Lo que es curioso es que los
votantes no entienden como la política realmente funciona. Ellos se entusiasman
con la retórica política y no ven la hipocresía que les está mirando fijamente
a la cara. Orgullosos y patriotas los machos americanos votaron por Romney quien
fue a Israel y, jurando lealtad a su señor feudal, se postró
a los pies de Netanyahu. Obama juega con los sentimientos de sus partidarios al
relatar la historia de un niño con leucemia ahora protegido por Obamacare
(programa del cuidado médico de Obama), mientras continua matando a miles de niños
y sus padres con aviones no tripulados (drones) y otras acciones militares en 7
países. Obama fue capaz de provocar expresiones de gozo en sus seguidores cuando describía el éxito
creciente e imparable del rumbo de los Estados Unidos hacia más grandes logros
morales, mientras que su record actual es el de un tirano que codificó
en ley la destrucción de la Constitución de EEUU y de las libertades civiles
del pueblo norteamericano. (Dr. Paul Craig Roberts)
CELEBRACIÓN DE LA DEMOCRACIA, EL REALLITY SHOW Y
LA CORTA MEMORIA DEL PÚBLICO
Por Marvin Najarro
No dejaba de sorprender, al ver las imágenes que la televisión transmitía
constantemente, el ambiente de fiesta con el cual el público norteamericano
celebraba el advenimiento del nuevo mesías - presidente o la confirmación por
cuatro años más del actual ocupante de la oficina oval en la Casa Blanca. La pregunta que irremediablemente viene al caso es: ¿Qué celebraban? Difícil seria
imaginar que el entusiasmado publico danzara y cantara por algo parecido a un
cambio de rumbo diferente al que actualmente vive el país, que haga valer
aquello que muchos apologistas de la democracia estadounidense refieren como la
capacidad de Estados Unidos de reinventarse
a sí mismo o sea regenerarse constantemente vía su capacidad innovadora y
con nuevo vigor reafirmar su posición hegemónica global.
Para un público como el norteamericano, grandemente influenciado por la
televisión y harto dependiente de ella como medio “informativo”, casi todo
evento, sin importar su naturaleza, constituye un momento propicio para
celebrar, gritar, cantar , bailar y derramar cual cocodrilos; unas cuantas
lágrimas. La democracia como forma de
expresión y realización política madura del pueblo, aquella de la frase de
Lincoln, (...) del pueblo, por el pueblo
y para el pueblo ya hace bastante rato que pasó a convertirse en un
espectáculo, una carrera de caballos, un TV. reallity show de esos en los que
ávidamente y de manera cotidiana se sumerge el público norteamericano. Y es que
los reallity shows tienen la magia de transformar toda ocasión o actividad en
objetos que incentivan el morbo consumista de la audiencia, son en esencia la
realidad hecha morbo y el morbo vende, pues todo el mundo quiere sentirse parte
del mismo aun a costa de su estupidización. La noche en que el público - en algunos
casos cuidadosamente seleccionados por demócratas y republicanos y con boleto
pagado por el mismo - ansiosamente esperaba los resultados y los discursos del
vencido o del vencedor, fue la culminación de tan solo un capítulo del
interminable show, de la carrera hípica en la que los apostadores de Wall Street
esta vez se jugaron 6,000 millones de dólares
en caballos con escasas diferencias, a no ser el color.
¡Fue una gran noche para la
democracia norteamericana!, exclaman algunos exaltados partidarios del candidato ganador, fue una victoria para Obama y los demócratas
pero también para los principios de la democracia. Claro, los principios democráticos
que el actual gobernante se ha encargado de desbaratar en beneficio del gran
dinero y en detrimento de la clase trabajadora que cada día que pasa ve como sus
condiciones de vida se deterioran ante la arremetida neoliberal de la que el
actual y recién reelecto presidente es su principal facilitador. La noche fue
gloriosa, la gente celebró entusiasmada pensando quizás que ahora estarán
representados por alguien que se preocupará por sus intereses, pero
francamente hablando, en los Estados
Unidos no existe la democracia representativa, pues cuando se vota por alguien
que no ha cumplido o que difícilmente cumplirá sus promesas de campaña, ignorándolas
completamente después de la elección, entonces el votante no está siendo
representado.
En fin el show de la democracia cumplió su cometido, la gente votó y
celebró y, como toda celebración lleva emparejada el olvido o la presencia de la
corta memoria uno muy bien puede inferir que, la crisis económica, los millones
de desempleados, las guerras abiertas o encubiertas y los boicots económicos contra
otros países al igual que los millones de desplazados victimas de Sandy,
escasamente fueron recordados por el desborde de felicidad de un público
acostumbrado a lo banal e inmediato que puntualmente y sin parar (24/7) les
provee la industria del entretenimiento. Terminó un capítulo, pero el show
debe continuar y a estas alturas ya se está preparando el escenario para la próxima
carrera que se avecina, las elecciones del 2016. ¡Bon appetit!
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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