jueves, 29 de diciembre de 2011

Año 2011


No, no estoy tratando de hacer una analogía con el 1,984 de G. Orwell, aunque claro, existen bastantes similitudes, como por ejemplo el hecho de que  muchos de los gobiernos de las llamadas sociedades más democráticas del mundo, cada día que pasa, se están convirtiendo en auténticos regímenes dictatoriales, con poderes ilimitados que les permite ejercer control absoluto sobre las vidas de sus ciudadanos,  aunque claro está, con el aval del voto popular. Espacios de comunicación, como la Internet, que se decía serían el vehículo más apropiado para la proliferación de ideas sin ningún tipo de censura hoy se encuentran copados de sabuesos cibernéticos al servicio de los órganos de seguridad del Estado, a la caza de todo aquél o aquellos que atenten en contra de la seguridad del mismo. De esto se ha escrito y se está escribiendo mucho al respecto. No. Quiero referirme de manera sucinta al 2011 que esta a unas cuantas horas de expirar.

Ha sido un año tumultuoso en lo político, económico y social. La crisis económica que desde el 2007 asuela a todo el mundo no ha hecho más que poner al desnudo las grandes contradicciones del capitalismo global, que en su desaforada ambición por la acumulación de riqueza está dejando a millones y millones de seres humanos sumidos en la miseria, el hambre y la pobreza. En países como los Estados Unidos la brecha entre ricos y pobres ha alcanzado niveles escalofriantes, al grado que algunos de los tantos ricos millonarios tengan ingresos 300 o 400 veces el equivalente al salario mínimo de un pobre y explotado trabajador. Al otro lado del Atlántico, la Unión Europea está al borde del colapso, la crisis financiera es profunda y todo indica que países como Grecia, Italia, España, Portugal  e Irlanda son irrescatables, lo que tampoco quiere decir que Francia, Inglaterra o la misma Alemania estén a salvo. Las medidas de austeridad están a la orden del día (el pato tienen que pagarlo las clases trabajadoras), los recortes presupuestarios para balancear los enormes déficits fiscales se están haciendo a costas de los programas de asistencia social, provocando que las clases medias se conviertan en pobres y éstos en miserables, mientras que los grandes banqueros que controlan el negocio de las finanzas internacionales se están haciendo más ricos.  China, Rusia, India y Brasil que habían sorteado los efectos iníciales de la crisis financiera han empezado a sentir los efectos de la prolongación de la misma en Estados Unidos y en la Unión Europea. Ante la severidad de la crisis económica que está golpeando a los sectores populares, las manifestaciones de “indignados” en Grecia, España, Chile, Londres y en Estados Unidos están haciendo temblar los cimientos del capitalismo poniendo al descubierto las contradicciones e injusticias del sistema.

En el Medio Oriente, lo que se ha dado en llamar la “Primavera Árabe”, se está tornando en un peligroso polvorín en donde los grandes poderes económicos y militares del mundo están midiendo fuerzas. Libia ha sido la primera víctima del imperialismo, encabezado por los Estados Unidos y su brazo armado, la OTAN. Siria está envuelta en una guerra civil instigada y apoyada desde fuera. Irán parece será el próximo objetivo del imperialismo occidental. Rusia y China empiezan a sentir los pasos de animal gigante. El destino de toda la humanidad está en juego en esa región, por lo tanto los equilibrios estratégicos de la peor manera se hacen necesarios, tal el caso de la botadura de los submarinos nucleares estratégicos rusos hace una semana.

