De nuevo, es totalmente
creíble que Estados Unidos continúe con la tesis de que todos sus recursos de
poder sean utilizados en función de que la amenaza contra Venezuela sea tan
grande que ésta se vea dispuesta a ceder en una mesa de negociación, una forma
de operar en la doctrina de Seguridad Nacional de la Administración Trump.
¿POR QUÉ AHORA EEUU PIDE
"ELECCIONES
LIBRES" EN VENEZUELA?
Por Bruno Sgarzini
Dos bromistas rusos se comunicaron con el enviado para Venezuela, Elliot
Abrams, haciéndose pasar por el presidente de Suiza, Ueli Maurer. El llamado,
según le dijeron, era para consultarle sobre qué debía hacer el mandatario con
unas cuentas en Suiza del presidente Nicolás Maduro. "Congelarlas"
fue la respuesta de Abrahms, quien además dijo que de no hacerlo, los bancos
helvéticos podrían tener problemas cuando Juan Guaidó llegará, finalmente y
cesación de la usurpación mediante, a la presidencia de Venezuela.
La bola de nieve, sin embargo, se hizo más grande porque luego de hablar
con Abrams, Carlos Vecchio, encargado de negocios de Guaidó en Estados Unidos
se comunicó con los bromistas, perdón el presidente de Suiza. Sin ser lerdos ni
perezosos, éstos le pidieron a Vechio que filtrara la información a algún medio
la información así el fantasmagórico presidente Ueli Maurer pudiera proceder a
congelar las cuentas de Maduro. Al instante, Bloomberg publicó una nota
titulada “Maduro tiene algunos millones de dólares en el fondo Baldilba, según
un opositor”.
La broma publicada por Sputnik sirve para graficar lo aceitado que funciona
el engranaje entre la Casa Blanca, la oposición venezolana y los medios de
comunicación a la hora de perseguir el dinero de Venezuela, como en otras
ocasiones se lo ha visto con agencias como Reuters. Vladímir Kuznetsov y Alexéi
Stoliarov, los humoristas en cuestión, han hecho bromas similares a presidentes
como el ucraniano Pier Poroshenko y el turco Recep Tayyip Erdogan, cuando en
2017, su país derribó un avión ruso en Siria.
Sin embargo, el dato político de mayor importancia en la broma se encuentra
en una de las respuestas de Abrahms al imaginario presidente suizo cuando se
refiere a la estrategia de Estados Unidos respecto a Venezuela. "Nosotros
no queremos ponerlo a usted y al Congreso nerviosos. Nosotros queremos poner
nerviosos a las Fuerzas Armadas de Venezuela. Creemos que sería un error
táctico darles garantías de que las tropas estadounidenses no entrarán ahí.
Pero en realidad estamos haciendo algo diferente. Estamos haciendo lo que ve;
presión financiera, presión económica, presión diplomática", afirma en una
de los correos electrónicos intercambiados con los humoristas.
Esta declaración coincide claro está con la negativa de países aliados a
Estados Unidos de incluir el uso de la fuerza en la última declaración del
Grupo de Lima y en la fallida resolución del Consejo de Seguridad promovida por
Washington. Un tiempo antes, el pasado 7 de febrero, los demócratas rechazaron
incluir la figura de una intervención militar en un proyecto de ley tratado en
el Cómite de Relaciones Exteriores del Senado. El senador Marco Rubio tildó la
decisión de “problemática” porque debería ser una opción que esté disponible en
clara línea con la tesis de ejercer mayor presión contra Caracas.
MÁS ALLÁ DE ABRAHMS: LA CASA
BLANCA AHORA HABLA DE "ELECCIONES LIBRES"
La respuesta de Abrahms sobre "no poner nervioso" al imaginario
presidente suizo y su congreso denota precisamente las gestiones de Washington
para no romper una coalición que en su mayoría se posiciona en contra de una
intervención. Pero sobre todo, revela los últimos pasos dados por el ex jefe de
la Contra nicaragüense respecto a la posibilidad de que la presión de la que
habla derive en unas "elecciones libres". Esta semana, por ejemplo,
afirmó que sería "un regalo" para la oposición que Maduro se volviera
a presentar a unas elecciones porque según las encuestas que "ha visto,
tiene entre un 10 y un 15% de intención de votos". La misma línea
discursiva fue repetida por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el
jefe del parlamento europeo, Antonio Tajani, en una reunión la semana pasada.
