Estos no son gobernantes. Son basura que tomaron por asalto al Estado solo para robar. Cruel destino el de esta Patria, querida Patria, Guatemala.
¡CONSEJOS DE UN HIJO DE LA GRAN PUTA!
Dagoberto Corado Samayoa
La Cuna del Sol
Usted, lector, ya se imagina de quién se trata.
Es un inefable e impresentable sujeto que funge en los tiempos que corren como
Presidente de la República de Guatemala. Alta investidura constitucional que
para nadita le queda bien a este hijo de sesenta mil putas. Pero es muy grande,
inabarcable, este sustantivo y su adjetivo calificador. Dejémosle, en ahorro
del tiempo y las buenas maneras, solo como un
hijo de puta.
Este homosexual lo tiene todo, pero todo lo
malo, claro: es corrupto, ratero, incompetente y abusivo. Dio en los últimos
meses por referirse a la prensa que lo cuestiona como decía el otro gran
abusivo, amo de este sujeto y que lo puso de carcelero en la Dirección General
del Sistema Penitenciario, Oscar Berger; cuyo origen advenedizo belga lo trajo
desgraciadamente a esta noble tierra y dio sin respeto alguno por tratar a los
guatemaltecos humildes de “muchá”.
Claro, este estúpido ex presidente pensaba que su presencia o su familia nos
hacía un favor a los guatemaltecos y como no nos hacemos valer, entonces, nos
merecemos que nos traten de “muchá”.
Muchá los coches, diría mi tía… Porque ven con
tal desprecio a los guatemaltecos que los llevan a los cargos a través del
voto, a los mismos guatemaltecos, que ruegan y suplican cuando andan en campaña
electoral; por ser diputados, alcaldes o presidente. Estas personas que de
políticos no tienen nada sino de mafiosos, crean cada cuatro años instituciones
mafiosas que en los tiempos de la postmodernidad en Guatemala le llaman “partidos políticos”. El recinto de los
partidos políticos es el lugar para las
personas que no se dan su lugar. Es decir, para personas sin moral, sin
principios, sin valores y sin ideales, excepto el de hacer dinero a como dé
lugar.
Así está, lamentablemente, nuestra amada
Guatemala en los tiempos que corren. Un país regido por el peor capitalismo que
se tenga noticia: despiadado, de la misma calaña que la oligarquía colombiana,
aunque ahora, pienso, ya estamos parejos porque Guatemala como Colombia son
paraísos inequívocos del narcotráfico. Por supuesto, en este suculento negocio
no entran los pobres, porque el negocio es de ricos. Los pobres, a lo mucho,
llegan a ser mulas de mal herraje. Porque
en sus muladas más les espera la muerte que una recompensa.
Guatemala y sus instituciones no dejan de
sorprendernos cuando uno cree que ya lo conoce todo. Ayer fue aprehendido por
mañoso Yeison Samayoa (que no es mi
primo, ni Jason el de la motosierra de la película Viernes 13) en la sede del
Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología e Hidrología), INSIVUMEH, por el
desfalco o robo de 30 millones de quetzales. Cayeron 18 de sus compinches y dos
peces gordos como lo son el diputado Jorge García Silva del partiducho
Prosperidad Ciudadana, PC, su esposa y la asesora del Congreso fueron cachados
con los calzones bajos, unos fueron ya detenidos, pero falta el excelso Padre
de la Patria que pasará por largo trámite para desaforarlo como diputado y
llevarlo ante la ley.
Es la institución más insospechada INSIVUMEH
porque quien diría que se podría cometer actos de corrupción con los asuntos
del clima, volcanes y terremotos. Pero en Guatemala todo es posible. Este jefe
mafioso del INSIVUMEH, el tal Yeison, pensó en salir de pobre fingiendo la
compra de un radar de 30 millones de quetzales, oportunistamente aprovechando
la emergencia del Covid. Mire, usted, de qué inteligencias más malignas está
llena esta noble tierra. Fue tan escandaloso y descarado el robo que nada
pudieron hacer los igualmente mafiosos de la Controlaría General de Cuentas en
su auditoria porque, sencillamente, el radar solo estaba en papel. Y así, han
de haber dicho, no se les puede echar una manita a los mafiosos.
Hoy nuestro pueblo, sus sectores más humildes
como las tortilleras, están siendo muy afectadas en su economía de subsistencia
porque el cilindro de 25 libras de gas que valía 90 quetzales pasó a valer 142.
Casi como extorsión de marero. Y cuando la prensa le pregunto al homosexual
presidente que qué iba a hacer ante esta otra emergencia del gas a precio
altísimo, el presidente de pacotilla dijo lo siguiente a los periodistas: “Que busquen otro proveedor, que dé más
barato el cilindro”. Fresca solución
¿no? Como que ignorara este desgraciado que los proveedores rapaces no hacen
otra cosa que estandarizar los precios para que el consumidor final no tenga
ninguna opción. Estos no son gobernantes. Son basura que tomaron por asalto al
Estado solo para robar. Cruel destino el de esta Patria, querida Patria,
Guatemala.
Publicado por La Cuna del Sol
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