Se esta cayendo el regimen de Atracomulco, por
todos lados sale ignominia, incapacidad, intolerancia, rapacidad, genocidios,
desolacion, robos y muerte.
AYOTZINAPA- MÉXICO LINDO Y QUE HERIDO
Por Pedro Echeverría
Se esta cayendo el regimen de Atracomulco, por todos lados sale ignominia,
incapacidad, intolerancia, rapacidad, genocidios, desolacion, robos y muerte
Preguntas al Sr Procurador Murillo Karam
Quemar un cuerpo de modo que se vea convertido en ceniza no es tan
sencillo. Se necesitan los rigores del mismo infierno para que los huesos
queden calcinados, temperaturas muy superiores a los mil grados centígrados. Se
necesita un calor intenso para muchas horas y esto quemaría todo a su
alrededor.
En una funeraria para poder incinerar al cadáver la incineradora debe de
estar a entre 900 ºC y 1250 ºC grados y debe durar al menos tres horas como
mínimo y hasta 5 horas para la incineración. Aún así no se reduce todo a
cenizas, sino que el cadáver es pasado por una trituradora de huesos
(cremulador), de donde se recoge y se pasa al jarrón-urna.
Si la investigación a su cargo, tiene algo de seriedad y si en verdad
desean que la ciudadanía quede convencida sobre su actuación, podría empezar
por aclararle a México entero lo siguiente:
1.- ¿Es posible no darse cuenta del resplandor y la columna de humo que
debe producir un fuego que arde por más de 12 horas continuas?
2.- ¿Es posible pasar por alto el olor de 43 cuerpos humanos quemándose al
unísono, siendo que un sólo cabello o una sola hoja de papel al quemarse
producen un olor intenso?
3.- ¿Es posible reducir a cenizas 43 cuerpos de una sola vez y con tanta
efectividad? porque, a no ser que me equivoque, ni Tangassi, ni Gayosso. ni los
oficiales nazis en los mejores días del campo de Auschwitz tendrían la
capacidad de cremar tantos cuerpos y reducirlos a su mínima expresión, pues
entiendo que los huesos largos como un fémur o la cabeza a veces hasta se
trituran. ¿Tenían máquinas para triturar huesos o cómo le hicieron para que
tooooodo quedara en cenizas?
4.-¿Es posible que los responsables de tal acto, aún con el riesgo de ser
descubiertos, se tomaran tanto tiempo para vigilar que el fuego alcanzara
1000°C, que es la temperatura mínima para calcinar un sólo cuerpo, cerciorarse
de que se quemaran cada uno de los 43 cuerpos al 100%, esperar a que las
cenizas se enfriaran ligeramente, recolectar kilos y kilos de cenizas con palas
o con las manos y meterlas a bolsas plásticas, hacerles el nudo y echarlas a un
río?
5.-¿Es posible que los delincuentes estuvieran tan informados sobre
ciencias forenses y supieran que es casi imposible determinar la identidad de
una persona cuando no existen cuerpos y sólo hay cenizas?
6.- ¿Es posible, que el testimonio de los detenidos, se diera venturosa y
coincidentemente en vísperas de la gira de trabajo del Presidente? Porque, no
es por intrigar, pero a poco no le entusiasmará tener, tras semanas de presión
nacional e internacional, una respuesta sobre el destino final de los tristemente
célebres normalistas. Muy a tiempo y antes de salir a su gira de trabajo, el
Presidente podrá marchar tranquilo y decir que aquí ya tenemos detenidos y a
los muertos, que en realidad no se dan por muertos, porque no hay como
comprobar que lo están, pero que están desaparecidos. La verdad, eso le ayudará
en mucho a quitarse de encima a los periodistas y sus preguntas incómodas.
Aclare por favor todos estos detalles, que me hacen dudar seriamente de la
transparencia de este gobierno.
Enviado desde mi iPhone
Inicio del mensaje reenviado:
Sin comentarios.
Jorge Ramos Ávalos 01 Nov. 2014 Como periodistas estamos obligados a
reportar que hay muchos mexicanos que están pidiendo la renuncia del presidente
Enrique Peña Nieto. No reportarlo sería mentir, hacerle el juego al gobierno o,
peor aún, autocensura. Miles han pedido su renuncia de la Presidencia en las
múltiples protestas por la desaparición de 43 estudiantes y en las redes
sociales. Los testimonios, los videos y los tweets ahí están. No estamos inventando
nada. Así que hablémoslo. ¿Por qué piden su renuncia? Por incapaz, por no poder
con la violencia que aterra al país, por los altísimos índices de impunidad y
corrupción, por tener una política de silencio frente al crimen y, sobre todo,
por la terrible y tardía reacción ante la desa- parición de 43 estudiantes en
Guerrero.
