viernes, 25 de mayo de 2012

LA CONFLICTIVIDAD SOCIAL NO SE PUEDE RESOLVER CON REPRESIÓN…





INTRODUCCIÓN


Esto lo dijo el delegado de la Oficina de Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala, en momentos en que sectores políticos conservadores urgen al presidente Pérez Molina la aplicación de la “mano dura”, que para ellos tiene una explicación unívoca: represión contra los delincuentes y contra los luchadores sociales, como si ambos fueran de la misma naturaleza. De allí que para el empresariado guatemalteco, sobre todo el más trasnochado y que empuja la rueda de la historia en reversa, entiende que la debilidad del gobierno no es su aquiescencia a cuanto ellos dicen, sino porque no reprime a los sectores populares como ellos quisieran. Ante estos razonamientos perversos y consistentemente paleolíticos, se oponen opiniones de expresa constancia científica y moral, como la del Delegado de la Oficina de la ONU, cuya entrevista realizada por Carolina Gamazo, es muy ilustrativa y orientadora.  Luciano Castro Barillas.








LA CONFLICTIVIDAD SOCIAL NO SE PUEDE RESOLVER
CON REPRESIÓN Y ESTADO DE SITIO


¿Era procedente establecer un Estado de sitio en Barillas?

Una de las causas fundamentales de todo lo sucedido es que no hay información clara sobre la hidroeléctrica. Las autoridades municipales, incluso, nos manifestaron que tenían duda de que pudiera tener un componente minero. Si tenían ese desconocimiento, imagínese en los rincones más alejados. Por otro lado, en Huehuetenango ha habido mucha conflictividad. Sorprende saber que en Barillas solo estaban 7 policías. Había más guardias de seguridad privada de la empresa que policías. En todo caso, el Estado de Sitio tenía varios elementos por los cuales consideramos que no era adecuado, que no respondía a los estándares internacionales.

¿Cómo cuáles?

Para declarar Estado de Sitio, de acuerdo con estándares internacionales, hay que identificar concretamente cuál es la situación excepcional que se ha creado y decir cómo se piensa tratar. La supresión de garantías siempre requiere una especificidad y un detalle. Pero era un declaratoria muy general.


Guatemala aprobó el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que avala las consultas comunitarias pero no hace vinculantes sus resultados. ¿Esto podría ser un motivo de conflicto?


El debate sobre las consultas está muy polarizado. Hay una resolución de la Corte de Constitucionalidad que no reconoce las consultas de buena fe como legales. De acuerdo con el convenio 169, es el Estado quien debe hacer las consultas, no los privados ni otras personas. El problema es que han pasado años desde la ratificación y ninguna de las licencias que se han dado ha pasado por un proceso de consulta. El Estado ha incumplido con este deber. James Anaya, Relator de Pueblos Indígenas, dijo que las de buena fe deberían ser consideradas, al menos, como el punto de partida de un diálogo para abrir un proceso de consulta. Hay un último elemento importante: cuando el proyecto implica el desplazamiento de personas o afecta a la identidad, entonces sí es vinculante.


¿Cree que podría repetirse?


Si uno mira el informe del Procurador de Derechos Humanos sobre los polos de conflictividad, y según la información que tenemos nosotros, este tipo de situaciones se va a dar en otros lados. El problema es histórico y no lo tenemos solo allí: está en San Juan Sacatepéquez, en Alta Verapaz y Quiché.


¿Cree que habría que incrementar la seguridad en Santa Cruz Barillas?


Es obvio que es una zona de alto peligro, porque es fronteriza. Me parece bien que se refuerce la seguridad, es necesario.


¿Con el Ejército o la Policía Nacional Civil?


Con la PNC. El hecho de que el Mayor del destacamento militar no haya disparado es un acto de coraje que la Oficina reconoce. Pero mientras celebramos eso, la lógica dice que la policía tiene una formación para poder disuadir. El Ejército no está entrenado para eso.


¿Considera que el Estado está respondiendo a los conflictos con militarización?


Resuelve la conflictividad social en una forma que tiene que ver más con la represión. Ahora se termina el Estado de Sitio ¿y alguien va a dialogar? Esto tiene una raíz común, y es la defensa del territorio. No se puede poner un Estado de Sitio en cuanto conflicto exista, es insostenible.


¿El territorio dejaría de estar defendido si hubiera negociación justa con los pueblos?


Sí. El otro problema es la polarización, hay que bajarla porque si no salen los muertos. Si el Estado cumple con estos mecanismos, no sé si quitarán todos los focos de conflictividad, porque habrá lugares donde no se llegará al consenso. Sería importante no retrasar más una consulta sobre la consulta: comenzar a recoger ideas y llegar a una propuesta sobre cómo se puede hacer. Y me atrevo a decir que el Presidente lo puede hacer. De lo contrario, cuando más pasa el tiempo, peor van las cosas. Estamos hablando del mapeo de la conflictividad, y los polos se van multiplicando.











Publicado por Marvin Najarro
CT., USA. 

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