¡Qué brillante idea ponerle precio a los productos ajenos! Por eso ese mundo ya no tiene retorno. Por eso se desbarata el capitalismo porque al final de su historia terminó siendo dirigido por imbéciles. NO hay retorno a ese viejo sistema y esperamos que eso felizmente ocurra.
Y AHORA NOS SALTA OTRO
LOCO
EN EL ESCENARIO DE LAS
AGRESIONES CONTRA RUSIA
Luciano Castro Barillas
Escritor y Analista Político
La Cuna del Sol
Es muy probable que el primer ministro del
Japón, nombrado a dedo por el emperador, esté ante los problemas verdaderamente
portentosos del mundo occidental, fumando mota medicada. De esa que puede
comprar en Estados Unidos en los centros de distribución autorizados que lo
elevan al estado de nirvana, sin dolor, ni angustias por el gran rollo al que
ha metido a Japón y él mismo; todo por hacerle caso a pie juntillas a limitado
mental, señor Joe Biden, su amo, aunque no lo quiera. Los estirados ojos del
japonés Kishida se estiran más que nunca con tamaño pedo porque da la casualidad
que estos japoneses para todo son exigentes y no van a consumir la pura broza
de los drogadictos de la Mara 18 de la ciudad capital de Guatemala.
Vino a plantear una agresión más de las tantas
contra Rusia, pero no es posible que haya sido hecha por un cerebro
desintoxicado. Eso que plantea el señor Kishida es del mismo calibre de lo que
plantea habitualmente Boris Johnson o Úrsula von der Leyen, grandes locazos el
uno como el otro, al punto que el señor de cabellera alborotada de Inglaterra
se está quedando sin gabinete porque sus constantes manifestaciones de locura
están llevando al Reino Unido a los acantilados de Escocia.
Ven estas tres personas venir la tempestad y no
se arrodillan. Pero en sus breves momentos de lucidez les coge el pánico (se
paniquean) al darse cuenta de sus constantes metidas de pata, al punto de
mofarse de un político de suma seriedad, Vladimir Putin, al expresar que si
Putin hubiera sido mujer no hubiera desatado la guerra contra Ucrania. Hay dos
cosas en esta expresión sexista: menosprecio a la mujer y negación de la obvia
masculinidad del presidente ruso y su condición de hombre sano, deportista e
intelectual. Kishida, Johnson y Von der Lyen son seres humanos peculiares y
reflejan de cuerpo entero la decadencia del mundo occidental.
Personas con tan bajo nivel mental no debieran
ser los dirigentes de naciones tan desarrolladas. Cabe, sí, para Guatemala, que
el imbécil que dirige ese país está justo a la medida de quienes lo eligieron.
¿Pero Japón? Este país gozó de gran reputación por la disciplina de sus
trabajadores y sus ciudadanos. Pero algo venía pudriéndose ya hace algunas
décadas en esa sociedad, igualmente fanatizada como los nazis en la Segunda
Guerra Mundial.
Los japoneses paulatinamente dejaron de ser las
personas educadas y prudentes, tal vez duramente aleccionados por los bombazos
atómicos de Hiroshima y Nagasaki, pero la educación proverbial de los
japonesitos era pura joya de bisutería, el bañito de oro estaba solo por
encima. Al pulir un poquito, resulta que debajo tenían el cobre. Eso ha pasado
en la actual crisis de Ucrania, donde las caretas de los “democráticos” y
“educados” se han caído y se han mostrado ahora ante Rusia tal como son: viejos
astrosos de cerebros carcomidos.
Dice el señor Kishida que debe hacerse todo
para fijar los precios topes al petróleo ruso para causar todo el daño posible
a la Federación. Pero una pensada deslumbrante agregada a todo esto: que ese
precio tope debe fijarse a un duro 50%. No basta con el precio tope por sí
mismo, hay que fijarlo a la mitad. Ante estas declaraciones uno se pregunta
¿cómo es posible tanta insolencia y prepotencia? Ah, Rusia, entonces debe fijar
un precio a los automóviles japoneses de alta gama y después de eso reducir ese
precio a la mitad. Uno se anima a pensar que esto es ¿un chascarrillo o una
chanza? O el fruto bestial de cerebros extraviados. Vaya usted a saber que es,
porque yo no lo sé. Pero si entiendo que están dictados por la arrogancia y la
prepotencia, no hay otra explicación posible.
¡Qué brillante idea ponerle precio a los
productos ajenos! Por eso ese mundo ya no tiene retorno. Por eso se desbarata
el capitalismo porque al final de su historia terminó siendo dirigido por
imbéciles. NO hay retorno a ese viejo sistema y esperamos que eso felizmente
ocurra.
Publicado por La Cuna del Sol
No hay comentarios.:
Publicar un comentario