El pueblo chileno tuvo
por fin la valentía de rebelarse, después que 46 años a raíz del golpe de
Pinochet, venía siendo gobernado por partidos de izquierda rosa, desde siempre
identificados con el poder tradicional en Chile.
DURMIENDO CON EL
ENEMIGO: SEBASTIÁN PIÑERA
CALIFICA AL PUEBLO DE
CHILE MOVILIZADO
COMO “UN ENEMIGO
IMPLACABLE”…
Por Luciano Castro Barillas
La derecha sudamericana entró virtualmente en
pánico. Ahora resulta que también en Chile está metida la mano negra del
régimen venezolano. Todo porque hace unas horas dijo Diosdado Cabello que en
esta región de América están “soplando brisas bolivarianas”. Y es
verdad cuando afirman que Venezuela tiene planes desestabilizadores contra las
democracias de derecha. Venezuela. Venezuela, en efecto, desestabiliza, no cabe
la menor duda. Pero no a través de la conspiración, de la injerencia. Venezuela
y Cuba hacen que actualmente se rebelen los pueblos de Colombia, Ecuador,
Argentina y Chile por el ejemplo de su grandeza moral, su dignidad y su
profundo sentido de independencia nacional. Eso es lo que pasa exactamente.
El pueblo chileno tuvo por fin la valentía de
rebelarse, después que 46 años a raíz del golpe de Pinochet, venía siendo
gobernado por partidos de izquierda rosa, desde siempre identificados con el
poder tradicional en Chile. El pueblo chileno no solo fue sometido por los años
de la dictadura pinochetista sino por los regímenes de derecha y centro derecha
después. Hablamos de más de medio siglo de opresión. El escaparate de éxito del
neoliberalismo por fin se rompió y los reflectores que hacían lucir más
rutilantes sus “logros” se apagaron.
Ahora les estalló a los gurús del
neoliberalismo sus mentiras sociales y económicas en plena cara, con un saldo
trágico de 14 ciudadanos chilenos fallecidos. Ya no hay vuelta atrás. El
neoliberalismo en Chile llegó a su final y el despertar de los pueblos será
ahora y para siempre imparable. Piñera en su arrogancia de potentado dijo a
principios de octubre, jactándose de la aparente tranquilidad y prosperidad en
Chile: “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no
respeta a nadie”. Para la expresión es de suyo preocupante pues concibe
a los ciudadanos protestantes como sus enemigos, lo cual nos indica que está
parado en la imperceptible y tenue frontera que podía pasar a ser una dictadura
represiva. No entiende en su miopía política que es medio siglo de oprobios
desde la caída de Salvador Allende.
El hecho que se hayan movilizado gente tan
joven como los estudiantes de secundaria, luego los universitarios; jóvenes
igualmente, dice no otra cosa que la juventud en Chile está tomando las riendas
de sus destino político y social. Los estudiantes universitarios iniciaron un
movimiento que denominaron La Evasión Masiva, burlando la
vigilancia de los carabineros y ejército para viajar sin pagar y cuando los
hechos se agudizaron arrasaron con las instalaciones del subterráneo. Colapsó
la ciudad por el uso exclusivo del servicio de autobuses, también de propiedad
privada. El incremento al precio del boleto del Metro no es exagerado, el
fastidio ciudadano sí. Lo del Metro es el motivo, la causa es la profunda
desigualdad social y económica de los ciudadanos. Esos aumentos fueron
recomendados por los expertos del FMI y el Banco Mundial que tomaron en cuenta
los índices inflacionarios, tasa de cambio con respecto al dólar, precio del petróleo,
precio del diésel, o sea todo lo relacionado con costos de los suministros de
operación.
Luego de las protestas de los estudiantes
siguieron otros sectores de las capas medias (siempre pensando dos veces su
alianza con las luchas del pueblo), entre otros, feministas, funcionarios de
salud y clase obrera representada por sectores portuarios y mineros. Todo un
pandemónium político y social para un presidente vanidoso y de feo acento al
hablar como lo es Piñera. Dijo esto el vanidoso presidente de Chile hace unos
cuantos días sobre la realidad de Chile y que la clase dominante suele ver: “Veamos
a Chile, un verdadero paraíso, nuestro país es un verdadero oasis”, refiriéndose
veladamente a los problemas de Ecuador, Colombia y Argentina. No vio esa clase
política fascista que el peñón se le venía encima hasta que, de golpe, de
porrazo, despertó. Las protestas fueron evolucionando y ya no se quedaron solo
en Santiago sino avanzaron por todo el territorio nacional. La mecha prendió
por igual en la Región de Valparaíso, en la provincia de Concepción, en la
Región Metropolitana y las comunas de Roncagua, Caquimbo y La Serena.
Los grandes ausentes son los mapuches, que
imagino, se sustrajeron de participar porque ellos no se consideran chilenos.
Todo un error de su dirigencia indígena que los tornó sectarios. Los oprobios,
debieran entender, no han sido propinados por el pueblo chileno, si no por sus
regímenes reaccionarios. Por último vinieron los recursos legales del Estado:
Estado de Emergencia, la puesta en marcha de la Ley de Seguridad del Estado y
el Toque de Queda, como medida extrema para apaciguar las protestas que van
llegando al grado de la rebelión. Son apenas estas causas lo que origina el
malestar social en Chile: a) Posee uno de los sistemas educativos más costosos del
mundo. b) El servicio de agua domiciliar es privado y por consiguiente caro. c)
El servicio del Metro y de los autobuses es igualmente privado. d) El sistema
de pensiones se privatizó y está en crisis, es decir, se han robado el dinero
de los jubilados. e) Salarios bajos. f) Sistema de salud de pésima calidad. g)
Difícil para los sectores medios y populares adquirir vivienda propia. Es, pues, ya sin calzones, el MODELO DE
DESARROLLO CHILENO. Puras mentiras de la propaganda nacional e internacional.
Publicado por La Cuna del Sol
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