Una peste asuela a
Jutiapa desde hace algunos años. La mediocridad no quiere ser mediocre. Quiere
trascender.
LA PANDEMIA DEL
AUTOBOMBO
Y BOMBO MUTUO ASUELA
JUTIAPA
Por Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
Una peste asuela a Jutiapa desde hace algunos
años. La mediocridad no quiere ser mediocre. Quiere trascender. Pretende
desmarcarse de los lugares comunes y en ese afán muchas personas se han vuelto
en unos despreciables seres auto referidos, es decir, personas que gustan de
hablar desaprensivamente de ellos mismos. No se conforman con la irrelevancia,
la banalidad y la futilidad de su existencia. Muchas veces no basta con el
dinero para conquistar el prestigio social y el reconocimiento. Se necesita de
esa aureola de consagración como artista, sea un poeta, un escritor, un
perseguido político por sus ideas revolucionarias, en fin, hay tantas cosas a
las que se apelan que uno se sorprende por esto o por aquello.
Jutiapa padece de esa pandemia de personas,
indudablemente, con sensibilidad para las artes, pero no necesariamente “artistas” como tan fácilmente se dicen
a sí mismos, por ejemplo, los cantantes de música comercial, las actrices o
actores de cine y televisión; los retratistas que se hacen al óleo
autorretratos de un desconocido elaborados con cuadrículas a escala y que, no
obstante, afirman ser ellos, con un parecido remoto o de un perfecto
desconocido para un espectador. O esculpen en yeso igualmente una cara
desconocida y solo esos “artistas”, en su ego enfermizo, afirman ser ellos.
Igual sucede también con la peste que hay actualmente de poetas escritores.
Entre tantas carencias de este país, si algo no
hace falta es la carencia de escritores, de señores jubilados que con tiempo de
sobra, de amplio ocio, dan por inspirarse y escribir poesías de estilo
posmodernista trasnochado o narrativas sin ninguna novedad escritural, porque
decidieron ya siendo pensionados y aburridos de muchas cosas de la vida, volverse
poetas, pintores o escultores, ignorando que ser un ARTISTA no es otra cosa que
un estilo de vida consagrado a las artes, a sabiendas que de escribir no se
vive, lo cual al final no debiera de importar porque se escribe no para vivir de las letras, sino para vivir para las
letras.
Hay artistas que sí pueden ser exitosos
económicamente, pero son el 1% de la población mundial. Los demás tienen que
vivir de ser contables, jueces, médicos o ingenieros y por lo tanto no pueden
vivir el principio fundamental de todo artista: LA CONSAGRACIÓN A LAS ARTES,
independiente que haya mucho, poco o nada de dinero. Repito, ser artista es UN
ESTILO DE VIDA. Aquí los falsos artistas pagan páginas enteras en la prensa
para hacerse imagen ya que no tienen talento. La mediocridad se trasciende con
la publicidad debidamente pagada, con ese autobombo inquietante que uno no sabe
o quizá presume que esta persona tiene una urgencia de atención clínica
psicológica porque definitivamente con semejantes acciones está desestructurados.
Y se constituyen actualmente en Jutiapa clubes
de bombo mutuo donde YO TE CONDECORO y luego tú, al final del año, TÚ ME
CONDECORAS. Así están de locos actualmente un grueso de contingentes de
personas en Jutiapa. Enfermos de figuración, de protagonismo. Pero no es tan
innocuo lo que hacen (pues si fueran simples loquitos sería asunto solo de
tolerarlos). ¡Qué va! Son una especie de chiflados peligrosos que a los meses o
dentro de un par de años resultan siendo candidatos para un cargo de elección
popular como alcalde o diputado. Es una nueva manera de corrupción: la
instrumentalización de las artes con fines politiqueros.
No es tan ingenuo el autobombo y el bombo
mutuo. Es una artimaña bien concebida para ocupar los espacios de los hombres
de letras auténticos y los artistas con talento. La descomposición de la
sociedad se instala en todos los ámbitos y si la mediocridad es avasallante y
usted sufre por ello, pues invéntese un grupo de autobombo y verá que los
resultados electorales o en los negocios no le vendrán tan mal. O perderá muy
fácilmente su dinero, porque los guatemaltecos no son tontos, sino que solo se
hacen los babosos. Ahora hay (ja, ja, ja) hay hasta cursos en La Habana para
comandante guerrillero. Designaciones burocráticas para ser usted un insurgente
marxista. Locura total y peligrosa ¿no cree?
Publicado por La Cuna del Sol
No hay comentarios.:
Publicar un comentario