Ante la parálisis del
gobierno de los Estados Unidos, un artículo publicado en el portal de la agencia
oficial de noticias de China, Xinhua, pide que el mundo sea de-americanizado. De
acuerdo al comentario, estas alarmantes situaciones, cuando los destinos de los
demás están en las manos de una nación hipócrita, tienen que terminar, y un
nuevo orden mundial debe ser puesto en su lugar, según el cual, los intereses
fundamentales de todas las naciones, grandes o pequeñas, ricas o pobres, puedan
ser protegidos y respetados en igualdad de condiciones.
EL IMPASE FISCAL EN EEUU DEMANDA
LA
DES-AMERICANIZACIÓN DEL MUNDO
Por Liu Chang
BEIJING, 13 oct (Xinhua) - Mientras los políticos de ambos partidos estadounidenses
siguen arrastrando los pies entre la
Casa Blanca y el Capitolio, sin llegar a un acuerdo viable para lograr la
normalidad del cuerpo político del que ellos se jactan, es quizás un buen
momento para que el mundo, confundido como esta, empiece a considerar la
construcción de un mundo de-americanizado.
Al emerger del baño de sangre de la Segunda Guerra Mundial, como la nación
más poderosa del mundo, los Estados Unidos han estado tratando desde entonces
de construir un imperio global, imponiendo para ello un orden mundial de
posguerra, alimentando la recuperación en Europa, y fomentando el cambio de regímenes
en aquellos países que difícilmente son considerados amigos de Washington.
Con su poderío económico y militar, aparentemente sin igual, los Estados
Unidos han declarado que tienen intereses nacionales vitales que proteger en
casi todos los rincones del mundo, y se ha habituado a entrometerse en los
asuntos de otros países y regiones alejadas de sus costas.
Mientras tanto, el gobierno de EE.UU. ha tratado por todos los medios de
aparecer ante el mundo como el único en poseer una superioridad moral, sin
embargo, secretamente hace cosas que son tan audaces como torturar prisioneros de guerra, matar a civiles en
ataques con aviones no tripulados, y espiar a los líderes mundiales.
Bajo lo que se conoce como la Pax-Americana, nosotros somos incapaces de
ver un mundo en el que Estados Unidos está ayudando a reducir la violencia y
los conflictos, disminuir la población de pobres y desplazados, y lograr una
paz real y duradera.
Además, en lugar de honrar sus obligaciones con la responsabilidad que
conlleva ser la principal potencia, un Washington egoísta ha abusado de su
condición de superpotencia y ha introducido aún más caos en el mundo al desplazar
los riesgos financieros a otros países, instigando las tensiones regionales en medio
de disputas territoriales, y peleando guerras injustificadas bajo la cubierta de mentiras descaradas.
Como resultado, y gracias a la voracidad de las élites de Wall Street, el
mundo sigue tratando de salir del desastre económico, mientras que los bombardeos
y los asesinatos se han convertido en rutina casi diaria en Irak, años después
de que Washington afirmó haber liberado a su pueblo de la tiranía.
Más recientemente, el estancamiento cíclico en Washington por una solución
bipartidista viable sobre el presupuesto federal y la aprobación para elevar el
techo de la deuda, ha puesto de nuevo en
peligro los enormes activos en dólares de muchas naciones y ha dejado muy
angustiada a la comunidad internacional.
Estas alarmantes situaciones, cuando los destinos de los demás están en las
manos de una nación hipócrita, tienen que terminar, y un nuevo orden mundial debe
ser puesto en su lugar, de acuerdo al cual, los intereses fundamentales de todas
las naciones, grandes o pequeñas, ricas o pobres, puedan ser protegidos y
respetados en igualdad de condiciones.
Para ello, varias piedras angulares deben ser colocadas para apuntalar un
mundo des-americanizado.
Para empezar,
todas las naciones tienen que ceñirse a los principios básicos del derecho
internacional, incluido el respeto por la soberanía y mantener las manos fuera
de los asuntos internos de los demás.
Además, tiene que ser reconocida la autoridad de las Naciones Unidas en el
manejo de los problemas globales más candentes. Eso significa que nadie tiene
el derecho de emprender cualquier tipo de acción militar en contra de los demás
sin un mandato de la ONU.
Aparte de eso, el sistema financiero del mundo tiene también que adoptar
algunas reformas sustanciales.
Las economías de mercado emergentes y en desarrollo deben tener más voz en
las principales instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial
y el Fondo Monetario Internacional, para que puedan reflejar mejor las
transformaciones del panorama económico y político mundial.
Lo que también puede incluirse como una parte clave de una reforma eficaz, es
la introducción de una nueva moneda de reserva internacional, que se va a crear
para reemplazar al dólar dominante de EE.UU., para que la comunidad internacional
pueda permanecer a salvo del daño colateral, producto de la intensificación de
la agitación política en los Estados Unidos.
Por supuesto, el propósito de promover estos
cambios no es para dejar completamente a un lado a los Estados Unidos, algo que
es también imposible. Más bien, es empujar
a Washington a jugar un papel más
constructivo al abordar los asuntos mundiales.
Y entre todas las opciones, se sugiere que los
políticos en Washigton, primero comienzan con poner fin al pernicioso impase.
Traducido del inglés por Marvin Najarro
Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.
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