INTRODUCCIÓN
La electricidad es un
recurso estratégico que debe estar en manos del Estado, porque la generación y
distribución del fluido eléctrico en manos privadas hace del poder un ejercicio
baladí e intrascendente, sujeto a los caprichos de los empresarios. La
inversión privada en este rubro económico debilita la democracia, profundiza la
miseria y concentra la riqueza en manos de los accionistas, en tanto el pueblo
capitaliza la pobreza. Un ejemplo sencillo salta la vista con el caso de la más
grande hidroeléctrica del país; Chixoy, cuyas aldeas situadas alrededor -35 kilómetros, si mucho- carecen de este servicio. Por ello argumentar
que la inversión privada en ese sentido genera desarrollo y bienestar a la
población es una falacia más de los gurús del neoliberalismo y de los grupos
políticos conservadores que desde 1954 ejercen el poder en Guatemala. El breve
y sustancioso ensayo de Rodríguez Pellicer orienta en este fárrago de opiniones
que reverberan en el momento actual. Valentín Zamora
“Es que son terroristas”
Nunca osaría decir a la UFM que es manipulada por extranjeros.
MartÍn Rodríguez Pellecer
“No son del casco urbano, son maleantes de las aldeas”. “Están relacionados
con narcos que no quieren un destacamento militar”. “Están manipulados por
organizaciones extranjeras que se oponen al desarrollo y que serán expulsadas
del país”. “Es que son terroristas, remanentes de la guerrilla, que deben ser
apresados y sentenciados”. Las primeras tres frases son del presidente Otto
Pérez Molina durante la primera semana de mayo. La cuarta es la única que le
falta por pronunciar. El exgeneral, que asumió el poder hace 115 días, pasó los
últimos 6 años convenciéndonos de que era el general de la paz, un
demócrata. Pero uno no sabe cómo es una persona si no es por sus
actuaciones en momentos de crisis.
En Huehuetenango hay desde hace años una disputa por una hidroeléctrica.
Aunque la energía hídrica es de las más limpias, probablemente se deba al
fantasma de las excluyentes y contaminantes minas y a la forma en la que el
país ha impuesto un modelo de desarrollo al campo desde que hay memoria.
Sabemos que una parte de las comunidades rechazó, civilizadamente, a la
hidroeléctrica. La semana pasada, a tres líderes de las comunidades los
atacaron y a uno, Andrés Francisco, lo mataron; ellos acusan a gente de la
empresa Hidro Santa Cruz. La respuesta de las comunidades desesperadas fue
tomar el destacamento y quemar casas. Los militares actuaron bien y no
respondieron a balazos.
¿Qué se esperaría de un gobierno cuyo primer artículo constitucional es que
el Estado se organiza para proteger la vida de sus ciudadanos? Que movilizara a
300 policías y 300 soldados para dar con los asesinos de Andrés Francisco. No
me extrañaría que fuera responsabilidad de paramilitares de la empresa: la CGN
está demandada en Canadá porque sus guardias violaron a mujeres de comunidades
que reclaman tierras a la minera. Pero el gobierno de Otto Pérez va con
todo contra los campesinos. Con discursos, leyes y soldados. Ni hablar de una
mesa de diálogo, investigar un asesinato o una paz que no sea de fusiles.
El doctor Jekyll y Míster Hyde eran terrenales. Por eso no me extraña que
adentro del Presidente convivan un demócrata y un autoritario. Pero siempre es
más fácil ensañarse con los más débiles, esos que no piensan y “son
manipulables”. Él nunca osaría decir a los de la Universidad Marroquín que son
manipulados por extranjeros libertarios, a quienes expulsaría del país por
ideologizar a la elite y frenar el desarrollo.
Si no quiere que se le recuerde como el que militarizó el país, pues no lo
militarice en la resolución de conflictos, como ya lo hace con los patrullajes
en las calles y con la inteligencia civil. Si tan alegre que es ser recibido
como un demócrata audaz en los foros internacionales.
Publicado por Marvin Najarro
CT. USA
Publicado por Marvin Najarro
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