Según sendos reportajes de The Wall Street Journal, Washington intentó
mover la agenda de cerco y asfixia contra Venezuela a partir de un plan de
"transición", ideado, en primer lugar, por los dirigentes Leopoldo
López, María Corina Machado, Julio Borges y Antonio Ledezma. Sin embargo, un
alto oficial de América Latina, no identificado, sostuvo que el 23 de febrero
cuando intentaron ingresar la "ayuda humanitaria todo falló: la
coordinación, la información y organización". Incluso, versiones filtradas
por WSJ y Bloomberg remarcan que el fracaso fue tal que hasta el presidente
chileno, Sebastían Piñera, y el colombiano, Iván Duque, criticaron a Guaidó por
no haber llevado a la frontera los miles de voluntarios opositores prometidos
unos días antes.
Incluso, el hecho de que Guaidó haya tenido que regresar a Caracas cuando
planeaba continuar su gira por Europa demuestra la necesidad de mantener un
mometum que compagine con mayores medidas de presión contra Venezuela. En este
contexto, el director del Consejo de Seguridad Nacional, John Bolton, anunció
medidas contra terceros que tengan relaciones económicas con Venezuela, además
de repetir una vez que todas las medidas están "sobre la mesa".
De nuevo, es totalmente creíble que Estados Unidos continúe con la tesis de
que todos sus recursos de poder sean utilizados en función de que la amenaza
contra Venezuela sea tan grande que ésta se vea dispuesta a ceder en una mesa
de negociación, una forma de operar en la doctrina de Seguridad Nacional de la
Administración Trump.
En este sentido, según la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores
de Rusia, María Zajárova, "el objetivo de medidas coercitivas de Estados
Unidos como las sanciones es producir un deterioro a gran escala de la calidad
de vida de los ciudadanos [venezolanos] y un bloqueo de los mecanismos
estatales que conduzcan finalmente a la anarquía y el caos para evitar una
estabilidad política interna". Para Rusia, además, el paso siguiente de
Washigton es la puesta en marcha de un "plan de respaldo que trate de
introducir en Venezuela grupos armados ilegales entrenados con el fin de llevar
a cabo sabotajes y actividades subversivas, así como formar focos de
resistencia".
Abrams y compañía pueden creer que en el mediano plazo, si no logran sacar
a Maduro del poder, es factible crear una Contra venezolana que sobre acumule
puntos de presión contra el Estado para conseguir el anhelado cambio de régimen
mediant unase "elecciones libres". En Nicaragua, el ejemplo histórico
muestra que la Administración Reagan consiguió llevar al sandinismo, a través
de una guerra encubierta, a unas presidenciales en la que perdió con Violeta
Chamorro y luego se replegó a las fuerzas armadas nicaragüense como una forma
de salvaguardar su existencia. Esta condición fue negociada en el marco de un
proceso de negociado respaldado por un grupo de países de Centroamérica.
El cálculo obvia la resilencia del chavismo, como la incapacidad de los
aliados locales y regionales de Washington para imponer un escenario de este
tipo. El desgaste de Guaidó, además, permite observar una repetición del
contexto de guarimbas post 2017, donde la derrota política antichavista, junto
a las expectativas frustradas, derivaron en unas regionales donde la inmovilidad
de su base favoreció la victoria al chavismo.
Por eso en el menú de opciones de Miraflores, ubicación geográfica de quien
tiene la iniciativa, resaltan las declaraciones del canciller Jorge Arreaza en
el Consejo de Seguridad sobre la posibilidad de que haya algún tipo de
elecciones, contempladas en la constitución bolivariana, como una forma de aislar aún más las amenazas de intervención.
Otra salida consistente puede ser esperar que la instancia del Mecanismo de
Montevideo, conformada por Uruguay, Caricom y México, se fortalezca con un
posible ingreso de Argentina, si Cristina Fernández de Kirchner triunfa en las
presidenciales de octubre. Esta coalición podría robustecer un diálogo,
arrastrando otros países reacios a apoyar la tesis de intervención militar, y
lograr acuerdos creíbles que deriven en un proceso electoral que sea
desencadenante en el mediano plazo, tal como lo fue en 2004 el referéndum
revocatorio contra el presidente Hugo Chávez con la presencia de una misión de
mediación de la OEA.
Así la confesión de parte de Abrams, "estamos haciendo lo que se ve,
presión de distintas formas", desnuda que más allá de los atajos que
pretenden tomar, aún existe una ventana para que el gobierno bolivariano mueva
una salida al cerco y asfixia con respaldo, en el mediano plazo, de una
coalición que represente el naciente orden multipolar, como en otras arenas
internacionales ya ha ocurrido.
Publicado por La Cuna del Sol
USA.
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