(…) Hugo Chávez vino y
pronunció un discurso donde por primera vez él se definió como un socialista.
Él lo expresó muy claramente. El básicamente dijo que tenía dos caminos,
socialismo o muerte. Si continuamos operando dentro del marco del capitalismo,
destruiremos el planeta. El planeta no puede sostener este modelo extractivista
de desarrollo a cualquier precio. La otra opción es la búsqueda de más
alternativas sostenibles de sobrevivencia. Chávez identificó la ruta sustentable
con socialismo. Él está diciendo que necesitamos imaginarnos una mejor manera
de sobrevivir en este planeta o destruiremos el planeta y con el todo vestigio
de vida humana tal y como la conocemos.
RAFAEL CORREA Y LA
IZQUIERDA INDÍGENA DE ECUADOR
Como era de esperarse Rafael Correa no tuvo mayores inconvenientes para
ganar nuevamente las elecciones presidenciales en Ecuador. El hombre es muy
popular y cuenta con mucho apoyo entre amplios sectores de la población ecuatoriana
quienes se han beneficiado de la implementación de sus políticas que sin duda
han elevado el nivel de vida de muchos, sobre todo los más pobres, abandonados
a su suerte por las pasadas administraciones. Con la llegada de Correa al poder,
Ecuador no solo ha mejorado internamente, sino que también, su imagen a nivel
internacional, como uno de los pocos países con una política independiente que
se opone al injerencismo de los Estados Unidos en sus asuntos internos como también
en los de otros, se ha elevado. Sin embargo, Rafael Correa, de lejos el mejor
presidente que ha tenido Ecuador, enfrenta problemas en el ámbito político interno,
sobre todo, con los movimientos sociales indígenas de izquierda que rechazan
sus políticas de desarrollo que consideran de corte neoliberal además de
criticar el escaso interés del presidente Correa en solucionar los problemas de
las comunidades rurales indígenas a quienes él considera sus
oponentes políticos. En entrevista publicada por Conterpunch el 12 de febrero,
2013, el escritor Paul Gottinger conversa con Marc Becker, profesor asociado de
Estudios Latinoamericanos en la Truman
State University, sobre las políticas de Correa y su relación con los
movimientos sociales indígenas de Ecuador. A continuación la entrevista.
Paul Gottinger: En
los Estados Unidos Rafael Correa es tenido como un izquierdista, pero en
Ecuador algunos de los movimientos indígenas y otras fuerzas sociales de la
izquierda lo acusan de implementar políticas neoliberales. ¿Cómo usted
categorizaría sus políticas?
Marc Becker: Lamar a Rafael Correa un neoliberal quizás
sea una exageración, o un poco polémica. Una pregunta más apropiada seria si él
ha roto completamente con los patrones neoliberales. Correa se presenta el
mismo como un izquierdista y la cuestión aquí es que es lo que exactamente él
quiere decir con eso. Él viene de una izquierda tecnocrática, académica y
pragmática, él no proviene de un movimiento social de
izquierda. Esta es una distinción que hacen algunos activistas. La izquierda
electoral versus un movimiento social de izquierda.
PG: ¿Cómo
Correa balancea esa imagen de izquierdista, cuando ha tratado de implementar la
privatización del agua, ha continuado con la exploración petrolera y la
minería, y otras políticas similares a las de previos presidentes de Ecuador? Y
¿cómo afectan estas políticas su relación con las comunidades indígenas y otros
movimientos sociales?
MB: Hay dos diferentes visiones, que datan desde
muchas décadas atrás, y también tenemos esta crítica indígena que dice que la
izquierda es parte de las mismas y viejas formas de modernización europea que
informan al capitalismo. Correa se ubica en buena medida en esa línea. El acoge
la modernización extractivista. Parte del problema que estamos viendo en
Ecuador es que contradice directamente lo que fue codificado en la constitución
del 2008, que se suponía incorporaría las sensibilidades indígenas. Esto es
particularmente cierto en términos de plurinacionalidad y sumak kawsay (la buena vida). Esto esta supuesto a incorporar
visiones alternativas de desarrollo y Correa quiere verlas exclusivamente en
términos de declaraciones simbólicas en vez de algo que debe ser implementado.
