lunes, 19 de octubre de 2020

“Yo, volveré a Cochabamba a la agricultura”

Evo, El Indio, es querido por todas las mujeres y hombres progresistas del mundo, de América Latina, en especial. Pero como es inteligente y no quiere que su presencia perjudique la gestión gubernamental de Luis Arce y Choquehuanca, ha dicho, porque así lo siente y así lo quiere, que se devolverá al Trópico de Cochabamba para dedicarse a la agricultura. 

 

“EL TRIUNFO DEL MAS DEVOLVERÁ LA DIGNIDAD
Y LA LIBERTAD AL PUEBLO BOLIVIANO,                                      
YO, VOLVERÉ A COCHABAMBA A LA AGRICULTURA”
(Evo Morales, dixit).



Por Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
La Cuna del Sol

¿Habrá un presidente más humilde que Evo? Sería difícil encontrarlo. Evo siempre ha sido un hombre sencillo, no simple. Inteligente y de gran pensamiento estratégico. Fue capaz de realizar en Bolivia grandes logros económicos y sociales nunca antes vistos. Ha sido muy querido por amplios sectores del pueblo y odiado por otro tanto. Indígenas renegados del MAS igualmente lo odian, y los ladinos, los blancos y medio blancos lo desprecian, por una sola cosa: ¡Por ser el indio más grande de América!, como dijera muchas veces el difunto presidente Chávez.

Evo, El Indio, es querido por todas las mujeres y hombres progresistas del mundo, de América Latina, en especial. Pero como es inteligente y no quiere que su presencia perjudique la gestión gubernamental de Luis Arce y Choquehuanca, ha dicho, porque así lo siente y así lo quiere, que se devolverá al Trópico de Cochabamba para dedicarse a la agricultura.  Ya cumplió su papel histórico y deja a la nación boliviana en un punto irreversible de su historia, como lo es la ruta del progreso y la consolidación de la democracia.

El socialismo como lo piensan en su partido, el MAS, puede construirse despacio, y para la realidad boliviana, construirse sin la violencia armada. No sé qué pasa en este momento por la cabeza de los golpistas: organismos internacionales como la OEA, prensa auspiciada por las oligarquías internacionales, empresarios retrógradas, gobernantes descocados como Bolsonaro y Donald Trump, políticos que se están zurrando como Jeanine Áñez, que temen la revancha y la venganza de los ganadores, a lo que Luis Arce respondió a sus más que adversarios políticos, sus enemigos; “que no teman, que no habrá ni venganzas ni revanchas”. ¿Hay grandeza en esas declaraciones? ¡Indudablemente!

Son declaraciones típicas, propias, de personas llenas de nobleza que quieren construir la paz y el bienestar para todos los bolivianos. Ignoro si Jeanine Áñez tendrá siempre la Biblia en su poltrona de senadora, porque cuando dio el golpe dijo con gran hipocresía: ¡Gracias a Dios la Biblia vuelve al palacio! Pero con Jeanine Áñez sí que se da un caso especial, ella es la primera responsable de dar la orden de reprimir duramente a los campesinos de Sacaba y Senkata, donde murieron veintidós personas. Por eso hechos tendrá que responder ante la ley, no ante el nuevo gobierno. Esa persecución penal, ese genocidio, tiene que ser perseguido de oficio por el Ministerio de Justicia de Bolivia porque son hechos de suma gravedad, delitos de lesa humanidad.

En fin, son muchos personajes los que participaron en la destrucción de la democracia de Bolivia como el empresario Luis Fernando Camacho que, en la euforia malsana del golpe, fue recibido por el feo ex canciller uruguayo, el inefable Almagro, que no sé por qué extraños temores no se atrevió a degollar a Pepe Mujica, con tantos años que lo tuvo peligrosamente a su alcance.

El MAS ganó de manera contundente, sin paliativos. Con una diferencia porcentual que no da para dudar, ni tener nada que discutir. Fue un triunfo arrollador. En primera vuelta. Lo que nos dice que es lo que quiere el pueblo boliviano para su futuro. Carlos Mesa, el supuesto demócrata, tuvo la esperanza de la segunda vuelta para unirse con los reaccionarios y derrotar al MAS. Pero los planes no salieron como se habían pensado. Los planes se volvieron laderas y la Comunidad Ciudadana, el partido de Mesa, pese a que en el momento serán la oposición más importante en el gobierno de Arce, el pueblo despacio y con paciencia, los echará a rodar al excusado de la historia. 52.4% del MAS contra el 31.5% del CC no da lugar a réplicas.

Saludamos desde este espacio a Luis Arce y Choquehuanca, por su dignidad y por su fe en la democracia.




Publicado por La Cuna del Sol

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