jueves, 25 de septiembre de 2014

El presidente Maduro pide la liberación de Oscar López Rivera

“Soy creyente de que la verdad sobrevivirá y prevalecerá tal como nuestra batalla y noble causa han podido hacerlo durante siglos. Soy puertorriqueño y no quiero ser ninguna otra cosa. Pero también me considero un ciudadano de este universo en que vivimos. Creo que es posible un mundo mejor y más justo y es por tal una de las razones que elijo luchar por la independencia de mi patria. Reclamo “¡ay de él/ella que no tiene patria!”. Mucho amor. EN RESISTENCIA Y LUCHA, OLR”.

El anterior es un fragmento de un mensaje del prisionero político portorriqueño Oscar López Rivera publicado con motivo del 33o aniversario de su arresto en Estados Unidos. En su reciente discurso en la ONU el presidente venezolano Nicolás Maduro le pidió a Barack Obama que “en estos dos años lance mensajes que queden para el tiempo y que lo hagan trascender con algún recuerdo positivo por parte de los pueblos. Déle la libertad a Oscar y a los tres cubanos que están luchando contra el terrorismo".

"Tenga altura y tenga bondad. Pido a Dios que le coloque un halo de luz en su mente y en su corazón para que se inspire".


EL PRESIDENTE MADURO REINVINDICA EN LA ONU
LA LIBERACIÓN DEL PORTORRIQUEÑO OSCAR LÓPEZ RIVERA, PRESO
EN LA TIERRA DE LA LIBERTAD ( ?) HACE 30 AÑOS


Por Luciano Castro Barillas

La grandeza de la Revolución Bolivariana presidida por el compañero Nicolás Maduro se hizo grande y lo será aún más con la estatura humana de lo solicitado: la liberación del preso político más antiguo del hemisferio americano, el luchador independentista portorriqueño Oscar López Rivera, preso actualmente en una cárcel estadounidense desde hace 30 largos años acusado por haber violado la ley del correo, del servicio militar obligatorio, de armas, de explosivos, del gran jurado y de la mordaza. Se le acusó también de conspiración, sedición, agresión, desacato, incitación a motín y de penetrar sin autorización a instalaciones de los Estados Unidos, curiosamente Oscar López, fue condecorado por su valor en combate en la guerra de Viet Nam a su retorno a Chicago, pero sin piedad alguna se le endosaron doce delitos del código penal de los Estados Unidos, lo que le valió por parte del jurado totalmente parcializado que le tocó juzgarlo la sentencia de dos condenas que en conjunto suman 70 años de prisión inconmutable. Se le ofreció la libertad condicional durante la administración del pervertido sexual Bill Clinton, luego de la liberación de varios presos políticos portorriqueños que habían ya cumplido 20 años de cárcel, lo cual fue rechazado por Oscar López en tanto sus demás compañeros permanecieran en prisión. Algo que dice de la grandeza de espíritu de este valiente hombre cuyo pensamiento político y estatura moral coincide totalmente con lo dicho por Dilcia Pagán: (…) los que internalizamos el valor y el sacrificio, estamos convencidos que nuestro movimiento de liberación nacional no cobraría fuerzas sin personas dispuestas a prescindir de su libertad a cambio de la de su pueblo. Por ello lo declarado por el presidente Nicolás Maduro adquiere una connotación entre los movimientos progresistas de América y del mundo, principalmente por la visita que hará el representante colonialista que hoy funge como presidente del inefable Estados Unidos, el morenazo de la gran lengua y pocos hechos, Barack Obama. Sorprende sí que el injusto encarcelamiento de estos patriotas portorriqueños no haya tenido la difusión ni la solidaridad  -pues están presos desde 1981-  que la otra injusta prisión con los cinco cubanos. Por ello, personalmente, valoro la profunda humanidad y magnanimidad de la Revolución Bolivariana, por hacer suya la causa de Puerto Rico y no solo reivindicar sus asuntos nacionales, algo que contradice los principios marxistas-leninistas de internacionalismo proletario, en este caso en materia humanitaria. Un lamentable olvido o una revolución cubana muy pagada de sí misma y excedida en la exposición de un caso indudablemente injusto, pero no el único. Los patriotas que están encarcelados actualmente son los siguientes: Haydeé Beltrán, Luis Rosa, Ricardo Jiménez, Elizam Escobar, Carmen Valentín, Carlos Alberto Torres, Dilcia Pagán, Adolfo Matos, las hermanas Alicia Rodríguez e Ida Luz Rodríguez; Alejandrina Torres, Edwin Cortés, Alberto Rodríguez y William Guillermo Morales. Ellos, al momento de su captura, asumieron su condición de prisioneros políticos, o si lo querían los infames funcionarios de seguridad gringos como prisioneros de guerra, por su condición de combatientes anticoloniales. Nunca reconocieron la jurisdicción de los tribunales espurios de los Estados Unidos y solicitaron una y otra vez para ser juzgados por tribunales internacionales o un tercer país para dirimir el conflicto sobre la soberanía.

Ellos debieron ser juzgados con el Protocolo I de la Convención de Ginebra de 1949, que garantiza los derechos de los prisioneros de guerra. La Convención de Ginebra reconoce no solo a las personas capturadas por la lucha de la ocupación colonial, sino también, la ocupación de un país por un régimen racista y los luchadores políticos que participan en la lucha por la libre autodeterminación de los pueblos. El Convenio fue ratificado por la Resolución 2,852 (XXVI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de diciembre de 1971, mandato internacional que fue pasado como papel sanitario por las hemorroides crónicas del tío Sam.

El Comité de Descolonización de las Naciones Unidas ha emitido infinidad de resoluciones ha demandado la excarcelación de los patriotas portorriqueños, lo han hecho organizaciones de la sociedad civil que han denuciado las inhumanas condiciones en que llevan sus condenas. Pero nada de lo dicho y resuelto por los hombres decentes del mundo es escuchado por un imperio que, afortunadamente, está en franca decadencia. Y todo lo que actualmente hace en Siria y Ucrania, no son más que los estertores de una fiera herida que garras en ristre se niega a morir. Pero la quiebra mundial del neoliberalismo la ha herido de muerte y esperamos todos los hombres que amamos la paz y de una manera modesta luchamos por la justicia, que esta agonía no sea tan prolongada, para bien de toda la humanidad.






Publicado por LaQnadlSol
USA.

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