Los indígenas no lo ven como algo simbólico, sino como algo que debe ser
implementado y puesto en práctica.
PG: ¿Son anti desarrollo muchos de los movimientos
indígenas?
MB: Ellos no lo dirían y sus aliados tampoco
dirían eso. La diferencia está en hablar qué es sostenible y qué no lo es. Un lugar
donde esto realmente me sorprendió fue en el foro social mundial en Porto
Alegre, Brasil en el 2005. Hugo Chávez vino y pronunció un discurso donde por
primera vez él se definió como un socialista. Él lo expresó muy claramente. El
básicamente dijo que tenía dos caminos, socialismo o muerte. Si continuamos
operando dentro del marco del capitalismo, destruiremos el planeta. El planeta no
puede sostener este modelo extractivista de desarrollo a cualquier precio. La
otra opción es la búsqueda de más alternativas sostenibles de sobrevivencia. Chávez
identificó la ruta sustentable con socialismo. Él está diciendo que necesitamos
imaginarnos una mejor manera de sobrevivir en este planeta o lo destruiremos y con el todo vestigio de vida humana tal y como la conocemos.
La crítica indígena va dirigida a este modelo de desarrollo a cualquier
precio que Correa está siguiendo. Por lo que no es una mentalidad anti
modernización o anti desarrollo. Lo que está diciendo es que hay cosas más
importantes que modernización y desarrollo, si esto, va a terminar destruyendo
el mundo en cual vivimos. En resumen eso
es el sumak kawsay. Nos está diciendo como podemos desarrollar de una manera
sustentable. Ese el verdadero debate que está teniendo lugar en Ecuador,
extracción de minerales, petróleo y el uso del agua. ¿Existen otras
alternativas para solucionar estas cuestiones de manera que sea sostenible y
que beneficie a todos?
PG: ¿Cómo
ve la relación de Correa con la izquierda no indígena en Ecuador? ¿Es sustancialmente
diferente de su relación con la izquierda indígena?
MB: La gente que parece ser la que más se
opone a las políticas de Correa es la que yo llamaría de centro izquierda, o
izquierda social demócrata, o izquierda moderada. Yo agruparía en esa categoría
a la totalidad de la de los movimientos
indígenas. Hay movimientos indígenas, y hago uso del plural intencionalmente,
porque los movimientos indígenas no son homogéneos. Existen múltiples
posiciones aquí. Existen estas
comnuidades de indígenas evangélicos conservadores que en las elecciones del 17
de febrero muy probablemente votaran masivamente por Lucio Gutiérrez, el más
conservador candidato neoliberal. También existen otras alas del movimiento
indígena, particularmente en el Amazonas, que podrían ser caracterizados como
una izquierda anti modernización y anti desarrollo. En los grupos con los que
trabajo existe una posición dominante de centro izquierda que busca como
desarrollar a Ecuador de acuerdo a pautas que beneficien a todos los ecuatorianos
y no solamente a los indígenas. En muchas maneras el argumento sería que
nosotros no estamos haciendo esto únicamente por los indígenas, o ni siquiera
solo por Ecuador, sino que lo estamos haciendo por el mundo como un todo. Los
movimientos indígenas se han vuelto, para Correa, unos de sus más fuertes
oponentes de la izquierda porque históricamente han sido los sectores mejor
organizados de Ecuador. También están los remanentes de lo que yo llamaría la izquierda Stalinista que apoya fuertemente
a Correa. Estos son Stalinistas en el sentido que abogan por una fuerte
participación del gobierno como medio para resolver los problemas. Correa,
realmente por primera vez, está dando un ejemplo de alguien que está haciendo
uso de las fuertes estructuras del gobierno para mejorar la sociedad. Mucho de
su apoyo viene de esa parte de la izquierda. Luego esta otra parte de la
izquierda, la que podría llamar la izquierda tecnocrática, o izquierda ONG, o la izquierda académica. Yo no me atrevería a decir que mucha de esta
gente este ideológicamente comprometida con una agenda de izquierda. Ellos son más un
grupo de gente tecnócrata que están tomando ventaja del gobierno que
actualmente está en el poder para ubicarse en posiciones de poder. Algunas de
estas personas que ocupan posiciones de poder en el gobierno de Correa han
estado por mucho tiempo en el gobierno y han trabajado con previos gobiernos
neoliberales. De ahí es de donde proviene Correa. Él nunca ha sido parte de
algún partido político de izquierda, nunca ha sido un activista, o ha estado
envuelto en luchas sociales. Su perspectiva es esta; cómo podemos resolver los
problemas con soluciones tecnocráticas. La izquierda que está oponiéndose a la
Stalinista y a la izquierda tecnocrática
es un movimiento social de izquierda que está comprometido a una
izquierda participatoria. Ellos están empeñados en tratar de movilizar a la
gente y hacerla parte del proceso político.
