La verdad está a la vista de todos: la pandemia demuestra que ningún dios compasivo puede existir
LA PANDEMIA REFUTA A DIOS
Por James Haught
Counterpunch
El vicepresidente Mike Pence, un renombrado fundamentalista nacido de nuevo,
sube al podio como líder del grupo de trabajo estadounidense sobre la crisis del
Coronavirus. Los periodistas deberían preguntarle:
¿Por qué Dios envió la pandemia para matar quizás a millones de personas?
Si Pence responde que la naturaleza por sí sola produjo el virus, las
preguntas siguientes deberían ser:
¿Por qué Dios no evitó la tragedia? ¿Es impotente para detenerla? ¿O simplemente
no le importa si multitudes mueren en la miseria?
La extraña pandemia que se ha apoderado del mundo plantea el antiguo dilema
filosófico llamado “el problema del mal”, que plantea la interrogante del por
qué un dios supuestamente amoroso no hace nada para detener horrores como las enfermedades,
tsunamis, terremotos, huracanes y similares. Si hay un padre-creador todo
misericordioso, ¿por qué creó el cáncer de mama, la leucemia infantil, la parálisis
cerebral, los desastres naturales y animales depredadores que destrozan a los
pacíficos animales que pastan?
Desde tiempos de la antigua Grecia, los sacerdotes y teólogos han estado desconcertados,
incapaces de responder a este enigma. De hecho, todo un campo de argumentación
llamado teodicea surgió en un intento inútil por resolverlo.
Creo que la teodicea debería llamarse "la idiotez" porque solo
hay una explicación posible, que es obvia para las personas inteligentes y de
mentalidad científica: el dios amoroso proclamado por las iglesias no puede
existir. La lógica no excluye a un dios cruel, pero excluye a uno
misericordioso.
La controversia en torno al tema se agita, con los creyentes elusivos y reticentes.
El columnista católico Ross Douthat del The New York Times escribió:
"Una pandemia agudiza las constantes cuestiones sobre la teodicea, los
debates sobre si es razonable creer en un Dios bueno y amoroso en un mundo tan
plagado de miseria".
De manera absurda, Douthat sostiene: "El sufrimiento sin sentido es la
meta del diablo, y darle sentido al sufrimiento es la obra salvadora de
Dios". Él evita la cuestión obvia: ¿Es Dios demasiado débil para detener
la obra del diablo? La respuesta de Douthat es ridícula.
De manera similar, en la revista Time, el teólogo anglicano N.T. Wright
esquivó la pregunta y dijo que, en lugar de buscar explicaciones, la gente
debería "recuperar la tradición bíblica del lamento". Lo que podría
interpretarse como: no pregunte por qué Dios está matando a multitudes,
simplemente hay que lamentarse por ello.
Jim Daly, presidente del nacido de nuevo Focus on the Family, escribió un
comentario cursi en Fox News que no ofrecía respuesta, pero decía:
"Dios está obrando a través de la respuesta del gobierno a esta
crisis, brindando al presidente Trump y al vicepresidente Mike Pence, y al
Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus, sabiduría y orientación mientras traman
y planifican su ataque contra este patógeno letal".
Insinuar que Trump y Pence están en el equipo de Dios para proteger a la
humanidad es algo que es característico de la derecha religiosa carente de
sentido.
La verdad está a la vista de todos: la pandemia demuestra que ningún dios compasivo puede existir. Fin de la discusión. La idiotez de la teodicea no puede hacer nada para refutar está clara conclusión lógica.
Publicado por La Cuna del Sol
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