámica de los conflictos
que vemos hoy en día. Después de la finalización del gasoducto PARS, que parte
de Irán y se desplaza a través de Irak y Siria hasta llegar a la costa del
Mediterráneo Oriental, la Unión Europea recibiría más de un 45 por ciento del
gas que consume en los próximos 100 a 120 años proveniente de fuentes rusas e
iraníes. Ausente cualquier clase de conflicto, ello garantizaría una mayor
integración de los sectores de la energía europeos, rusos e iraníes y de las
economías nacionales”. Christof Lehmann, Interview with Route
Magazine
La fracasada operación de los Estados Unidos en Siria, ha llevado a una
intensificación de la guerra indirecta de Washington en Ucrania. Lo que la
administración de Obama esperaba lograr en Siria a través de su apoyo a los
llamados militantes islámicos “moderados” era derrocar el régimen de Bashar al
Assad, reemplazarlo con un títere respaldado por Estados Unidos, y evitar la
construcción de la crítica tubería entre Irán, Irak y Siria. Ese plan no ha
tenido éxito ni lo tendrá en un futuro próximo, lo que significa que el plan
para el potencial gasoducto finalmente seguirá adelante.
¿Por qué es esto un problema?
Es un problema porque -según el Dr. Lehmann- “Junto con el gas ruso... la
UE estaría en condiciones de cubrir un 50 por ciento de sus necesidades de gas
natural a través de fuentes iraníes y rusas”. Moscú y Teherán como los
principales proveedores de recursos críticos a Europa serán más fuertes
económica y políticamente lo que socavaría significativamente la influencia de
los EE.UU y de sus aliados en la región, especialmente Qatar e Israel. Esta es
la razón por la que los opositores al gasoducto desarrollaron un plan para
sabotear el proyecto fomentando una
guerra civil en Siria. Aquí está de nuevo Lehmann:
“En el 2007, Qatar envió 10 mil millones de dólares al canciller de
Turquia, Davotoglu para preparar a ese país y a la Hermandad Musulmana siria para
la subversión de Siria. Como hemos podido constatarlo a través del ex ministro
de Relaciones Exteriores francés, Dumas, fue también por esa época, que los
actores en el Reino Unido comenzaron a planificar la subversión de Siria con la
ayuda de los ‘rebeldes’”. (Christof Lehmann, Interview with Route Magazine)
En otras palabras, la idea de armar, entrenar y financiar un ejército de
militantes yihadistas, para derrocar a al-Assad y poner a Siria a disposición
de los intereses occidentales, tuvieron su origen en un retrato evolutivo
energético que claramente se inclinaba a favor de los rivales estadounidenses
en la región. (Nota: No estamos seguros del por qué Lehmann deja fuera a Arabia
Saudita, Kuwait o a los otros Estados del Golfo, que también han sido
implicados.)
La tesis de Lehmann es apoyada por otros analistas, entre ellos Ahmed
Nafeez de The Guardian que explica lo que estaba pasando tras bambalinas en el
caso de la falsa revuelta civil en Siria. Aquí hay un clip de un artículo de
Ahmed titulado “El plan de intervención
de Siria alimentado por los intereses petroleros, no la preocupación, por las
armas químicas”:
“En mayo del 2007, una orden presidencial reveló que Bush había autorizado
operaciones de la CIA contra Irán. Operaciones anti-Siria también estaban en
pleno apogeo en esta época como parte de este programa encubierto, según
Seymour Hersh en The New Yorker. Una gama de fuentes gubernamentales y de
inteligencia de Estados Unidos le dijeron que el gobierno de Bush había “cooperado
con el gobierno de Arabia Saudita, que es sunita, en operaciones clandestinas”
destinadas a debilitar al chiíta Hezbolá en el Líbano. “Estados Unidos también
ha tomado parte en operaciones clandestinas destinadas a Irán y su aliado
Siria”, escribió Hersh, “un subproducto” de esto es “el reforzamiento de los
grupos extremistas sunitas” hostiles a los Estados Unidos y “simpatizantes de
al-Qaeda”. El señaló que “el gobierno saudí, con la aprobación de Washington,
proporcionaría fondos y ayuda logística para debilitar al gobierno del presidente
Bashir Assad, de Siria”...