PG: ¿Cómo supone que Correa mira a los movimientos
indígenas y a las fuerzas sociales a su izquierda?
MB: Parece que los ve como oponentes
políticos. El los ve como fuerzas a las que hay que combatir. La interrogante
es ¿son los movimientos de izquierda quienes van a fijar la agenda, o es Correa
quien lo hará? De alguna manera correa parece verlo como un juego de todo o
nada. En la elección del 2006 cuando Correa ganó, Pachakutik (el partido
indígena) obtuvo un 2%. Esta vez parece como que obtendrán un 5%. Correa dice;
esto es un porcentaje insignificante de la población y no necesito traerlos
dentro de mi coalición como un cálculo electoral para ganar poder. De hecho mis
colegas en Ecuador dicen que desde que Correa fue electo presidente ha habido
un incremento en los incidentes racistas y del racismo en general. Este es un
fenómeno que vemos en otras partes, como en Colombia, por ejemplo. Los
movimientos indígenas están tan bien organizados que ganan espacios políticos
que exceden su representación numérica en el país. En Ecuador existe cierto
resentimiento de parte de los no indígenas hacia los indígenas a causa del
espacio y poder político que los últimos han ganado. Parece que Correa juega la
carta de la raza y lo hace dentro de las latentes actitudes racistas de la
población dominante de blancos y mestizos. Usted lo ve en la retórica de
Correa. Él dice cosas muy desagradables a cerca de la gente indígena, los
ambientalistas, y lo que él denomina como “ultraizquierdistas”. El parece hacer
estas declaraciones para aumentar su apoyo electoral entre otros sectores de la
población. Esta es una estrategia populista para cementar su apoyo electoral en
lugar de movilizar a la población como a un movimiento social.
PG: ¿Cómo han
impactado las políticas de Correa a los pobres de las ciudades y a los
habitantes o indígenas pobres del área rural?
