miércoles, 12 de diciembre de 2012

EL PORTAVIONES DE LOS ESTADOS UNIDOS…



(…) Pero sólo en el contexto del golpe podemos comprender las verdaderas causas de la actual crisis. Antes del golpe ya se había instalado en el país una nociva cultura de la droga, con expansión de gangas y funcionarios corruptos; pero fue la criminalidad rampante del nuevo régimen  lo que abrió la puerta a un florecimiento sin precedentes del negocio. El tráfico de drogas, según fuentes fidedignas, está hoy enquistado en todo el aparato del Estado, desde el policía de la esquina a los más altos niveles del gobierno. No sólo los críticos del régimen sino funcionarios como el ministro de defensa Marlon Pascua hablan de “narco-jueces” que bloquean investigaciones  a los “narco-legisladores” que manejan los carteles. Alfredo Landaverde, un ex congresista y comisionado de policía que había investigado el tema declaró el año pasado que uno de cada diez miembros del congreso es un narcotraficante y que tenía evidencias que involucraban a prominentes figuras políticas. Landeverde fue asesinado el 7 de diciembre de 2011.

Mucho más que las bandas callejeras criminales y los traficantes individuales, ha sido el mismísimo Estado hondureño el que ha transformado al país, en palabras de Associated Press, en “uno de los lugares más peligrosos del mundo”.

Washington dice que está ayudando a sanear la policía hondureña mediante la provisión de fondos adicionales para “entrenamiento”. Pero como el ex presidente Zelaya me dijo en una charla mantenida el 1de mayo, la policía es el problema, no la solución. “Darle plata a ellos es lo mismo que dársela a los narcos”, dice Zelaya. Dana Frank, The Nation





EL PORTAVIONES DE LOS ESTADOS UNIDOS
(HONDURAS) TIENE CORRIMIENTO DE CARGA
EN AGUAS CENTROAMERICANAS



Por Luciano Castro Barillas



Nuevamente Honduras, el Congreso Nacional, los empresarios, el ejército y su presidente espurio, Porfirio Lobo, están enfrascados en una pelea de perros y gatos por las decisiones de los poderes formales -pero también muy reales-  en lo que hace a la arrolladora penetración del narcotráfico en toda la institucionalidad de ese país que no logra salir de su crisis política luego del golpe de Estado promovido por la oligarquía, el ejército y los inefables politiqueros (al mínimo de prestigio como los guatemaltecos) que dieron al traste con un esfuerzo de construcción democrática de la sociedad hondureña  que ha querido desenmarcarse del destino manifiesto impuesto por los Estados Unidos desde hace décadas. Zelaya llegó hasta donde los poderes fácticos de ese país y el imperialismo lo permitieron, pero ahora estas fracciones de clase oligárquica dominadas por la codicia, la displicencia y el desdén contra el pueblo hondureño; están en pleito por algo aparentemente anodino: una resolución judicial en contra la depuración policial fallada por la Corte Suprema de Justicia, específicamente por cuatro de los cinco magistrados que constituyen la más alta instancia de administración de justicia en Honduras. Un diputado opositor del partido del presidente Manuel Zelaya interpuso una moción para que se creara una comisión investigadora de las dudosas actuaciones de los cuatro magistrados, la cual podría verse como una intervención en la “sagrada” independencia de los poderes del Estado. Esta sacralidad  aparente no fue reclamada por los fiscales y abogados corruptos de la superestructura jurídica burguesa cuando se defenestró al presidente Zelaya, por tanto, no es creíble ese “respeto” hoy reclamado, sencillamente porque es acomodaticio, todo un Lecho de Procustes, es decir, calzones puestos a la medida de las clases dominantes hondureñas.

El presidente Porfirio, ese extraño engendro ideológico y político formado en la universidad proletaria Patricio Lumumba en la extinta Unión Soviética, ya no deja nada para la sorpresa, pues es lo inmanente a su esencia y sustancia: la feo oportunista corrupto, que como era lógico dio su respaldo a la bancada oficial, promotora de la destitución los cuatro magistrados, igual de corruptos; quienes amparados en formalidades jurídicas y bien billeteados por la exponencial bandas de narcotraficantes hondureños y guatemaltecos que operan en el portaviones, emitieron un fallo controvertido que declaró inconstitucional un proceso de depuración policial, que sanearía en alguna medida a una policía igual de corrupta, como casi todo lo que se mueve en ese país centroamericano; seguridad ciudadana que es demandado por los hondureños dados los altos niveles de criminalidad organizada que hay en ese país, que da para exportar granujas a todos los países centroamericanos y México. En ese pleito de fracciones de clase y coincidentes intereses, todos los altos representantes de las diferentes instituciones del Estado se están dando mutuamente la medicina que le dieron a Zelaya: conspiraciones, traiciones y codicia. Esa guerra entre corruptos se resolverá en pocos días, cuando reciban una llamada del capitán del portaviones y unos jalones de orejas, porque esas aguas no deben volverse procelosas en tiempos de crisis del imperio. Y ya se sabe con quién van a quedar mal si el fallo judicial se revierte, sobre todo si ya pagaron en abundancia para mantener esa clase de policías en quien los ciudadanos hondureños no confían ni aunque sean sus hermanos o sus primos.










Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

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