Según el ex ministro de Relaciones Exteriores francés Roland Dumas, Gran
Bretaña había planeado acciones encubiertas en Siria ya en el 2009: “Yo estuve
en Inglaterra, en otros asuntos, dos años antes de la violencia en Siria”, él
le dijo a la televisión francesa:
“Me reuní con altos funcionarios británicos, que me confesaron que estaban
preparando algo en Siria. Esto fue en Gran Bretaña no en los EE.UU. Gran
Bretaña estaba preparando pistoleros para invadir Siria”.
(... )Correos electrónicos filtrados de la empresa privada de inteligencia
Stratfor incluyendo notas de una reunión con funcionarios del Pentágono
confirmaron la participación de Estados Unidos y del Reino Unido en el
entrenamiento de las fuerzas de la oposición siria desde 2011 con el fin de provocar
el “colapso” del régimen de Assad “desde adentro”.
Entonces, ¿de qué se trataba toda esta estrategia desarrollada para socavar
a Siria e Irán? Según el Secretario General retirado de la OTAN Wesley Clark,
una nota de la oficina del secretario de Defensa de EE.UU tan sólo unas semanas
después del 11/9 revelaba planes para “atacar y destruir a los gobiernos en 7
países en cinco años”, empezando con Irak y continuando en “Siria, Líbano,
Libia, Somalia, Sudán e Irán”. En una entrevista posterior, Clark sostiene que
esta estrategia se basa fundamentalmente en el control de los vastos recursos petroleros
y gasíferos de la región”. (“Syria intervention
plan fueled by oil interests, not chemical weapon concern”,
The Guardian)
Al parecer, Assad fue abordado por Qatar sobre la cuestión del gasoducto en
el 2009, pero él se negó a cooperar con el fin de “proteger los intereses de su
aliado Rusia”. Si Assad hubiera estado
de acuerdo con la oferta de Qatar, entonces el esfuerzo para deponerlo de su
cargo probablemente habría sido cancelado. En cualquier caso, fueron los
acontecimientos en Siria los que provocaron la frenética reacción en Ucrania.
Según Lehmann:
“La guerra en Ucrania se volvió predecible (¿inevitable?) cuando el gran
proyecto de la Hermandad Musulmana en Siria fracasó durante el verano del 2012.
...En junio y julio 2012 unos 20,000 mercenarios de la OTAN que habían sido
reclutados y entrenados en Libia y luego colocados en la ciudad fronteriza jordana
de Al-Mafraq, lanzaron dos campañas masivas dirigidas a apoderarse de la ciudad
siria de Aleppo. Ambas campañas fracasaron y la "Brigada Libia" fue
literalmente barrida por el Ejército Árabe de Siria.
Fue después de esta derrota decisiva que Arabia Saudita comenzó una campaña
masiva para el reclutamiento de combatientes yihadistas a través de la red de
Al-Qaeda, la malvada hermana gemela de
la Hermandad Musulmana.
El Grupo Internacional de Crisis (ICG) respondió con la publicación de su
informe “Tentative Jihad”. Washington tuvo que hacer un intento por
distanciarse “políticamente” de los “extremistas”. Plan B, apostar por el plan
de las armas químicas, sin embargo, se hizo evidente que la guerra en Siria no
se podía ganar”. (“The Atlantic Axis
and the Making of a War in Ukraine”, New eastern Outlook)
Hubo otros factores que empujaron a los EE.UU hacia una conflagración con
Moscú en Ucrania, pero la fuerza impulsora fue el hecho de que los rivales de
Estados Unidos (Rusia e Irán) se erigían como los autores dominantes en una
guerra energética que erosionaría cada vez más el poder de Washington. Una
mayor integración económica entre Europa y Rusia representa una amenaza directa
a los planes estadounidenses para pivotar a Asia, desplegar la OTAN a las fronteras
de Rusia, y continuar denominando los suministros energéticos mundiales en
dólares estadounidenses.
Lehmann señala que tuvo una conversación con “un almirante de alto rango de
la OTAN de un país del norte de Europa”, quien aclaró la situación de la
política exterior estadounidense, en un lacónico resumen de dos frases. Él
dijo:
“Colegas estadounidenses del Pentágono me dijeron, de manera inequívoca,
que los EE.UU y el Reino Unido nunca permitirían que la relaciones
soviético-europeas se desarrollaran a tal grado que llegaran a desafiar la
primacía política, económica o militar y la hegemonía de los EE.UU/Reino Unido
en el continente europeo. Tal desarrollo será evitado por todos los medios
necesarios, aun provocando una guerra en Europa central”.