Peña Nieto actuó con incomprensible indiferencia y negligencia: se tardó 11
días en hablar en público desde que ocurrieron las desapariciones; se ha negado
a realizar una sola conferencia de prensa o una entrevista con un periodista
independiente -de hecho, no ha respondido a una sola pregunta sobre el tema; y
tuvieron que pasar 33 días para reunirse con los padres de los estudiantes
desaparecidos. Todos errores. Eso es precisamente lo que un presidente no debe
hacer nunca. Un presidente nunca debe esconderse, y Peña Nieto se ha escondido.
No ha querido dar la cara. Me ha tocado cubrir muchas crisis internacionales y
los mandatarios, generalmente, salen en público, responden preguntas y toman
responsabilidad de los hechos. No es el caso de Peña Nieto. Y cuando el
presidente no preside y se achica, deja al país a la deriva. En México los
presidentes no renuncian. Hay muy pocos casos en nuestra historia. Se quedan
seis años en el poder, pase lo que pase. Pero la Constitución sí contempla una
salida. El artículo 86 de la Constitución mexicana dice: "El cargo de
Presidente de la República solo es renunciable por causa grave, que calificará
el Congreso de la Unión, ante el que se presentará la renuncia". ¿Es
"causa grave" lo que está pasando en México respecto a la
inseguridad, impunidad e incapacidad para gobernar?
Datos. Una encuesta del INEGI confirma que el primer año de Peña Nieto fue
peor que los últimos dos de Felipe Calderón. En el 2013 hubo 10.7 millones de
hogares que sufrieron algún delito (33.9% de la población). Datos. El 67 por
ciento de la población dice que vivir en su ciudad es "inseguro".
Datos. El 93.8 por ciento de delitos no se denuncian, en su mayoría, por
desconfianza a la autoridad. Datos. Hubo más secuestros en el primer año de
Peña Nieto que en cualquiera de los seis de Calderón, según la Secretaría de
Gobernación. Y el 2014 también viene mal. Ve aquí los datos oficiales http://bit.ly/1moTYql
¿¿Cuántos mexicanos quieren la renuncia de Peña Nieto? No hay, todavía,
ninguna encuesta que se haya atrevido a preguntarlo. Lo cierto es que para
millones de mexicanos Peña Nieto no ganó limpiamente la elección del 2012 y esa
percepción de ilegitimidad complica su mandato. Además de tener una elección
cuestionada y un apoyo minoritario -solo 38% del voto- ahora no puede con el
puesto. Le quedó grande. Eso es grave.
Ante la violencia, Peña Nieto ha sido un presidente débil, huidizo.
Prácticamente se esfumó ante la matanza del Ejército de 22 civiles en Tlatlaya
y ante los muertos de Guerrero. Lejos quedaron los discursos triunfalistas por
las 11 reformas y la construcción del nuevo aeropuerto capitalino.
Peña Nieto, desde luego, no va a presentar nunca su renuncia. Ni este Congreso
-con sus complicidades y alianzas- se atrevería a sugerirla. El gobierno
seguramente dirá que los pedidos de renuncia al Presidente son producto de un
pequeñísimo grupo de radicales y resentidos. Pero eso no es cierto. Esto apunta
a un vibrante y naciente movimiento cívico y democrático. La marcha al Zócalo
del 22 de octubre fue una de las más grandes de este siglo en México. Imposible
no verlo.
Es irónico que uno de los presidentes más jóvenes que ha tenido México haya
perdido el apoyo de los jóvenes. Dudo que el Presidente pueda ir hoy a alguna
universidad del país. El futuro ya le dio la espalda a Peña Nieto. Y no habrá
viaje internacional sin protestas por las violaciones a los derechos humanos en
México.
Pedir la renuncia de Peña Nieto es, por ahora, solo un ejercicio de
libertad y de protesta. Y como reporteros lo debemos contar. Cuando hay abusos
de poder, el periodismo tiene que ser contrapoder. @jorgeramosnews
Publicado Por LaQnadlSol
USA.
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