Como resultado de la crisis económica el odio racial, la discriminación y la xenofobia hacia los grupos de inmigrantes se ha incrementado enormemente. Redadas y deportaciones han estado a la orden del día en los Estados Unidos y todo parece indicar que el próximo año veremos un aumento de tales actitudes y acciones. Para finalizar con este breve sumario, La Cuna del Sol, consciente de la valerosa y heroica actitud de todos aquellos connacionales guatemaltecos y de otras nacionalidades que residen y laboran en las diferentes regiones del mundo, con humildad pero con mucha honestidad, reconoce sus enormes méritos y, sobretodo, la solidaridad con sus seres queridos y con la Patria; como el grupo de personas más destacadas del año. Vaya pues, para todos ellos un fraterno y solidario abrazo, estén en donde estén, y desde luego, en donde muy diligentemente nos leen: EE.UU, Inglaterra, Rusia, Alemania, Canadá, Lituania, Ucrania, España, Indonesia, Malasia, Corea del Sur, Japón, México, Nicaragua, Brasil, Chile, Colombia y por su puesto para toda esa chapinada que nos lee allá en Guatemala. ¡Feliz Año Nuevo! Y como dice el Rvdo. Luis Barrios, “Paz Con Justicia.” Marvin Najarro

A continuación el profesor Luciano Castro Barillas,  con un resumen de los  hechos más trascendentales que a lo largo del 2011 han tenido mayor incidencia en el plano nacional guatemalteco y lo que se vislumbra para el 2012.





RESUMEN DE HECHOS NACIONALES
Y LA GUATEMALA QUE SE COLUMBRA

 Por Luciano Castro Barillas


Los tres eventos más trascendentes de la vida nacional fueron las elecciones, el procesamiento de los militares responsables del genocidio y la caída de una filosofía política oportunista que impone la necesidad de una reconversión total de las fuerzas revolucionarias.

Las elecciones presidenciales del 2011 en Guatemala: un pueblo sin opciones


Algunos le llaman la era democrática, término muy abarcador para lo que es realmente la restringida democracia guatemalteca, en permanente crisis desde 1954. Hablar de democracia real  -y no formal-  significa que los ciudadanos gocen de empleo, salud, educación, vivienda, cultura, correcta administración de justicia y seguridad. El déficit de la “democracia” guatemalteca en esos rubros es alarmante: el 80% del empleo guatemalteco está en las manos del sector informal (término eufemístico para designar al subempleo que no cubre el mínimo vital) que está integrado por vendedores callejeros en su gran mayoría y jornaleros, por lo que estamos hablando de ciudadanos con pleno empleo guatemalteco no más allá del 30%. De allí la explicación del porqué Guatemala es un país en extrema pobreza, sólo precedido por Haití, sin embargo, hay algo insultante y curioso en la virtual “economía de guerra” guatemalteca: es el primer país latinoamericano que importa en los últimos 10 años más autos de lujo. Hay carencia de vivienda para más 2 millones de familia, sin ninguna posibilidad de edificar sus casas por el altísimo costo de los materiales de la construcción, principalmente del cemento, cuyo gran productor (Novella y Progreso) son los más grandes evasores de impuestos de este país. Como resultado de la evasión fiscal el Estado funciona a base de empréstitos internacionales y está su capacidad de pago ya en un punto rojo, es decir, al borde de la insolvencia total, pues un altísimo porcentaje se destina a gastos de funcionamiento y por lo tanto, la inversión social es de escasa y raquítica dinámica. Si las fuerzas sociales no llegan a ningún acuerdo nacional, principalmente en subir la tasa tributaria que está actualmente en el 12% (la más baja de América Latina) y de la cual son renuentes los sectores poseedores de pagar lo que les corresponde, el país tiene un horizonte cerrado, sombrío y de ingobernabilidad insoportable.

Un sistema de salud inhumano
               
En salud los hospitales nacionales están totalmente desabastecidos, al punto que algunos centros hospitalarios han cerrado por algunos días por no tener a su disposición el personal una simple gasa o una aspirina para atender el creciente número de pacientes, personas con enfermedades curables, pero que en ocasiones se tornan más agresivas por los cuadros de desnutrición severa de adultos y niños; no por gusto Guatemala ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en desnutrición infantil. Hay que agregar el impago por parte del Estado a cientos de trabajadores sanitarios que se ven obligados a obstruir el tránsito vehicular en las carreteras principales del país, dicho sea de paso, destruidas en un 70%, los caminos se han quedado prácticamente sin revestimiento asfáltico. El sistema de salud guatemalteco ocupa el primer lugar en pésima atención en Latinoamérica, pero lo paradójico es el florecimiento -como nunca había tenido lugar en la historia del país- de los centros de salud privados y el enriquecimiento de ese tipo de empresarios cuyas tarifas son impagables para los sectores populares. No se ve, en el sistema de salud oficial, por ningún lado, la posibilidad de mejorarlo.