Este es el quid de la cuestión. Los Estados Unidos no van a permitir que
ningún Estado o combinación de Estados desafíen su dominio. Washington no
quiere rivales. Quiere ser la superpotencia mundial indiscutible, que es el
punto que Paul Wolfowitz articula en un primer borrador de la Estrategia
Nacional de Defensa de Estados Unidos:
“Nuestro primer objetivo es prevenir el resurgimiento de un nuevo rival, ya
sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en otro lugar, que represente
una amenaza del orden planteado anteriormente por la Unión Soviética. Esta es
una consideración dominante subyacente a la nueva estrategia de defensa regional
y requiere que nos esforcemos para evitar que cualquier potencia hostil domine
una región cuyos recursos, bajo un control consolidado, serían suficientes para
generar energía global”.
Así que la administración Obama va a hacer lo que piensa que es necesario
para detener una mayor integración económica entre la UE y Rusia y preservar el
sistema del petrodólar. Ese sistema se originó en 1974 cuando el presidente
Richard Nixon convenció a los miembros de la OPEP para que denominaran su
petróleo exclusivamente en dólares, y reciclar sus excedentes de los ingresos
petroleros en bonos del Tesoro de los EE.UU. La disposición resultó ser un gran
regalo caído del cielo para los EE.UU, que recauda más de $ 1,000 millones por
día a través del proceso. Esto, a su vez, permite a los EE.UU consumir en
exceso y tener grandes déficits. Otras naciones deben acumular dólares para
comprar la energía que hace funcionar su maquinaria, calienta sus hogares e
impulsa sus vehículos. Mientras tanto, los EE.UU alegremente pueden
intercambiar el papel moneda, el que puede imprimir sin ningún costo para sí
mismo, por los bienes importados que cuestan muy caro en términos de mano de
obra y materiales. Estos dólares luego se utilizan en la compra de petróleo o
gas natural, las ganancias de los cuales son recicladas de nuevo en USTs u
otros activos denominados en dólares estadounidenses como acciones, bonos,
bienes raíces, o ETFs. Este es el círculo virtuoso que mantiene a los EE.UU en
el primer lugar.
Como dijo un crítico: “El comercio mundial es ahora un juego en el que los
EE.UU produce dólares y el resto del mundo produce cosas que los dólares pueden
comprar”.
El sistema del petrodólar ayuda a mantener el monopolio del dólar sobre los
precios que, a su vez, sostienen el dólar como la moneda de reserva del mundo. Crea
la demanda excesiva de dólares que permite a la Reserva Federal expandir el
crédito de la nación al reducir drásticamente el costo de la financiación. Si
el petróleo y el gas natural no estuvieran denominados en dólares
norteamericanos, el valor del dólar caería bruscamente, el mercado de bonos se
vendría abajo, y la economía de Estados Unidos podría caer en una depresión de
largo plazo.
Esta es una de las razones por las que los EE.UU invadieron Irak poco
después de que Saddam se había cambiado al euro; porque considera cualquier
desafío a la estafa de petrodólar como una amenaza directa a la seguridad
nacional.
Moscú es consciente de talón de Aquiles de Washington y está haciendo todo
lo posible para explotar esa debilidad mediante la reducción de su uso del
dólar en sus acuerdos comerciales. Hasta ahora, Moscú ha persuadido a China e
Irán a abandonar el dólar en sus relaciones bilaterales, y han encontrado que
los otros socios comerciales están dispuestos a hacer lo mismo. Recientemente,
los ministros de economía de Rusia llevaron a cabo una reunión de
“desdolarización” en la que “una orden ejecutiva para el cambio de moneda” fue
emitida declarando que, “el gobierno tiene el poder legal para obligar a las
empresas rusas a negociar un porcentaje de determinadas mercancías en rublos”.
La semana pasada, de acuerdo a RT:
“Los bancos centrales de Rusia y China han acordado un anteproyecto de
intercambio de divisas, lo que les permitirá aumentar el comercio en monedas
nacionales y reducir la dependencia del dólar estadounidense en los pagos
bilaterales. “El borrador del documento entre el Banco Central de Rusia y el
Banco Popular de China sobre el intercambio de monedas nacionales ha sido
acordado por las partes. ...El acuerdo impulsará un mayor desarrollo del
comercio directo en yuanes y rublos en los mercados de divisas nacionales de
Rusia y China”, dijo el regulador ruso.
