Saben, no pretendo
filosofar. Mucho menos querer ser un erudito sabiondo. No, Simplemente quiero
ser un simple fosforo encendido en medio de la tiniebla. Pero brotado de una
inmensa fabrica de fósforos que sin tener conciencia de su fortaleza, va
descubriendo poco a poco, que se puede convertir en una inmensa llama de
libertad. No soy ni pretendo ser el origen de esa flama. Al contrario, creo ser
consecuencia de otras mucho más poderosas, gloriosas, inigualables. No voy a
mencionar esos pebeteros, para dejarlo a sus inquietas y grandes mentes.
AMO ESTE MOMENTO.
SIMPLEMENTE
ROMPEMOS EL ESQUEMA COMO
PUEBLO
Por: Javier Del Valle Monagas
Jueves, 11/04/2013
No importa saber quien soy, ni de donde vengo, ni a donde voy. Así dice la
letra de una canción un poco viejita. Pero ella refleja la disposición o la
concepción del respeto a la vida. De cómo empieza, como se desarrolla y como
termina. En verdad no sabemos que es lo que ocurre después de nuestra muerte y
por que. Pero lo que si es una realidad en esta existencia. Es que estamos en
una etapa en la cual los paradigmas históricos están siendo violentados. Y no
es precisamente por quienes siempre se han adjudicado esa potestad. No, ahora
somos los orgullosos (en la sana acepción de la palabra) del pueblo, que por
fin hemos entendido que unidos somos fuertes y poderosos. No en la concepción
del poder burgués capitalista y sanguinario. Si no, en el concepto del pueblo
unido y liberado. En la nueva interpretación popular de que no somos ni mejores
ni peores que otros. Simplemente somos unos más dentro del colectivo humano.
Saben, no pretendo filosofar. Mucho menos querer ser un erudito sabiondo.
No, Simplemente quiero ser un simple fosforo encendido en medio de la tiniebla.
Pero brotado de una inmensa fabrica de fósforos que sin tener conciencia de su
fortaleza, va descubriendo poco a poco, que se puede convertir en una inmensa
llama de libertad. No soy ni pretendo ser el origen de esa flama. Al contrario,
creo ser consecuencia de otras mucho más poderosas, gloriosas, inigualables. No
voy a mencionar esos pebeteros, para dejarlo a sus inquietas y grandes mentes.
Algo es singularmente verdad. Hoy somos el pueblo más acosado, atacado y
vilipendiado del mundo y de la historia. Contra nosotros se han enfilado todas
las baterías mortales en posesión del enemigo. Pero milagrosamente a cada
ataque, nuestra fortaleza espiritual, ideológica y sentimental se potencia. Es
un fenómeno que no tendría explicación, si no se supiera que esos que nos
iluminaron nos sembraron cocuyos de esperanza, dignidad y gloria en nuestras
almas y que las cubrieron con mantos de amor e ilusión que las hacen
inextinguibles e inmunes al viento y a la humedad.
Perdonen el orgullo y la jactancia inocultable de sentir esta pasión. Es
que es algo difícil de esconder ¿saben cuantos pueblos han sido aplastados en
una cruzada parecida? ¿Tienen idea de cuanta sangre se ha vertido en la
historia humana para poder avanzar en menos conquistas que la lograda hoy?
¿Conocen los dolores, penas y sufrimientos que otros pueblos nobles vivieron
para lograr un poco de respeto y libertad? Es infinita la cuenta de hombres,
mujeres y hasta niños que se sacrificaron por ser pueblos soberanos. Pero aun
así, a sabiendas que regarían su sangre no escatimaron amor y fortaleza para
enfrentar al enemigo.
Hoy tenemos la ventaja de tener al enemigo en nuestro terreno, no se trata
de sabernos vencedores definitivos. Pero si sabemos que estamos ganando, que lo
dominamos y le fijamos la pauta. Amo este momento por que se que venceremos,
que por fin rompimos el maleficio de que si no está presente físicamente el
líder, la lucha se dispersa y el pueblo se desboca. Ya no es así. El líder fue
de reposo, cayo en la faena de la lucha. Pero su obra perdura, su trabajo y su
enseñanza se metió lo más hondo del pueblo. Y de allí es muy difícil que se
salga ¿Casi como imposible?
Ahora somos un pueblo solidario, venturoso, amoroso, guerrero, protagónico
y participativo. Estamos empoderados de nuestro futuro. No le pedimos a nadie
que nos lo construya. Aprendimos por culpa del camarita. Que eso se conquista,
se logra por la lucha, que no se mendiga ni se implora. Es mas, aprendimos que
no necesitamos ser jefes, lideres destacados y pretenciosos impostores, para
comprender que la organización colectiva de la faena nos da mayor facilidad
para el triunfo. Con la suerte que el 13 de abril, del 2002 nos dio oportunidad
de comprobarlo.
Son muchos los imperios y pueblos caídos ante el poder, el acoso de nuestro
enemigo principal: el sionismo yanqui imperialista y capitalista. Pero también
sabemos que son muchos los pueblos que lo ha derrotado. Sabemos que la
principal arma de ese enemigo de patas de barro es la promoción del
individualismo, la vanidad, la alimentación del ego y la inflamación de las
apetencias egoístas en pro de riquezas materiales y artificiales. Nos estamos
vacunando contra esa plaga.
Sabemos que somos un pueblo reinventado, con ánimos de amor por la libertad
y la soberanía, sabemos que estamos haciendo historia con el líder como guía
eterno. Incluso, rescatamos a Bolívar de las catacumbas de la manipulación y el
olvido, del oprobio de la prisión oligárquica que mata más que la muerte. Hoy
Bolívar vive, Chávez vive, Aly vive, Argimiro vive, Américo Silva vive, todos
nuestros hermanos caídos en la lucha han renacido. Ya no el son pasado. Ahora
son presente y futuro. Somos pueblo constructores de presente y futuro. Ahh,
pero debemos ser responsables y colectivistas. Nada de individualistas. No
tenemos el derecho a acusar los demás de nuestra responsabilidad.
javierdelvallemonagas@gmail.com
http://planetaenpeligro.blogspot.com/2013/04/amo-este-momento-simplemente-rompemos.html
Facebook: Javier Monagas Maita
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA. Auff!
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