La educación guatemalteca: la imbatible ignorancia extrema

En educación las condiciones y las perspectivas tampoco son alentadoras: la ayuda alimentaria a los niños de edad escolar (un alto porcentaje de los niños de edad preescolar y escolar tienen déficit en su peso cerebral) llegó a menos del 50% en todas las escuelas, amén de falta de pago de salarios y prestaciones acordadas en un Pacto Colectivo de condiciones de trabajo con la organización sindical magisterial, que orilló a los trabajadores de la educación a tres huelgas en el transcurso del ciclo escolar, hechos que incidieron negativamente en el rendimiento escolar, pues de 180 días de clase en el sistema guatemalteco de educación, sólo se impartieron clases por 90 días. Guatemala ocupa deshonrosos primeros lugares en analfabetismo y falta de pericia académica-formativa de sus profesores. La ignorancia de las grandes mayorías hace funcionar a la perfección un sistema político altamente corrupto e identificado con los intereses de la clase dominante de la sociedad, cuya división es escandalosamente antagónica. La inversión en educación es del 3.5% del Producto Interno Bruto, la más baja de América Latina. El actual gobierno socialdemócrata, a lo largo de cuatro años, saqueó los escasos fondos del Ministerio de Educación para sus programas político-clientelares. Ninguna tecnología educativa ha funcionado en una nación estructuralmente enferma. El futuro sigue siendo deprimente.

La cultura: las bellas artes arrinconadas por el indigenismo ramplón

Debiera de existir un Ministerio de Asuntos Indígenas, para evitar la pugna de intereses y de presupuesto entre las expresiones de las culturas populares tradicionales del país y las reivindicaciones étnicas y la cultura artística, es decir, las bellas artes; como la pintura, la música académica, la danza, el teatro, la literatura, etc. En un país como Guatemala, con una fuerte presencia indígena  -el 70% de la población- la redención de lo siempre postergado, los derechos de los pueblos indígenas es una prioridad; sin embargo, las bellas artes, de las cuales Guatemala han dado ricos aportes a la cultura universal, no puede tenerse en planos secundarios. Las artes tienen el mismo poder formativo en la conciencia del hombre que las ciencias y constituyen también un rico filón que puede tener fuerte incidencia en la economía, en tanto se tenga la visión para ello por parte de las autoridades rectoras del Estado. Hay cabeceras o capitales de provincia o departamentales como Jutiapa que, en pleno siglo XXI, carecen de una sala de cine o teatro. Dice algo esa condición: sí, la existencia de amplios sectores sociales carente de cultura. La perspectiva sumamente pesimista: no se contempla ningún incremento presupuestario al Ministerio de Cultura, al contrario, ha sido reducido. El Ministerio de Cultura ha sido dirigido por personas que ninguna relación han tenido con la actividad cultural. Un indígena sin formación en las bellas artes, no necesariamente es un buen promotor artístico. El próximo ministro de cultura es un politólogo indígena. El sectarismo indígena y la confrontación con los ladinos sigue siendo un problema real, sin embargo, se obvia su discusión. Actualmente se da en ciertos sectores indígenas un racismo invertido, tal el caso siempre existente de la burguesía y pequeña-burguesía indígena quezalteca con respecto a los ladinos, para citar un ejemplo de los más conocidos. Todo este panorama social y económico enfrentará el gobierno de Otto Pérez Molina. No tiene mayoría parlamentaria y las negociaciones con las mafias políticas será sumamente difícil dado las prácticas de extorsión al poder de turno. La insatisfacción social es creciente y las penurias económicas de los sectores populares inaguantables. No hay para el nuevo gobierno tiempos prudenciales de espera. Ese juego temporal dilatorio ya no es posible. Los plazos para satisfacer las necesidades básicas de los sectores populares son perentorios y no admiten prórroga. El gobierno si no quiere hundirse a los doce meses tiene que actuar inmediatamente. No puede haber el idílico plazo de la luna de miel entre el poder y el pueblo de Guatemala, la coyuntura es impostergable. Hasta antes de asumir el cargo el 14 de enero de 2012, el general Otto Pérez Molina ha enviado señales alentadoras: no atender la posición antihistórica de los militares ultrareaccionarios integrados en la Asociación de Veteranos Militares, reconocer el buen desempeño de la fiscal general, pese a pertenecer la doctora Claudia Paz y Paz a una familia de ex insurgentes y, sobre todo en la esfera estrictamente política, no prestarse al chantaje en el parlamento de los políticos mafiosos al impulsar la supresión de otorgar a los diputados la ejecución de obra pública, con la que se han imagen, además de robar, vía comisiones en los contratos. La lista (no listado) geográfica nacional queda a partir de el nuevo gobierno en manos del Ministerio de Comunicaciones, con lo cual se logra sanear en buena medida el más fuerte componente de la corrupción nacional.