Actualmente, más del 75 por ciento de los pagos en los acuerdos comerciales
entre Rusia y China se hacen en dólares estadounidenses, según el diario
Rossiyskaya Gazeta”. (“De-Dollarization
Accelerates – China/Russia Complete Currency Swap Agreement“,
Zero Hedge)
El ataque contra el sistema de reciclaje de petrodólares es una de las
muchas estrategias asimétricas que Moscú está actualmente empleando para
desalentar la agresión estadounidense, para defender su soberanía, y para
promover un orden mundial multipolar, donde prevalezca el Estado de derecho. El
Kremlin también está presionando por cambios institucionales que ayuden a
nivelar el campo de juego en lugar de crear un sistema de ventaja injusta para
los países más ricos como los EE.UU. Naturalmente, la sustitución del FMI,
cuyos préstamos de explotación y políticas punitivas, encabezó la lista de la
mayoría de las naciones de mercados emergentes, en particular los BRICS
(Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que, en julio, acordó la creación de
un Banco de Desarrollo con fondos por valor de $ 100 mil millones que “va a contrarrestar
la influencia de las instituciones de crédito con sede en Occidente y del
dólar. El nuevo banco ofrecerá dinero para proyectos de infraestructura y desarrollo
en los países del BRICS, y a diferencia del FMI y el Banco Mundial, cada nación
tiene el mismo derecho, independientemente del tamaño del PIB.
Según RT:
“El gran lanzamiento del banco BRICS es visto como un primer paso para
romper el dominio del dólar estadounidense en el comercio mundial, así como de
las instituciones respaldadas por el dólar, como el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial, ambas instituciones basadas en los
EE.UU y dentro de las cuales los países miembros del BRICS tienen poca
influencia...
“Este mecanismo crea las bases para una efectiva protección de nuestras
economías nacionales de una crisis en los mercados financieros”, dijo el presidente
ruso, Vladimir Putin”. (“BRICS establish
$100bn bank and currency pool to cut out Western dominance”,
RT)
Es claro que la agresión de Washington en Ucrania ha centrado la atención
de Moscú en la represalia. Pero en lugar de enfrentar a los EE.UU militarmente,
como Obama y Co. preferirían, Putin está apuntando a las vulnerabilidades del
sistema. Un Banco de Desarrollo BRICS desafía el papel dominante del FMI como
prestamista de última instancia, un papel que ha incrementado el poder de los
países ricos y sus industrias. El nuevo banco crea la base para el cambio
institucional real, aunque, todavía dentro del marco capitalista dominante.
El político y economista ruso Sergei Glaziev, en un ensayo titulado: “Estados Unidos está militarizando Ucrania
para invadir Rusia”, resumió el curso de acción de Moscú ante la
conflagración entre Estados Unidos y Rusia. He aquí un extracto:
“Para detener la guerra, es necesario poner fin a sus fuerzas motrices. En
esta etapa, la guerra se desarrolla principalmente en los planos económicos, de
las relaciones públicas y la política. Todo el poder de la superioridad
económica de los EE.UU se basa en la pirámide financiera de la deuda, lo que ha
ido mucho más allá de la sostenibilidad. Sus principales prestamistas están
colapsando, lo suficiente para privar al mercado de los EE.UU de dólares
estadounidenses acumulados y bonos del Tesoro. Por supuesto, el colapso del
sistema financiero de Estados Unidos causará graves pérdidas a todos los
tenedores de moneda y de valores de los EE.UU. Pero en primer lugar, estas
pérdidas para Rusia, Europa y China serán menores que las pérdidas causadas por
otra guerra mundial desatada por la geopolítica estadounidense. En segundo
lugar, entre más pronto sea la salida de las obligaciones financieras de esta
pirámide americana, menores serán las pérdidas. En tercer lugar, el colapso del
esquema Ponzi del dólar da una oportunidad, por fin, para reformar el sistema
financiero global sobre la base de la equidad y el beneficio mutuo”.
Washington cree que “la guerra moderna” implica apoyo encubierto a ejércitos
mercenarios constituidos por neo nazis y extremistas islámicos. Moscú cree que
la guerra moderna significa socavar la capacidad del enemigo para hacer la
guerra a través de los ataques sostenidos a su moneda, sus instituciones, su
mercado de bonos, y su capacidad para convencer a sus aliados de que es un
administrador responsable del sistema económico global.
Le apostaré a Rusia.
Mike Whitney reside en el estado de Washington. Es
colaborador de Hopeless: Barack Obama and the Politics of Illusion (AK Press). Hopeless también está disponible en edición
Kindle. Él puede ser contactado en fergiewhitney@msn.com.
Publicado por LaQnadlSol
USA.
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