Estos granujas, desde hace algunos años, han ido con todo. No tienen límites. No hay fuerza, por el momento, que los detenga. Es el caso de un pueblo avasallado por la ruindad de los peores guatemaltecos.
GUATEMALA,
COMO REHÉN ENTRE LOS
DIENTES
DE LA DICTADURA DE LOS
CORRUPTOS
Estos granujas, desde hace algunos años, han
ido con todo. No tienen límites. No hay fuerza, por el momento, que los
detenga. Es el caso de un pueblo avasallado por la ruindad de los peores
guatemaltecos. Nunca hubo nada semejante y pareciera que el presente fuera
inmutable, que no se puede cambiar. Pero no es así, pues “no hay mal que dure
cien años ni cuerpo que lo resista”, reza el viejo proverbio popular. Algo que tendrá que ocurrir dentro de no
mucho tiempo. Los corruptos todos, son codiciosos, y llegará el momento en que
colisionarán sus intereses y terminarán matándose entre ellos. Las traiciones
entre este grupo de personas es lo común y los odios se acumulan. Han venido
jugando con fuego desde hace muchos años y más temprano que tarde se quemarán
las manos.
Ninguna maldad prevalece. Solo un tiempo y ya
verán ustedes que estos sujetos llenos de arrogancia como el presidente del
Congreso, “El Gordo Panqueque”, serán debidamente humillados por la historia,
por la sociedad, cuando el turno les llegue, puesto que serán compensados por
sus malas acciones. O los magistrados de la Corte Suprema de Justicia que,
embriagados de poder, arrogantes, insolentes y defraudando la alta investidura
de justicia que les da el Estado y Derecho, serán castigados por la impía y
obscena colusión con una jefa de la persecución penal, Consuelo Porras, quien
será juzgada con severidad en su momento.
Guatemala desfallece, languidece ante tanto
oprobio, ante tanta desvergüenza. Llegará el día que toda esa basura será
barrida del solar de la Patria y se les contará uno a uno sus crímenes porque
su codicia, su amor por el dinero, estuvo por encima de los principios. Son
profesionales certificados para el robo, el fraude y grandes abanderados de la
deshonra, presididos por un odioso rengo que está viendo la tempestad que tiene
encima y no se persigna. Gran ladrón el chenco este. Descarado que vino a
envilecer ¡hasta más no poder! la institución de la Presidencia de la
República. Ya ve usted los últimos resultados de “su gestión de gobierno”. Se
quiere ahora, a través de la coacción, amordazar a la prensa.
Uno de los diarios que goza de independencia
reveló el contenido de un documento judicial filtrado al medio y legítimo de la
Fiscalía contra la Impunidad, FECI, quieren presentarlo como espurio y, en el
colmo de una total carencia de profesionalidad de estos tinterillos, resulta
que este documento que según los brillantes magistrados NO VALE NADA,
retorciendo su resolución, pues SÍ VALE para enderezar acciones en contra del
diario que hizo la publicación. ¿En qué estamos mediocres abogados? Si el
documento es ilegítimo, entonces es igualmente ilegítimo para enderezar una
acción penal. Se trata nada más que un abuso de poder de la corte canalla.
Buscan con esta intimidación silenciar,
destruir, derribar la libertad de expresión, totalmente garantizada por la Constitución
Política de la República de Guatemala que en su artículo 35 expresa lo
siguiente: “Es libre la emisión del
pensamiento por cualesquiera medios de difusión, sin censura ni licencia
previa. No constituyen delito o falta las publicaciones que contengan
denuncias, críticas o imputaciones contra funcionarios o empleados públicos por
actos efectuados en el ejercicio de sus cargos.
Es, a todas luces, una resolución contraria a la Constitución. Son los magistrados de la Corte Suprema de Justicia los que han incurrido en delito si nos atenemos a la definición de los diccionarios jurídicos: “Delito que cometen los funcionarios públicos al faltar, a sabiendas o por ignorancia inexcusable, a las obligaciones y deberes de su cargo”. Deben estar ahora este conglomerado de trúhanes judiciales a la espera de una acción judicial por el delito de prevaricación. Así están las cosas en este lastimado país.
Publicado por La Cuna del Sol
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