jueves, 8 de noviembre de 2012

EL REALLITY SHOW…



Lo que es curioso es que los votantes no entienden como la política realmente funciona. Ellos se entusiasman con la retórica política y no ven la hipocresía que les está mirando fijamente a la cara. Orgullosos y patriotas los machos americanos votaron por Romney quien fue a Israel y, jurando lealtad a su señor feudal, se postró a los pies de Netanyahu. Obama juega con los sentimientos de sus partidarios al relatar la historia de un niño con leucemia ahora protegido por Obamacare (programa del cuidado médico de Obama), mientras continua matando a miles de niños y sus padres con aviones no tripulados (drones) y otras acciones militares en 7 países. Obama fue capaz de provocar expresiones de  gozo en sus seguidores cuando describía el éxito creciente e imparable del rumbo de los Estados Unidos hacia más grandes logros morales, mientras que su record actual es el de un tirano que codificó en ley la destrucción de la Constitución de EEUU y de las libertades civiles del pueblo norteamericano.  (Dr. Paul Craig Roberts)






CELEBRACIÓN DE LA DEMOCRACIA, EL REALLITY SHOW Y
LA CORTA MEMORIA DEL PÚBLICO

Por Marvin Najarro

No dejaba de sorprender, al ver las imágenes que la televisión transmitía constantemente, el ambiente de fiesta con el cual el público norteamericano celebraba el advenimiento del nuevo mesías - presidente o la confirmación por cuatro años más del actual ocupante de la oficina oval en la Casa Blanca. La pregunta que irremediablemente viene al caso es: ¿Qué celebraban? Difícil seria imaginar que el entusiasmado publico danzara y cantara por algo parecido a un cambio de rumbo diferente al que actualmente vive el país, que haga valer aquello que muchos apologistas de la democracia estadounidense refieren como la capacidad de Estados Unidos de reinventarse a sí mismo o sea regenerarse constantemente vía su capacidad innovadora y con nuevo vigor reafirmar su posición hegemónica global.

Para un público como el norteamericano, grandemente influenciado por la televisión y harto dependiente de ella como medio “informativo”, casi todo evento, sin importar su naturaleza, constituye un momento propicio para celebrar, gritar, cantar , bailar y derramar cual cocodrilos; unas cuantas lágrimas. La democracia como  forma de expresión y realización política madura del pueblo, aquella de la frase de Lincoln, (...) del pueblo, por el pueblo y para el pueblo ya hace bastante rato que pasó a convertirse en un espectáculo, una carrera de caballos, un TV. reallity show de esos en los que ávidamente y de manera cotidiana se sumerge el público norteamericano. Y es que los reallity shows tienen la magia de transformar toda ocasión o actividad en objetos que incentivan el morbo consumista de la audiencia, son en esencia la realidad hecha morbo y el morbo vende, pues todo el mundo quiere sentirse parte del mismo aun a costa de su estupidización. La noche en que el público - en algunos casos cuidadosamente seleccionados por demócratas y republicanos y con boleto pagado por el mismo - ansiosamente esperaba los resultados y los discursos del vencido o del vencedor, fue la culminación de tan solo un capítulo del interminable show, de la carrera hípica en la que los apostadores de Wall Street  esta vez se jugaron 6,000 millones de dólares en caballos con escasas diferencias, a no ser el color.

¡Fue una gran noche para la democracia norteamericana!, exclaman algunos exaltados partidarios del candidato ganador, fue una victoria para Obama y los demócratas pero también para los principios de la democracia. Claro, los principios democráticos que el actual gobernante se ha encargado de desbaratar en beneficio del gran dinero y en detrimento de la clase trabajadora que cada día que pasa ve como sus condiciones de vida se deterioran ante la arremetida neoliberal de la que el actual y recién reelecto presidente es su principal facilitador. La noche fue gloriosa, la gente celebró entusiasmada pensando quizás que ahora estarán representados por alguien que se preocupará por sus intereses, pero francamente hablando,  en los Estados Unidos no existe la democracia representativa, pues cuando se vota por alguien que no ha cumplido o que difícilmente cumplirá sus promesas de campaña, ignorándolas completamente después de la elección, entonces el votante no está siendo representado.

En fin el show de la democracia cumplió su cometido, la gente votó y celebró y, como toda celebración lleva emparejada el olvido o la presencia de la corta memoria uno muy bien puede inferir que, la crisis económica, los millones de desempleados, las guerras abiertas o encubiertas y los boicots económicos contra otros países al igual que los millones de desplazados victimas de Sandy, escasamente fueron recordados por el desborde de felicidad de un público acostumbrado a lo banal e inmediato que puntualmente y sin parar (24/7) les provee la industria del entretenimiento. Terminó un capítulo, pero el show debe continuar y a estas alturas ya se está preparando el escenario para la próxima carrera que se avecina, las elecciones del 2016. ¡Bon appetit! 










Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

No hay comentarios.: