EN OTRO PAÍS MÁS FELIZ…

INTRODUCCIÓN

Dada la cruda realidad guatemalteca que es experimentada a diario en toda su dimensión por los millones de habitantes de esa atribulada nación, resulta grotescamente ridículo que una organización de esas que funcionan como brazo propagandístico de los grandes intereses foráneos (New Economic Foundation, NEF) resulte por ahí publicando un “estudio” que ubica a Guatemala entre los diez países más felices del mundo. Solo alguien en constante estado de alucinación psilocibina podría aceptar semejante falsedad. Al contrario, la infeliz realidad guatemalteca se materializó hace unas cuantas horas al declarar las autoridades gubernamentales como áreas en riesgo alimentario a cinco municipios del departamento de Jutiapa. La razón, la pérdida de cosechas producto de la sequía que está azotando a varias regiones del país. Aunque este fenómeno causado por los abruptos cambios climáticos, consecuencia del calentamiento global, no se circunscribe únicamente a Guatemala y sino también en los Estados Unidos, donde los efectos devastadores de la sequía ha causado que las pérdidas en la cosecha de maíz se estimen en un 88%, lo cual provocará una subida en los precios de los alimentos de hasta un 4%, por ser Estados Unidos el mayor productor de cereales a nivel mundial. Sin embargo las naciones del primer mundo siguen privilegiando la producción de biocumbustibles a cambio del hambre del planeta. Marvin Najarro. 

EN OTRO PAÍS MÁS FELIZ DEL MUNDO,

GUATEMALA, LA GENTE SE MUERE DE HAMBRE

Así lucen las mazorcas en muchos terrenos de Jutiapa, a consecuencia de la sequía.

Por Luciano Castro Barillas

Agosto 5, 2012 

Como cruel ironía al “estudio”  de la New Economic Foundation,NEF, que ubica a Guatemala en el ranking de los diez países más felices del mundo, ayer, precisamente; fue declarada por las autoridades guatemaltecas que  al ranking real de la realidad guatemalteca, cinco municipios del departamento de Jutiapa han sido declarados en riesgo alimentario (es decir que no tienen qué comer para los meses que faltan del año 2012) y son, para los paisanos jutiapanecos que están el exterior, los municipios Moyuta, Conguaco, Comapa, El Adelanto y Zapotitlán. El primero de los nombrados tiene litoral en el océano Pacífico, no obstante esa riqueza natural, la gran mayoría de sus habitantes no tienen acceso a los productos del mar porque no disponen de aparejos de pesca, ni barca con motores para faenar, ni posibilidades de organizarse en cooperativa pesquera porque viven en la más severa pobreza y no hay posibilidades de dar ninguna aportación, logrando sobrevivir los que se ubican más cerca de los brazos de mar recolectando almejas, pequeños langostinos y peces gatáceos (bagres) cuya carne no es, justamente, de las apetecidas por los compradores. Guatemala es uno de los países más vulnerables al cambio climático porque su naturaleza diversa la proveyó de valles profundos y estrechos que fácilmente se inundan, montañas en otros tiempos azul cobalto que ahora lucen de color marrón por los efectos de la deforestación, que al llover se precipitan sobre pequeños poblados y ciudades en aludes de lodo y piedras, causando la muerte de personas, animales y destruyendo las ínfimas y precarias infraestructuras como casas, caminos y puentes. En los municipios aludidos, pese a que los cultivos de subsistencia darán escasos frutos por la irregularidad del invierno; la hambruna ya viene de años, no obstante, por prejuicios de las autoridades han sido invisibilizadas esas necesidades. No quieren muchos alcaldes que sus municipios -donde gobiernan como reyezuelos-  sean identificados como municipios de hambrientos. El sentido profundo de la propiedad privada de los extendidos minifundios de esos municipios hace que las personas tengan los mismos prejuicios de las clases poseedoras. El individualismo campesino de pequeños propietarios no les permite organizarse y por consiguiente no inmersos en un esfuerzo social integral las cosas se tornan más difíciles. La acción gubernamental de combate contra el hambre se focalizaba en los municipios del altiplano huehueteco donde el programa Hambre Cero de Otto Pérez Molina no acaba de despegar, entre otras cosas, por su esmirriado presupuesto. La liebre del hambre saltó, al menos para las autoridades, en un lugar inesperado, aunque los vecinos de esos lugares tienen años de vivirla. Para concluir, esperamos que no aparezca otro estudio de pacotilla de la New Economic Foundation, NEF, donde nos ilustre de que las familias de esos lugares están padeciendo de sobrepeso y que todo cuanto allí acontece corresponde al ámbito del paraíso y de los países que chorrean deliciosas felicidad.

Publicado por LaQnadlSol

CT.,USA.