Empieza apenas el 2021 y puede ser un año grandioso para nuestra querida Guatemala o será el peor si no despertamos y seguimos permitiendo que nos asfixie, que nos ahogue, la indiferencia. Esforcémonos por pensar un poquitín más y descubriremos maravillados que el mundo y los hombres son mucho mejor que como nos lo han dicho o enseñado.
SIEMPRE EN LA LUCHA Y
CON LA ADRENALINA
AL TOPE, POR UN MUNDO
MEJOR
Luciano Castro Barillas
Escritor y analista político
La Cuna del Sol
2021 viene para el mundo con pocas esperanzas.
Los Estados Unidos no dan tregua a China, ni a Rusia, ni a Irán. Venezuela y
Cuba no son las prioridades, pero nunca los pierden de vista. La movilización
de fuerzas políticas en el subcontinente Latinoamericano, específicamente en su
región sur, se encaminan, se desplazan hacia el centro del espectro político,
dado que resulta más sana y prudente esta calificación que llamarlas “fuerzas
de izquierda” cuyas infamias siempre van marcadas por la defraudación, el
fracaso y las falsas expectativas. Las izquierdas latinoamericanas ya no
garantizan nada para los pueblos, por eso es y será mejor definirlas como
“progresistas”, en cuya calificación, mucho más amplia y tolerante, cabe
cualquier esfuerzo humanitario, democrático, incluyente; sin los sambenitos
arrogantes de “fuerzas de izquierda”, las
cuales nunca han existido pero sí que han lucido bien la etiqueta para
sorprender a pazguatos que no se imaginan que en su léxico y en sus
convicciones no existe la expresión “hasta
las últimas consecuencias”, aunque
como retórica nunca puede faltar, claro está.
Argentina y Bolivia tienen una dirigencia
política decente pero no están convencidos del sacrificio y la renunciación.
Cuando un gobierno como el de Evo Morales cede el poder muy fácilmente a sus
enemigos políticos es porque, sin lugar a interpretaciones mal intencionadas,
no dieron la talla de lo que tanto proclamaban. No es necesario ser como Fidel,
pero sí se pudo ser como Salvador Allende, allí muy cerquita de los bolivianos,
en Chile. Los izquierdistas deben dejar de ser menos izquierdistas, menos
bocones, pues; y convencer más con sus acciones. No deben alimentar en el
pueblo ilusiones mesiánicas, redentoras, porque nunca han podido cumplirlas.
Necesitamos, sí, los pueblos, articular con absoluta independencia nuestros
movimientos sociales, comunitarios, sin que las donaciones aparentemente
inocuas nos digan que debemos o no debemos hacer.
Es posible comenzar a Impulsar una vida social
más crítica, más lúcida, más despierta; para construir la independencia que
nunca hemos podido edificar. Nuestra dependencia económica se fue tornando
también mental ante la alucinación que ha ejercido un estilo de vida europeo
occidental o norteamericano. El neocolonialismo cultural no solo es en la
ciencia y en la tecnología, está fuertemente anclado en la visión integral de
la vida, el hombre y el mundo. Y, ciertamente, si bien la economía no engendra
ideas filosóficas de manera mecánica, también es cierto que el consumo creado
por las economías de mercado crea una manera de pensar, unas filosofías de las
más disparatadas. Ya lo dijo Marx: “El
hombre piensa como existe socialmente”. ¿Por qué no se puede renunciar al
coche? ¿Por qué la moda nos seduce? ¿Por qué las titulaciones académicas
importan mucho más que el saber? ¿Por qué el pragmatismo y lo utilitario se
preconiza, se sitúa por encima de la bondad? ¿Acaso ser bueno es ser tonto?
No podemos seguir pensando así. No podemos
seguir creyendo que el mundo del mercado brutal es el camino para sacar
adelante a Guatemala. No puede el mercado sustituir, nunca, al Estado y nunca
las personas que tenemos un poco de bondad y decencia creer o respaldar
semejantes cosas. Empieza apenas el 2021 y puede ser un año grandioso para
nuestra querida Guatemala o será el peor si no despertamos y seguimos
permitiendo que nos asfixie, que nos ahogue, la indiferencia. Esforcémonos por
pensar un poquitín más y descubriremos maravillados que el mundo y los hombres
son mucho mejor que como nos lo han dicho o enseñado.
Publicado por La Cuna del Sol
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