martes, 22 de octubre de 2019

Durmiendo con el enemigo: Sebastián Piñera califica al pueblo de Chile movilizado como “un enemigo implacable”…

El pueblo chileno tuvo por fin la valentía de rebelarse, después que 46 años a raíz del golpe de Pinochet, venía siendo gobernado por partidos de izquierda rosa, desde siempre identificados con el poder tradicional en Chile.


DURMIENDO CON EL ENEMIGO: SEBASTIÁN PIÑERA
CALIFICA AL PUEBLO DE CHILE MOVILIZADO
COMO “UN ENEMIGO IMPLACABLE”… 


Por Luciano Castro Barillas

La derecha sudamericana entró virtualmente en pánico. Ahora resulta que también en Chile está metida la mano negra del régimen venezolano. Todo porque hace unas horas dijo Diosdado Cabello que en esta región de América están “soplando brisas bolivarianas”. Y es verdad cuando afirman que Venezuela tiene planes desestabilizadores contra las democracias de derecha. Venezuela. Venezuela, en efecto, desestabiliza, no cabe la menor duda. Pero no a través de la conspiración, de la injerencia. Venezuela y Cuba hacen que actualmente se rebelen los pueblos de Colombia, Ecuador, Argentina y Chile por el ejemplo de su grandeza moral, su dignidad y su profundo sentido de independencia nacional. Eso es lo que pasa exactamente.

El pueblo chileno tuvo por fin la valentía de rebelarse, después que 46 años a raíz del golpe de Pinochet, venía siendo gobernado por partidos de izquierda rosa, desde siempre identificados con el poder tradicional en Chile. El pueblo chileno no solo fue sometido por los años de la dictadura pinochetista sino por los regímenes de derecha y centro derecha después. Hablamos de más de medio siglo de opresión. El escaparate de éxito del neoliberalismo por fin se rompió y los reflectores que hacían lucir más rutilantes sus “logros” se apagaron.

Ahora les estalló a los gurús del neoliberalismo sus mentiras sociales y económicas en plena cara, con un saldo trágico de 14 ciudadanos chilenos fallecidos. Ya no hay vuelta atrás. El neoliberalismo en Chile llegó a su final y el despertar de los pueblos será ahora y para siempre imparable. Piñera en su arrogancia de potentado dijo a principios de octubre, jactándose de la aparente tranquilidad y prosperidad en Chile: “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nadie”. Para la expresión es de suyo preocupante pues concibe a los ciudadanos protestantes como sus enemigos, lo cual nos indica que está parado en la imperceptible y tenue frontera que podía pasar a ser una dictadura represiva. No entiende en su miopía política que es medio siglo de oprobios desde la caída de Salvador Allende.

El hecho que se hayan movilizado gente tan joven como los estudiantes de secundaria, luego los universitarios; jóvenes igualmente, dice no otra cosa que la juventud en Chile está tomando las riendas de sus destino político y social. Los estudiantes universitarios iniciaron un movimiento que denominaron La Evasión Masiva, burlando la vigilancia de los carabineros y ejército para viajar sin pagar y cuando los hechos se agudizaron arrasaron con las instalaciones del subterráneo. Colapsó la ciudad por el uso exclusivo del servicio de autobuses, también de propiedad privada. El incremento al precio del boleto del Metro no es exagerado, el fastidio ciudadano sí. Lo del Metro es el motivo, la causa es la profunda desigualdad social y económica de los ciudadanos. Esos aumentos fueron recomendados por los expertos del FMI y el Banco Mundial que tomaron en cuenta los índices inflacionarios, tasa de cambio con respecto al dólar, precio del petróleo, precio del diésel, o sea todo lo relacionado con costos de los suministros de operación.

Luego de las protestas de los estudiantes siguieron otros sectores de las capas medias (siempre pensando dos veces su alianza con las luchas del pueblo), entre otros, feministas, funcionarios de salud y clase obrera representada por sectores portuarios y mineros. Todo un pandemónium político y social para un presidente vanidoso y de feo acento al hablar como lo es Piñera. Dijo esto el vanidoso presidente de Chile hace unos cuantos días sobre la realidad de Chile y que la clase dominante suele ver: “Veamos a Chile, un verdadero paraíso, nuestro país es un verdadero oasis”, refiriéndose veladamente a los problemas de Ecuador, Colombia y Argentina. No vio esa clase política fascista que el peñón se le venía encima hasta que, de golpe, de porrazo, despertó. Las protestas fueron evolucionando y ya no se quedaron solo en Santiago sino avanzaron por todo el territorio nacional. La mecha prendió por igual en la Región de Valparaíso, en la provincia de Concepción, en la Región Metropolitana y las comunas de Roncagua, Caquimbo y La Serena.

Los grandes ausentes son los mapuches, que imagino, se sustrajeron de participar porque ellos no se consideran chilenos. Todo un error de su dirigencia indígena que los tornó sectarios. Los oprobios, debieran entender, no han sido propinados por el pueblo chileno, si no por sus regímenes reaccionarios. Por último vinieron los recursos legales del Estado: Estado de Emergencia, la puesta en marcha de la Ley de Seguridad del Estado y el Toque de Queda, como medida extrema para apaciguar las protestas que van llegando al grado de la rebelión. Son apenas estas causas lo que origina el malestar social en Chile: a) Posee uno de los sistemas educativos más costosos del mundo. b) El servicio de agua domiciliar es privado y por consiguiente caro. c) El servicio del Metro y de los autobuses es igualmente privado. d) El sistema de pensiones se privatizó y está en crisis, es decir, se han robado el dinero de los jubilados. e) Salarios bajos. f) Sistema de salud de pésima calidad. g) Difícil para los sectores medios y populares adquirir vivienda propia.  Es, pues, ya sin calzones, el MODELO DE DESARROLLO CHILENO. Puras mentiras de la propaganda nacional e internacional.






Publicado por La Cuna del Sol

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