MB: Para los pobres de las áreas urbanas las políticas
de Correa han sido de las mejores cosas. Yo diría que Correa es el mejor
presidente que Ecuador ha tenido. En maneras que dicen más a cerca de los otros
presidentes que a cerca de Correa. Yo diría que en la historia del mundo hay
muy pocos presidentes que realmente han hecho contribuciones positivas a sus
sociedades. Por lo que es muy importante entender las políticas de Correa en
este contexto. Muchas de las políticas de Correa han resultado en un marcado
mejoramiento de las condiciones de vida de la población urbana pobre. Sin
embargo, hay un par de críticas. Una es que, existe un bono de desarrollo
humano, que es como un subsidio económico. Este fue incrementado recientemente
de $35 a $50 dólares al mes. El movimiento social de izquierda dice que; esto
no es más que neoliberalismo. Esto es simplemente caridad en vez de tratar con
los problemas estructurales de la sociedad. Este tipo de políticas constituyen
un buen juego en términos de atraer a los pobres de las ciudades dentro de la coalición
de Correa. El movimiento social de izquierda critica esto como una estrategia
populista. Esto es un tema muy amplio en América Latina donde históricamente existe
mucha tensión entre populistas y marxistas. Los populistas están apelando a los
intereses económicos de la población que supuestamente proveerá la base de
apoyo para un movimiento marxista basado en la lucha de clases. Pero, los
populistas usan esa retórica para suplantar esto. En Ecuador, históricamente esto
ha sido un problema. Correa ha sido mucho mejor que los populistas del pasado
en hacer uso de este discurso, la caridad, y estas políticas para movilizar la
base electoral. Todo esto en contraste con los presidentes del pasado que nunca
en verdad hicieron nada en beneficio del pueblo. Pienso que esta es la razón para
la longevidad de Correa. El en efecto continúa con sus políticas de subsidios económicos
a las clases más pobres. Mientras que las tasas de pobreza, desigualdad,
pobreza extrema, analfabetismo y todos los indicadores socio económicos se
mueven en una dirección muy positiva en términos de la población urbana pobre,
para los pobres de las áreas rurales las políticas de Correa no están teniendo
el mismo impacto. Una interpretación es que Correa no está interesado en lo
pobres del área rural porque ellos constituyen la base de apoyo de los
movimientos indígenas. Estos son sus oponentes políticos, entonces por qué
preocuparse por ellos. Algunas personas dicen que esto se debe a los cambios demográficos
y que esto es un cálculo electoral. Ecuador, como está sucediendo en el resto
del mundo, se está urbanizando con rapidez, lo que significa que temas rurales
como la reforma agraria no tengan la importancia electoral que tenían previamente.
Las cifras más recientes que he visto indican que los indicadores socioeconómicos
están mejorando en el campo, aunque inicialmente estaban en retroceso.
Entonces, debe haber habido un atraso ahí.
PG: ¿Como
las protestas generales de los indígenas y de la izquierda han hecho que las políticas
de Correa viren a la izquierda y cuál ha sido la respuesta de Correa ante las
protestas?
MB: Hace unos 5 años la idea a cerca de las
protestas cambio radicalmente. Si observamos a los años del neoliberalismo en
los 90, los movimientos sociales constituían el freno contra las políticas neoliberales.
Nosotros vemos esto en Ecuador donde los movimientos sociales han derribado
gobiernos que estaban gobernando contra sus intereses de clase. Pero el
problema es que si derribamos a un gobierno que dirige en contra de nuestros
intereses de clase y no tenemos una alternativa positiva para implementar,
entonces un nuevo gobierno neoliberal
legará al poder. Esto fue lo que arrastró a los movimientos sociales al terreno
electoral. Había una necesidad de crear una alternativa positiva concreta. Hace
5 años emergió en el movimiento indígena de todo el continente un eslogan común,
el cual era, “De la Protesta a la Propuesta”. Fue esta idea de que ya no
estamos protestando políticas con las cuales no estamos de acuerdo, sino que,
vamos a proponer planes concretos. Los movimientos sociales han sido el
mecanismo de verificación en la implementación de políticas. Si no fuera por
los movimientos sociales, la administración de Correa estaría más a la derecha.
Traducido del inglés por Marvin Najarro
Marc Becker es un profesor asociado de Estudios Latinoamericanos
en Truman State University. Él ha trabajado con movimientos indígenas y ha
escrito ampliamente a cerca de los movimientos sociales e indígenas en Latinoamérica.
Él es el cofundador de Nativeweb, una organización educacional dedicada al uso
de tecnología para diseminar información de y sobre temas indígenas y promover
la comunicación entre nativos y no nativos. Él es el autor de numerosos libros incluyendo
Pachakutik:
Indigenous Movements and Electoral Politics in Ecuador (2012) and Global
Democracy and the World Social Forums (2007).
Paul Gottinger es un escritor de Madison, Wisconsin en donde
edita whiterosereader.org, en donde primero apareció este artículo. Él
puede ser contactado a paul.gottinger@gmail.com.
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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