viernes, 12 de octubre de 2012

EL PREMIO NOBEL…




INTRODUCCIÓN

¿Por qué no la OTAN?

Un par de comentaristas al referirse a la decisión de los parlamentarios noruegos de conferirle el premio Nobel de la Paz a la Unión Europea argumentaban, en tono irónico, que al ser Noruega uno de los pocos países que no pertenecen a la UE, sospechan ellos, que los modestos noruegos se abstuvieron de nominar a la organización que ellos en lo más profundo creen que en verdad merece el premio, la OTAN, porque ellos pertenecen a la misma. Los modestos noruegos probablemente temían que otorgarle el premio a la OTAN era como otorgárselo ellos mismos, por lo tanto resultaba más conveniente dárselo a la Unión Europea. No todos los países miembros de la OTAN forman parte de la Unión Europea, como tampoco todos los miembros de esta última son parte de la primera. Lo cierto es que la UE y sus miembros principales Francia, Inglaterra y Alemania tienen poco de que hablar cuando se trata de promover la paz y la integración. La destrucción de Yugoslavia con bombas y misiles por la EU - OTAN, la desintegración que enfrenta motivada por el colapso económico son hechos que ponen de manifiesto la falsedad de la justificaciones del Comité del Nobel para otorgarle el premio. Hoy en día las acciones criminales de la EU - OTAN en contra de la paz y la fraternidad en naciones como Libia, Siria, Iraq, Afganistán e Irán contradicen flagrantemente el deseo de Alfredo Nobel quien en una de las partes de su testamento estipula: “Una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”.  Queda para el debate y la controversia el hecho de que la EU no puede ser categorizada como persona o grupo de personas. Marvin Najarro.




EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ
Y SU DIGNIDAD DE PAPEL SANITARIO


















Por Luciano Castro Barillas

Lo decidido por el comité que asignó el Premio Nobel de la Paz 2012, hace menos de 72 horas, es de espanto, bochornoso, cínico y con inconfundible olor a mierda. Ya hace más de medio siglo que el otrora distinguido Premio Nobel de la Paz fue prostituido al otorgárselos a los más abominables sujetos como el negro desteñido Obama, por ejemplo. En sus mejores tiempos solía honrar a nivel universal a honorables personas impulsoras de la armoniosa convivencia entre los seres humanos en algún lugar del mundo. Pero, repito, eso es un romántico pasado donde el Comité Nobel encargado del discernimiento de los premios estaba integrado por personas decentes. ¿Quién o quiénes fueron los de la idea de otorgárselo a la Unión Europea en un arrebato de deliciosa desaprensión? Ese premio burgués, todavía muy alampado por “intelectuales” y “personalidades sociales”, ha tenido la suerte de ser honrado  -en una inversión de la realidad-  por personas dignas y no precisamente que el premio honre a dichas personalidades, tal el caso del profesor Adolfo Pérez Esquivel cuyo compromiso verdadero con la paz le ha mantenido impoluto  para  no caer en el resumidero inmundo de la política partidista, todo lo contrario de lo hecho por la premio nobel guatemalteca Rigoberta Menchú, ex candidata presidencial de izquierda con un 1% de credibilidad del electorado nacional y tirándose sin desenfado  -con todo lo sonoro de sus caites-  al patio de la derecha en la segunda vuelta electoral cuando le dieron carreta de que sería la nueva canciller de Guatemala. Pero ahora esta asignación, aparte de dejarnos demudados en un principio y con el hígado inflamado después, riñe con la lógica, con el mínimo de decoro y con el cinismo sin paliativos. ¿Acaso la Unión Europea que trabaja para salvar a los bancos y no a los ciudadanos unitarios no ha dejado en la miseria a 100 millones de europeos? ¿Acaso la Unión Europea no es un simple instrumento de los banqueros judíos Rotschild dueños del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y otros bancuelos europeos dirigidos desde Bruselas? ¿No es, por ventura, la Unión Europea la que se confabuló para destruir Irak, Libia y ahora Siria y tienen a los ciudadanos de Grecia, Portugal, España e Irlanda al borde de la inanición y el desencanto total de la vida, los sueños y la felicidad? ¿No es la Unión Europea la doméstica caja de resonancia del imperio quienes coludidos arremeten, violan, roban, matan, empobrecen y mienten? ¡Por favor comité de boñiga! Si vosotros lo único que tenéis es muy ancho el culo para defecar en abundancia sobre la dignidad de de los hombres y mujeres dignas del mundo. En fin, todo pergamino y medalla nobel, ciertamente ya tiene su lugar: para servir de papel sanitario y para raspar el sarro que se acumula en el sifón. ¡Uf, lo que se tiene a  veces qué decir, querido lector!  El único hombre verdaderamente digno y absolutamente consecuente con sus convicciones fue el filósofo existencialista francés Jean Paul Sartre  -por cierto atacado por los comunistas ortodoxos, cerrados o de pocas luces de la era soviética y algunos revisionistas franceses y alemanes-  quien tuvo la delicadeza de rechazar el más alto premio burgués, pues lo consideraba ya entonces una auténtica porquería representante del mundo delicuescente que le tocó vivir.



GUATEMALTEQUISMO

ü  Dar carreta: Equivale a crearle al alguien ilusiones sobre algo.









Publicado por LaQnadlSol
CT., USA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que para expresar la incredulidad y la indignación que nos ha causado el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a la UE, no es necesario utilizar expresiones tan soeces como la que le sigue a "Por favor comité de boñiga". Fuera de eso, el comentario es atinado y expresa el sentir de muchos que nos damos cuenta de cuan de cabeza está el mundo y hacia donde este se encamina.