Es un lugar o un país
donde están rotas las ilusiones por un Estado y una sociedad mejor. Es el sitio
donde tienen rotas las alas y los sueños la paloma de la paz.
GUATEMALA ES LA OTRA
HONDURAS:
SE LE NIEGA LA
PARTICIPACION A PERSONALIDADES
DEMOCRÁTICAS EN LAS
ELECCIONES DE JUNIO DE 2019
Por Luciano Castro Barillas
Guatemala es la otra Honduras, es una oración
aseverativa bastante considerada. Guatemala es peor que Honduras, el
tradicional portaviones de Estados Unidos anclado desde principios de siglo XX
en el mar Caribe centroamericano. Guatemala es peor que eso. Guatemala es el caso
de una estridencia patética y de un dolor miserable de antidemocracia. Es el
caso de una sinrazón a la que se le quiere proveer de una razón, como lo hacía
Don Quijote en su noble locura. Al menos a las personalidades democráticas
hondureñas les permitieron participar, robándoles al final las elecciones, que
casi es lo mismo. Pero al menos se cubrieron las apariencias. Digo a esto
porque a la señora Telma Aldana (al 71% en las preferencias electorales) la
clase oligárquica rapaz le roba las elecciones antes de empezar.
Nunca se había visto semejante despropósito.
Surrealista, mágico, cínico, delirante. Si usted se paseara por las calles de
cualquier ciudad grande o pequeña de Guatemala estaría en un ambiente de
desolación. Uno que otro carro equipado con altoparlantes va extraviado por las
calles con una propaganda electoral
tradicional, sin proponer nada y nadie con interés en escucharlos. Excepto
aquellas personas a quienes les han ofrecido trabajo o granjerías los
candidatos a alcaldes o diputados. Van estos candidatos rozagantes,
triunfalistas en su ignorancia, a sabiendas de que no hay competencia política
real. Así luce Guatemala, triste y sin esperanza. Es un lugar o un país donde
están rotas las ilusiones por un Estado y una sociedad mejor. Es el sitio donde
tienen rotas las alas y los sueños la paloma de la paz.
Es el ámbito donde los ciudadanos se debaten en
la angustia y se dan cuenta ahora con los controles del Tribunal Supremo
Electoral que el dinero sucio de campañas electorales pasadas no fluye a
borbotones. Ya no hay dispendio con el dinero que no cuesta y que se gasta sin
asco, porque esos dineros nunca han sido resultado del esfuerzo denodado de sus
candidatos, sino de sus patrocinadores oscuros, de oligarcas corruptos y
narcotraficantes que tienen copado al Estado, a sus instituciones, a sus
funcionarios y aplastadas las mejores ideas, que ocupan ahora la banalidad y el
oportunismo. Las “ideas” frívolas, sin contenido, sin importancia; ocupan el
espacio de sus mejores hombres y mujeres que no encuentran el camino y que, por
donde vayan, chocan, se dan de bruces, con la manipulación y la desinformación.
Así está Guatemala, peor que Honduras, porque
al menos allí los demócratas están unidos y ni aún así poco han podido hacer.
Aquí las izquierdas son fuerzas sectarias donde cada partidito se empeña por
posicionarse en un lugar que nunca encontrarán. Y las palabras sobran, están
arrasadas ante la contundencia de los hechos. Pero se tiene que seguir
adelante, luchando, haciendo el camino al andar. Camino que se desanda cada
cuatro años y vuelta a lo mismo. No se puede avanzar de esa manera, no se puede
edificar de ese modo, cuando por la mañana se levanta la pared de la democracia
y la paz y, por la tarde, se derriba con los pies de la intransigencia lo que
se ha edificado por la mañana.
Tenemos todos los demócratas que seguir la
marcha, aunque el camino no pueda hacerse y no ubiquemos el camino extraviado.
Algún día se encontrará la estrella que nos guíe y que nos va a permitir soñar.
Tener ilusiones. Tener fe en construir un mundo mejor. Ese momento llegará y es
solo cuestión de tiempo, de saber esperar, pero sobre todo, luchar.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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