Windy Cooler,
autora del siguiente artículo es estudiante de psicología en el Goddar College,
activista y ex madre adolescente, escribe sobre la vida emocional de las
activistas. Ella es madre de dos hijos y reside actualmente en una zona suburbana
del Distrito de Columbia (Washington DC.)
DE RATONES Y MAMAS
Por Windy Cooler
El día de la madre se aproxima. Este será el 16º. Como madre y como hija. Cada
año me pongo de mal humor.
He derramado tova mi vida en mis hijos. Les he dado a ellos todo de mí,
todo, para entregárselos a ustedes. Y tengo que decirlo, ellos son
maravillosos. Me imagino que ustedes podrían serlo también.
¿Y saben qué? A la mierda con los recientes
y estúpidos debates en los medios de prensa acerca de quién debe quedarse en
casa con sus hijos o, de si una debe o no debe. A la mierda con la “Guerra de
las Mamas.” ¿Y saben qué? Las madres
que yo conozco – desde las trabajadoras del sexo, a las mamas neo- hippies y
abogadas – no están por ahí sentadas debatiendo esto. Simple y sencillamente no
andamos en eso. Si, hay hipocresía al decir que una mujer de clase alta debe de
quedarse en casa con sus hijos, mientras que una mujer de bajo estatus social,
no debe. Déjenme decirles, la hipocresía de los estúpidos del mundo, es lo que
menos me preocupa.
¿Y toda esta porquería de hace unos meses a
cerca de Rush Limbaugh llamando a alguien un ramera, y la Guerra contra las
Mujeres de parte de la derecha - únicamente de la derecha? Estoy aquí para
testificar que, he sido llamada una ramera, en mi propia cara, por hombres a
quienes quiero, por hombres políticamente mejores que Rush, si por mejores una
se refiere a los izquierdistas. “Bla bla bla, la misoginia es mala, bla bla bla;
por cierto Windy, no estoy contento contigo, en este momento te voy a llamar
una ramera en palabras y hechos.” Una y otra vez he sido caracterizada como una
ramera, por no otra razón, que alguien progresista y de izquierda estaba
enojado con migo y esa fue la manera que el encontró de herirme profundamente. ¿Y
saben ustedes como fue que lo hice enojar tanto? Porque como madre, mis hijos,
tenían prioridad sobre él.
Porque les doy prioridad a mis hijos, hombres y mujeres me han dicho que
trabajo demasiado o muy poco, si la persona en cuestión necesita algo más de
mí, incluso por interés emocional.
Estoy de mal humor.
Simplemente no logro entender, el nosotros. Las alergias a causa del maní
son malas, por lo tanto ruidosamente
hemos prohibido el maní. La guerra está matando por camionadas a los hijos de
las madres, la pobreza está haciendo lo mismo, la falta de educación los está
matando, la falta de cuidado médico los está matando. ¿Y saben qué
hacemos? Nosotros “bla bla bla
misoginia. Bla bla bla la guerra de las mamas. Si, correctamente, la guerra de
las mamas. ¿Cite a la gente correcta?
También es estúpido el debate en los medios de prensa sobre el aborto. En este país nosotras no tenemos el problema
de asesinar a alguien, niño o adulto, pero al hablar como una madre ex adolescente y quien no está en
contra del aborto – no creo que, al contrario de la guerra y la pobreza, sea un
asesinato – puedo decirles, si ustedes no lo saben, que el aborto es algo muy
triste que vale la pena evitar. Si a ustedes les importan las mujeres y si les
importan los niños, por el amor a dios, hagan algo para que nosotras podamos
procrear a nuestros hijos en paz. Paren de ofrecer que se llevarán a
nuestros hijos de nuestro lado. Paren de decirnos cualquier cosa, que no sea
nuestro total derecho a la maternidad o no, por eso es que luchamos. Paren de
poner a nuestros hijos en los centro de
entrenamiento de los oficiales de la reserva (ROCT), paren de bombardear a
nuestros niños y de alimentarlos con esa malditas porciones de basura acompañadas
con una orden extra de sandeces y lavado de cerebro en la escuela. Jesús. Paren
de degradar a las madres de nuestros niños y paren de matar a nuestros niños. Aun
a nuestros niños mayores.
¿Saben lo que las madres quieren? Queremos
que nuestros hijos crezcan sanos y fuertes, buenos y morales. Nos gustaría
recibir alguna ayuda. Aunque no acostumbramos ayudarnos unos a otros muy a
menudo. ¿Por qué resulta tan difícil? Eso es lo que quiero ver en los medios de
prensa. Quiero ver que se exponga por qué esto es tan difícil.
Habrá más de esto con menos gritos encolerizados. Pero necesito gritar un
poquito ahora mismo en tanto cuento regresivamente hasta el Día de las Madres.
¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES, HIJOS DE PUTA!
Tomado y traducido de la versión
original en inglés del sitio web de la revista CounterPunch.
Copyright © CounterPunch
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Publicado por Marvin Najarro
CT. USA
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