Los genocidas no quieren rendir cuentas: no se les persigue por matar en combate a guerrilleros, sino por matar a civiles desarmados

Los militares de la Asociación de Veteranos Militares, asesorados por infames politiqueros, sin la menor duda, pretenden crear un absurdo paralelismo: que se juzgue con el mismo rasero las acciones de guerra o crímenes  -para llamarlo como justamente es-  cometidos por la guerrilla, obviando a su favor la cantidad de muertos: 97% de crímenes cometidos por el ejército no pesan igual que el 3% cometidos por la insurgencia. Los primeros cometieron genocidios, los segundos crímenes selectivos. Ambos podrían ser demonios, pero la teoría luciferina tiene mejor sustento con los militares. Hay una comisión internacional independiente que llegó a esos resultados. Que no los acepten es otro asunto. El enjuiciar a Ríos Montt es colocarle la guinda al pastel y es bastante probable que al entregar su cargo y que se le extinga la inmunidad tenga que responder de sus hechos ante la justicia. Será de interés para los literatos y lingüistas escuchar su defensa enrevesada y su lenguaje disparatado. Todo un tesoro de anomalías idiomáticas está a la vista en el 2012, pero sobre todo de cinismo.

La ideología oportunista de la socialdemocracia guatemalteca cayó de bruces

El experimento socialdemócrata guatemalteco dirigido por Alvaro Colom dejó mal sabor de boca entre la mayoría de ciudadanos. La corrupción generalizada  -pero principalmente de la familia Torres- se encargó del último ridículo para el presidente. Ahora es tal su estado de postración que no tiene arresto de asistir al acto de investidura del nuevo presidente pues, si nunca fue respetado, a la hora de entregar el cargo sería peor. No quiere exponerse a la rechifla ciudadana, tal como le ocurrió en su momento a Vinicio Cerezo, nombrado por su ex mujer Raquel Blandón en los momentos iniciales de la locura por el ejercicio del poder, “Compañero Presidente”. Lo último que quedaba del prestigio revolucionario lo acabó la izquierda de Colom y Pablo Monsanto y acciones absolutamente repudiables como la de Rigoberta Menchú -posiblemente asesorada por un indígena y convencido oportunista,  Alvaro Pop- que sepultaron por años la credibilidad del izquierdismo nacional. Las iniciativas revolucionarias tendrán que esperar tiempos mejores y que se diluya en el imaginario colectivo guatemalteco lo hecho por estos incompetentes socialdemócratas, mediatizadores históricos de los esfuerzos revolucionarios. El futuro, pues, para los guatemaltecos no es nada prometedor. Sin embargo, los revolucionarios   -como dijera el respetable dirigente revolucionario Miguel Ángel Sandoval-  podemos construir las coyunturas y el momento para hacer la Revolución es éste, y no uno que está por venir. Felicidades, lectores dilectos, de La Cuna del Sol.






Pubblicado por: Marvin Najarro
CT, USA,

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